Tengo el privilegio de haber nacido en la mitad del siglo pasado y estar viviendo en este con claridad de pensamiento y buena salud, gracias a Dios y a la Revolución cubana, lo que me permite fijar mi posición ante los tristes acontecimientos que se han venido sucediendo en los últimos días en nuestro país.

Compatriotas, juntos, unidos hemos enfrentado grandes calamidades, desastres, fenómenos naturales, agresiones, epidemias. Juntos hemos crecido, hemos aumentado nuestro crecimiento espiritual, nuestra conciencia y hemos también vencido a través de la resistencia y de la resiliencia.

Hoy en nuestro país casi todo los cubanos somos activistas por una cultura de paz, por eso arengamos a nuestros hermanos a que no se dejen provocar, a que no se dejen confundir y  mucho menos manipular.

Queremos que haya paz, que nos tratemos con respeto, tratemos de que en este proceso difícil que estamos viviendo con la epidemia, estemos unidos y podamos vencerla en armonía, con amor y mucha solidaridad.