Diversos son los trabajos periodísticos, los comentarios y programas informativos dedicados a revelar las fallas del gobierno estadounidense en sus tres poderes: legislativo, ejecutivo y judicial. Muchas han sido las ocasiones en que se han denunciado casos de corrupción, sobornos y chantajes a altos funcionarios del Congreso, el Senado y la Cámara de Representantes, así como a otros miembros del resto de los poderes, entre los que se incluyen al propio Presidente, Vicepresidente, congresistas, senadores, así como a integrantes de la Corte Suprema de los Estados Unidos.
Estos artículos y espacios, con un nivel profesional de especialización logran advertir y desentrañar muchas de las particularidades de un complejo entramado gubernamental, que al mismo tiempo está acompañado de un confuso proceso eleccionario. Sin embargo, un segmento de público a veces escapa de estos trabajos o conversatorios entre especialistas, amén de ser amenos e instructivos. De ahí que programas dramatizados con sus historias e interpretaciones nos ayuden a una mejor comprensión de estos oscuros procesos.
Las series La buena esposa y Castillo de Naipes, que se trasmiten por dos de los canales nacionales de la Televisión cubana, son un muy buen ejemplo de que a través del dramatizado, con excelentes guiones y actuaciones verídicas, se puede atraer hacia estos temas a un público, que quizás no se sienta motivado a seguir un trabajo periodístico, pero que luego de iniciar una serie atractiva en su estructura, busque más información, precisamente en programas y publicaciones sobre el tema. O de lo contrario, presentar la serie con un especialista como se ha realizado con algunos programas cinematográficos.
La buena esposa, creada en 2009 por los hermanos King, ha sido producida por los hermanos Ridley y Tony Scott junto a David W. Zucker, y dirigida por el primero. Multipremiada en los Emmy, Globos de Oro, Satellite, Screen Actors Guild Awards y Television Critics Association Awards, cuenta la historia de un abogada Alicia Florrick, esposa del Fiscal del distrito, quien luego de ser una esposa y ama de casa ejemplar, tras un hecho de corrupción que involucra al esposo, tiene que volver al ruedo laboral en un bufete de juristas. En los propios casos que defiende Alicia, los cuales marchan en paralelo con los desaguisados de la carrera política de su marido, se aprecian las presiones que sufren los candidatos, el trabajo de lobby, y las maniobras que se realizan al margen, tanto de la ley, como de la política. En Castillo de Naipes, también se hacen evidentes las manipulaciones a través del congresista Francis Underwood, interpretado por el reconocido actor Kevin Spacey, quien además es uno de los productores de la serie. Underwood emplea a una joven y desconocida periodista a la que utiliza para desestabilizar a sus adversarios políticos, desde los medios, y así mover a su antojo, los hilos que suspenden, como marionetas a sus antagonistas, al descubrirles puntos débiles en su desempeño y vida personal.
Ambas series se trasmiten por dos canales nacionales, Cubavisión y Multivisión. Las primeras temporadas de La buena esposa comenzaron a trasmitirse por Cubavisión en horarios más o menos apropiados, sin embargo, las últimas se han trasmitido en horario matutino, cuando la mayoría de las personas, sean estudiantes o trabajadores, ya se encuentran fuera de sus hogares. Castillo de Naipes se trasmite por el canal Multivisión, en lo que podríamos considerar un horario estelar, pero compite con las novelas del llamado Canal de la Familia Cubana (Cubavisión) y el deporte de Tele Rebelde, por tanto donde existe un solo telerreceptor, el interesado tiene pocas posibilidades entre horarios de novelas y deporte.
En el caso de La buena esposa, los televidentes nos quedamos colgados. Comenzamos las primeras temporadas y nos hemos quedado con las ganas de las últimas. Castillo de Naipes, compite con Latidos compartidos, la telenovela cubana, y aunque Castillo… se retransmite los sábados en la tarde por el canal Multivisión, nunca tiene la misma recepción que en un horario de la noche donde no rivalice con los programas más estelares que sigue la familia cubana.
Desaprovechamos dos magníficas series que pueden estimular la investigación sobre los entresijos de poder del gobierno norteamericano y que motivan al público a buscar en programas de corte informativo. Una buena selección de horarios en la programación de los canales nacionales nos permitiría no perder estas oportunidades de desentrañar los hoyos negros de los círculos del establishment estadounidense con producciones televisivas realizadas por sus propios creadores. Estas son a veces las ocasiones que se desperdician en la Televisión cubana.
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