Para concluir el espacio dedicado a las instituciones de la red de museos que durante este año celebrarán aniversario cerrado, centraremos la atención en los Nacionales, Provinciales y Municipales, particularmente en su representación en relación con el territorio y, siguiendo el enfoque de los dos trabajos anteriores, acotaremos algunas reflexiones históricas al respecto.
La ley no. 106 Del Sistema Nacional de Museos de la República de Cuba (1), mediante el artículo 4 del capítulo 2 establece que el Sistema Nacional de Museos “está integrado por los museos nacionales, específicos, provinciales y municipales”. Las dos primeras clasificaciones en respuesta a la jerarquía institucional; las otras desde su connotación para un territorio, principio que condiciona la heterogeneidad temática de sus colecciones. El artículo 9 de dicha ley indica que “El museo Nacional es la institución que atesora colecciones de la cultura nacional y universal, de carácter excepcional por su valor, morfología y significación, generalmente únicas de su tipo a escala del país”; mientras los artículos 12 y 13 refieren que los provinciales y municipales son de tipología general, especificando para el primero el hecho de “que disponga de fondos y colecciones de alto valor para el territorio” y, para el segundo, que estas estén “relacionadas con los orígenes, la historia y los hechos relevantes de carácter social, político, cultural y económico del territorio”. Como expresión de la política cultural cubana dicha ley enuncia en el artículo 3.1 que en cada municipio de la República existirá un museo municipal, no sin antes acotar: “siempre que hayan condiciones para ello”; acápite que ofrece continuidad a la Ley no. 23 De Museos Municipales de 1979. ¿Existe una relación directa entre praxis y sistema legislativo en la red de museos de Cuba? ¿Cuáles son los antecedentes de los museos nacionales, provinciales y municipales? ¿Qué instituciones dentro de esta clasificación están en aniversario cerrado?
Mirar a la red de instituciones museables desde el enunciado de la Ley 106, invita a un conjunto de reflexiones en torno a la significación de los museos no solo en sus implicaciones geográficas, sino también, y fundamentalmente, en su connotación cultural. Es preciso recordar que lo nacional se manifiesta en una abstracción que por inefable escapa a todo análisis concreto y objetivo.
El Consejo Nacional de Patrimonio Cultural reconoce en la categoría de Museos Nacionales, a excepción del Museo Postal Cubano, aquellos que en su titularidad expresan el sentido de la nación: Museo Nacional de la Danza, de Historia Natural, de la Música, de los CDR, de Bellas Artes, de Artes Decorativas, de la Alfabetización y del Deporte, en La Habana; Museo Nacional de la Lucha Contra Bandidos, en Trinidad; Museo Nacional Camilo Cienfuegos, en Yagüajay, Sancti Spíritus y el Museo Nacional del Transporte, en Santiago de Cuba.
De ellos, tres celebran aniversarios cerrados: el De la Música, 45 años (9 de septiembre de 1971) (2), Del Transporte, que arriba a 30 años (28 de enero de 1986), y del Deporte 25 (1ro de agosto de 1991). El segundo de ellos, también conocido como el Museo de los automóviles, es considerado uno de los espacios de mayor atracción en el Parque Baconao de Santiago de Cuba, en calidad de poseer exponentes de reconocida excepcionalidad tanto desde el punto de vista técnico como en el ámbito cultural. Destacan entre ellos el Ford Thurderbird del año 1956 que condujo la vedette Rosita Fornés, el Cadillac serie 62 del año 1958 que perteneciera a Benny Moré, y el Ford de 1929 que manejaba Lina Ruz, y que fue donado al museo por su hijo Raúl Castro. El del Deporte, con sede en la Sala Polivalente “Ramón Fonts”, en la avenida Independencia esquina a 19 de Mayo, en el municipio Plaza de la Revolución de La Habana, se encuentra cerrado desde hace algún tiempo, bien valdría este cumpleaños para que el INDER lograra reabrirlo al público.
¿Acaso el Museo Naval de Cienfuegos no es único en su tipo dentro del territorio nacional? ¿No participó toda Cuba de la Batalla de Ideas, acontecer que deviene tema de un museo que bajo ese nombre se inaugura en Cárdenas el 14 de julio del 2001, razón que le lleva a celebrar 15 años? ¿No clasifica en esta categoría el Museo Napoleónico, que el 1ro de diciembre estará cumpliendo 55? ¿Existe en la Isla un museo que temáticamente iguale al Museo de la Instrucción Revolucionaria (8 de diciembre del 2001), en la Escuela Ñico López? Una aguda mirada al catálogo de museos en Cuba, invitaría a múltiples interrogantes al respecto.
