Guantánamo quedó convertido, desde este miércoles, en plaza perfecta para promover y cultivar el hábito de lectura.

Con la inauguración de la vigésimo cuarta Feria Internacional del Libro en esta ciudad, alrededor de 500 títulos bibliográficos han quedado a disposición de los lectores guantanameros, que por estos días colman la céntrica calle Pedro Agustín Pérez y los alrededores del parque José Martí, sitios donde se ubican las principales áreas comerciales del evento.

Presentaciones de libros por sus autores, encuentros, debates y otros ejercicios de reflexión teórica tienen lugar además en el marco de la feria, que se particulariza en la urbe del Guaso –además de la fecha- por su dedicatoria a los aniversarios 120 de los desembarcos por Duaba y Playita de Cajobajo de Flor Crombet, los hermanos Antonio y José Maceo; y Martí y Gómez, respectivamente; así como por la presencia de Daniel Díaz Mantilla, Zurelis López, Frank Padrón, Teresa Melo, Alfredo Zaldívar, Yunier Riquenes, y Olga Portuondo Zúñiga, historiadora, ensayista y profesora santiaguera a quien se dedican los festejos literarios de este año.

Instituciones como el Centro de Comunicación para la Cultura, la sede del Comité Provincial de la UNEAC, la Casa de la Trova, la Casa del Joven Creador, la Casa de la Cultura Municipal, el Café Cantante y el centro gastronómico Café La Indiana, aparecen como imprescindibles en la programación de los disímiles encuentros literarios donde los escritores, editores e intelectuales invitados y del patio, comparten su quehacer con el público asistente.

Como cada año, durante estas jornadas de buena literatura nacional y universal, también adquieren marcado protagonismo las propuestas locales. Esta vez, la editorial El Mar y la Montaña propone desde su stand diez títulos de carácter investigativo, poesía, cuentos y literatura infantil, entre los que cabe destacar Sitios que no vuelven, de José Raúl Fraguela; Guantánamo tiene su changüí, de Yaremi Estonel; Manual práctico para tocar changüí, de Ramón Gómez; Franceses en Guantánamo, de Ismael Alonso y En la línea del pánico, antología de cuentos ganadores del concurso de la Revista El Mar y la Montaña. Todos estos, entre otros, se erigen en clara muestra de la prolífera producción intelectual del territorio.

Una gran mezcla de manifestaciones artísticas es la Feria del Libro en Guantánamo. Lecturas públicas aderezadas con los acordes musicales de la trova, con las interpretaciones del teatro y la danza; todo eso puede encontrar el guantanamero o visitante en la capital provincial hasta el 12 de abril, fecha en que se dará fin a esta fiesta de libros, que se aviene a la pretensión de hacer del cubano, el pueblo más culto del mundo.