Pareciera que es inmune al paso de los años. Y, aunque en verdad, la mezcla de genes asiáticos y africanos puede haberle servido de escudo contra el tiempo, el misterio de la vitalidad de Lesbia Vent Dumois reside en su adicción al trabajo, característica que expresa en mil maneras de tributar al arte.
El grabado, la pintura, el dibujo, la artesanía, la curaduría, la pedagogía, la fundación de instituciones y la dirección de organizaciones de artistas, han llenado la vida de esta mujer que hoy cumple 88 años de edad, afirmación que a muchos se les antojará una broma o una exageración.
A esa integralidad, atendió el jurado del Premio Nacional de Artes Plásticas el pasado año, cuando sin muchos rodeos y de forma excepcionalmente unánime, la seleccionó entre un grupo de también talentosos creadores nuestros.
Como de “moderada, inteligente y sensible”, dueña de “una carrera que es ejemplo de exigencia y calidad”, la definió a inicios de año el Dr. Miguel Barnet, al pronunciar las palabras de elogio en la ceremonia de entrega del reconocimiento, acontecimiento que el presidente de honor de la Uneac calificó de “justicia poética”.
A causa de la pandemia, para inicios de 2021 ha sido pospuesta la exposición personal que la artista habrá de realizar en el Museo Nacional de Bellas Artes como parte de la dotación del Premio, muestra a la que ella ha dedicado estos meses en los que ha debido mantenerse a buen resguardo.
Entonces, podremos admirar sus obras más recientes; las que ratifican la creatividad siempre joven de Lesbia, feliz hoy por ganarle una batalla más al almanaque.
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