Los antecedentes de los museos provinciales y municipales, como ha ilustrado la profesora María Mercedes García Santana (Marilú), es preciso buscarlos a finales del siglo XIX y los inicios del XX. La clasificación de “Municipal” está asociada a la autonomía de la que gozaban los Ayuntamientos en la administración de su territorio, particularmente en el desarrollo del “bien común” de sus vecinos, instituciones a la que de forma directa estaban vinculados en condición de presidente y concejales los más ilustres hijos del término. El Museo Municipal de Santiago de Cuba, fundado por Emilio Bacardí en 1899, y el Museo Municipal de Cárdenas, por Oscar María de Rojas en 1900, son representativos ejemplos de ello. Un caso singular, para ofrecer validez a la importancia de la praxis en relación con toda teoría en el ámbito cultural, fue la creación del Museo “Provincial” de Camagüey en 1920 por Mariana Betancourt Garay. (3)
También a la alianza entre el patriciado ilustrado y los ayuntamientos se debe el proyecto de los museos municipales en el archipiélago, entonces como expresión de “la necesidad y el deseo que existen en toda la nación de defender y robustecer la personalidad y autonomía municipales frente a la absorción actual del poder central”. (4) El referente para ello es el decreto del Alcalde Raúl G. Menocal del 3 de octubre de 1944, documento mediante el cual la Comisión de Monumentos, Edificios y Lugares Históricos y Artísticos Habaneros queda proclamada Junta de Patronos del Museo de la Ciudad fundado por Emilio Roig. Sobre esta base se crea un proyecto de decreto de Alcaldía para todos los municipios del país, estableciendo en ellos la citada Comisión y, dentro de sus funciones, en el inciso “e”, la misión de “Gestionar la construcción de edificios propios, adecuados y permanentes para la instalación y funcionamiento de la Biblioteca, el Museo y el Archivo del Término Municipal… o la debida adaptación de edificios ya existentes para el establecimiento en ellos de las referidas instituciones de la cultura”.
Desde 1944 el proyecto de museos municipales es un hecho en Cuba y el inmueble sede su mayor vulnerabilidad. En la mayoría de los casos la creación de colecciones y su socialización antecedió a la construcción o rehabilitación definitiva de un inmueble para su sede permanente, hecho que explica que el artículo 2 de la Ley 23: De Museos Municipales, del 19 de mayo de 1979, al establecer bajo las Asambleas Municipales del Poder Popular y sus dependencias la organización de estas instituciones, lejos de indicar la construcción de un inmueble/contenedor proponga el uso de “instalaciones existentes y otros recursos locales disponibles, incluyéndose entre estos, el acondicionamiento de inmuebles de valor histórico o arquitectónico…”, no sin antes anunciar que dicha rehabilitación se haría “de manera modesta”. (5)
Cumplen 35 años de servicio al público: de Artemisa, los museos municipales de Alquízar (Álvaro Reynoso Valdés, 28 de enero), Bauta (3 de mayo), Caimito (25 de diciembre) y Mariel (30 de diciembre); de La Habana, el de Boyeros (26 de junio); de Mayabeque, los de Bejucal (1ro de agosto) y Quivicán (30 de diciembre); de Matanzas, el de Jagüey (19 de abril); de Villa Clara, el de Placetas (23 de diciembre); de Sancti Spíritus, el de Taguasco (12 de junio); de Ciego de Ávila, el de Caonabo (30 de diciembre); de Camagüey, los de Nuevitas (1ro de agosto) y Florida (12 de diciembre) y, de Granma, los de Jiguaní (23 de mayo) y Niquero (2 de diciembre). Por abrir al público en el año 2011 celebrará su primer lustro el Museo Municipal José Bayona y Chacón (8 de marzo), del Cotorro, La Habana. (6)
Al margen de las acotaciones “de manera modesta”, de la ley 23/1979, y “siempre que hayan condiciones para ello”, de la Ley 106/2009, proliferaron los museos municipales como condición imprescindibles de los municipios en Cuba. Así, un museo de tipología histórica, por solo citar un ejemplo, de una excepcionalidad en sus colecciones que le otorga la categoría de Especial, pasó a ser nombrado Museo Municipal, amén a que no respondiera a la tipología general y, por tanto, no mostrara la génesis y evolución de la localidad Ciénaga de Zapata en diferentes ámbitos. No valdría además que nos preguntemos ¿no basta el hecho de que forme parte del área declarada Monumento Nacional para que sea nombrado “Museo Nacional Playa Girón”? En otros casos, como respuesta a la dinámica política administrativa puede un museo perder el titulo de Museo Municipal, como el caso del de Varadero, amén a que su colección y exposición permanente esté en función del desarrollo local.
Reflexiones acerca del camino recorrido despierta siempre un aniversario, máxime cuando sobre sus resultados se han de erigir las tareas de una proyección al futuro, a una dinámica sociocultural que no escapa al acontecer en la museología internacional. A las referidas instituciones y aquellas otras que por espacio no hemos referido, auguramos buenos resultados en su misión. ¡Felicidades!
NOTAS:
(1) Gaceta Oficial de la República de Cuba, 57 (28): 161-164, La Habana, jueves 13 de agosto de 2009.
(2) Esta institución fue abordada en el primer trabajo de este tema, por tributar a La Habana Vieja, Patrimonio de la Humanidad.
(3) Un posible fundamento de esta denominación pudiera encontrarse en la significación simbólica que encierra todo el territorio camagüeyano en las Guerras de Independencia. Sin los escenarios de las constituciones y batallas libradas por los agramontinos no es posible imaginar las reliquias históricas del Camagüey.
(4) Declaración de Emilio Roig al Heraldo de Cuba, en La Habana, acerca del 2do Congreso Nacional de Municipios del 10 al 12 de septiembre de 1928.
(5) El Fuerte Matachín, en Baracoa; Playa Girón, en Ciénaga de Zapata, y Carlos Baliño (Yagüajay), en Artemisa, fueron referidos en los trabajos vinculados al Patrimonio Mundial y los Monumentos Nacionales.
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