Con la presencia de un reducido grupo de intelectuales, colegas y amigos, Emilio Cueto, presentó su libro La virgen de la Caridad del Cobre en el alma del pueblo cubano en el Teatro de dicha Institución Científico-Cultural en la Habana, en horas de la tarde de ayer.

Torres Cueva director del importante Centro, calificó de “monumental obra de arte” que recoge en algo más de 700 páginas, alrededor de mil imágenes. El autor desde su niñez, comenzó a coleccionar, por su devoción a la Virgen,  todo lo relacionado con ella. Víctima de la “Operación Peter Pan”  siente pasión desmedido por Cuba, lo ha llevado a 250 ciudades del mundo a constatar la presencia de “Cachita” – Oshún, en el culto sincrético Yoruba – atesorando incontables manifestaciones en su Emilioteca, reconocido museo personal en Washington, DC, donde vive.

“Monumento a la Virgen de los cubanos es la obra que nos regala desde la lejanía Emilio Cueto, donde la música tiene su espacio vital” expresó el destacado musicólogo Radamés Giro.

El libro, - según palabras de autor -de generosas dimensiones, excelente papel, 560 páginas de y más de mil ilustraciones a color, es esencialmente un recorrido por la cultura cubana durante cuatro siglos, mostrando la multifacética presencia de la Caridad en nuestra historia. Sus capítulos principales evidencian el impacto de la Caridad en las Artes Plásticas; la Literatura; la Música; Radio Televisión y Cine; y Danza. Tiene además un ensayo ilustrado que narra la presencia de la Caridad a través del mundo, no solo en diferentes santuarios e iglesias de muchas ciudades sino también en la razón comercial de farmacias, restoranes, joyerías y otras empresas en varios continentes. Es importante señalar que en el libro aparecen repertoriadas las contribuciones de todos los cubanos, residentes en la Isla y en la Diáspora. Por todo ello, estimo que es un valioso aporte a la bibliografía de nuestra cultura.

Este hermoso libro de contenido enciclopédico es el producto de décadas de investigación y ha sido escrito con un altísimo rigor académico. Generosamente, Emilio planea regalarles una copia a todas las bibliotecas provinciales y municipales de Cuba y también un gran número a las iglesias católicas a través de la Conferencia Episcopal del país.