Ya casi se acaba marzo, el 1ro. de abril se cumplirá el primer mes de la muerte de Moreno del Toro, sostengo entre mis manos una bella edición holguinera de la Casa Editorial Cuadernos Papiro, publicado en el 2013 para celebrar sus “primeros setentas años”. Según consta en un certificado de autenticación estoy hojeando el 007 de una tirada de 100 ejemplares. El papel fue hecho a mano, utilizando máquinas antiguas y según la nota de pie de página para realizar este libro no se dañó la naturaleza.
Moreno que une mágicamente el espíritu científico, con el de las letras, fueron las palabras del poeta Lezama Lima, quien además de amigo también fue su paciente.
José Luis nunca abandonó la medicina, casi toda una vida, más de cincuenta años trabajó en el hospital Calixto García como médico y profesor de cirugía general. Son incontables las personas a quienes salvó la vida en Cuba y otros países.
A veces los poetas tienen el don de vaticinar su muerte y decir en versos su voluntad. Como un testamento literario se puede reconocer el poema que da título a su último libro, Cicatrices de mi armadura. Tal vez por eso la cubierta, diseñada por Julio Méndez Rivero, es una historia clínica y el título esté muy vinculado a su profesión.
Cicatrices de mi armadura,
en la memoria de la última contienda
(…) Y para que mejor me cuadre tal nombre,
determino de hacer pintar, cuando haya lugar,
en mi escudo una muy triste figura.
Miguel de Cervantes y Saavedra,
Don Quijote de la Mancha.
En las mejores y múltiples batallas que he perdido
he reclinado la cabeza en un hombro prestado
propiedad equivocada.
de una noche que creí de mi absoluta propiedad
donde derramamos vitales intenciones de la discreta mudez,
he aquí parte delas crónicas de un desterrado
que decidió quedarse en este oculto lugar…
sin compañía.
con todo el peso de su vida, inmóvil desde su pequeñez,
desde aquella obligada tarde
beso la palabra ausencia.
Porque te apropiaste del crepúsculo y los sucesivos días
Con la furia diseñada para el horizonte.
Pero hijo, si algún día vienen a pedirte mi cadáver
no lo entregues,
no lo entregues, pues hasta mis cenizas te pertenecen,
ya que estoy convencido de que soy un excesivo pecador,
más ni Dios siquiera desea mi muerte.
ya que con esos despojos que debes guardar en tus manos
tendrás que refundar tu nuevo tiempo.
En estos finales del mes de marzo se celebró La Feria del Libro en Holguín, José Luis Moreno del Toro con su boina y la sonrisa de siempre será el gran ausente, pero sus versos forman ya para siempre parte de nuestro patrimonio cultural.
Publicó varios títulos de poesía Carta, 1983; Va Pué…poemas casi nicaragüense, 1986; Beber de la lluvia, 1988; Poemas de Granada, 1994; Aguas del espejo, 1995; Otras formas del insomnio, Medellín Colombia, 1997; Cánticas salvadas, 2001; Agualuna del otoño, 2002; Violeta ya no vive aquí, 2003; y Mar de leva poesía escogidas, Conversaciones, monólogo, 2009. Por donde asoma la raíz, cuento 1992.
Recibió la Distinción por la Cultura Nacional de la República de Cuba (1993), El Hacha de Holguín (1993), Ciudadano Honorífico de Colombia (1997), El Escudo de la ciudad de Gibara (1995), entre otros reconocimientos. Presidió la cátedra de Cultura Cubana del Instituto Superior de Ciencias Médicas de La Habana.
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