Polisémico, como la obra de arte en sí, es el título de la exposición personal de Osvaldo González Aguiar (Camagüey, 1982) que, desde su inauguración el pasado viernes y hasta el próximo 28 de febrero, el público podrá visitar en la capitalina Galería Servando.
Más allá de ser homónima de una pieza de este artista no incluida ahora, El principio de todo, como ha sido nombrada la muestra, inicia el actual año de la programación de dicha institución de la empresa Génesis. Galerías de Arte, con dos instalaciones en las que su autor privilegia una vez más el tratamiento de la luz, elemento primigenio de la visualidad.
Tal empleo destaca principalmente en una de ellas, Resina, con la cual intervino el interior de la sala y que consiste en una especie de muros realizados con cinta adhesiva y luz led, similar al que exhibió en 2017 en Francia durante la celebración de los diez años de Gallería Continua.
La otra pieza, Septiembre, está compuesta por veinte pequeñas pantallas de luz realizadas con la técnica de acrílico, cinta adhesiva, luz led y resina, elemento este último novedoso en tal tipo de propuesta suya, ya premiado en 2018 durante la 15 Feria Internacional de Arte Contemporáneo Zona Maco de México. Tal procedimiento, dota a sus piezas de una profundidad que burla el carácter bidimensional de la pintura.
En ellas, un reiterado componente de su obra, lo autorreferencial, aparece en la recreación del espacio doméstico y en los títulos que les asignó. De modo particular en los que incluye los nombres de su esposa y de su hija: la familia. El principio de todo.
En otro sentido, esta exposición marca también un inicio: es la primera personal de Osvaldo González Aguiar enteramente centrada en la instalación, modo de expresión que frecuenta junto con la pintura, más representada en las numerosas muestras que ha protagonizado dentro y fuera del país, siempre portadoras de un notable goce estético para el espectador, principio de toda obra de arte.
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