Ismael de la Caridad García Cuervo, conocido como Ismael de la Caridad, es un destacado diseñador de vestuario cubano que durante casi cuarenta años ha hecho aportes notables en el universo de la moda cubana.

Es un artista que ha triunfado solo; ha recibido reconocimientos y galardones como el Premio Nacional de la Moda de México, pero le atraen las alianzas.

Una muestra es su unión con apreciables artistas de la plástica cubana como Alfredo Sosabravo, Carlos Guzmán, Ileana Mulet y Zaida del Río; con esta última creó la legendaria y multipremiada Mujer Pavo Real.

Su más nueva fusión es con la reconocida artista cubana Roxana Vargas, Rox, con la que está desarrollando una faena de combinación de textiles con plata y otros elementos de joyería con un sello elegante, atrevido y muy novedoso en el panorama de la moda y la orfebrería en Cuba.

Con Ismael de la Caridad conversó el Periódico Cubarte en medio de la Feria Internacional de Artesanía FIART 2017.

¿Cuándo comenzó su alianza con Rox?

El proyecto con Rox comenzó hace cuatro meses; las joyas son muy bonitas pero el vestuario calza mucho la intención del joyero, y si se ponen de acuerdo un diseñador de vestuario y un orfebre-joyero —como hemos hecho nosotros—, se produce una mágica fusión que se le brinda al público no solo como alternativa de adquisición sino también como orientación en el buen gusto del vestir.

Yo siempre en mis colecciones he incluido los accesorios, y es muy importante esta unión con Roxana porque ella es una artista que hace un trabajo en orfebrería para la mujer cubana y la del mundo, muy moderno, y por mi parte yo siempre estoy tratando de tener mucha actualidad en mis diseños; por eso me he unido a ella.

Yo pienso que la unión de nosotros puede ser buena, no solo para nosotros como creadores, sino que podemos beneficiar a muchas personas también.

Esta idea es pionera en Cuba. ¿Cómo surge?

Sí, es una experiencia no antes vista en Cuba; hace mucho tiempo que Roxana y yo estábamos por hacerlo.

Yo tenía la idea porque en mis viajes a otros países trato de actualizarme en qué está pasando en la moda en el mundo, porque uno no puede limitarse a lo que pasa en el patio, y yo trato de traer esas experiencias foráneas a nuestro contexto. Esto es resultado de eso, de lo que he visto, de los eventos donde he intervenido.

El año pasado yo participé en la Semana de la Moda de Estados Unidos y participo regularmente en la Semana de la Moda de México; allí he aprendido mucho, y eso te permite tener una visión más internacional de lo que puede ser nacional.

Roxana viene desarrollando su proyecto de joyería Rox 950 desde hace cinco años con mucho éxito y ahora estamos enfrascados en la colección Quinto aniversario.

¿Podría hablarnos de su línea de vestuario para este proyecto?

Para mi línea de vestuario en este proyecto me he fundido con la plata; tengo vestidos cuyo leitmotiv es que la propia pieza está trabajada en plata, con adornos, cierres, cinturones, botones… tengo vestidos que el cuello es de plata, ella tiene accesorios realizados con tela, plata, perlas, cuero… hemos hecho muchas cosas.

Este proyecto fue muy bien acogido en la reciente Semana de la Moda en La Habana…

Sí, allí se presentó por primera vez, allí nació y fue una experiencia tremenda porque es muy bonito que tus propios compañeros te den un lugar, y decidieron que nuestra colección fuera la que cerrara el evento.

A mí en lo particular me encantó, porque yo sentía que cuando salían las piezas el público hacía «!Oh!», era un suspiro de alegría y satisfacción que nos llenaba, porque a mí cuando no me hacen así en una colección, me quiero morir.

Pero eso no le pasa nunca…

Realmente yo soy un mimado del público, he tenido la dicha que durante casi cuarenta años de trabajo el público siempre me recibe como si fuera el primer día.

¿Por qué participa en FIART?

Porque es un espacio maravilloso donde uno puede conocer la obra de otros artistas que ya están establecidos y apreciar cómo está su salud en términos creativos, porque a veces uno año tras año ve a algunos artesanos que se quedaron en el año 80, a otros —muchos— que avanzaron y uno ve y compara, y dice «eso no me puede pasar a mí».

Es un punto de comparación innegable y un importante espacio de intercambio artístico.

También es muy interesante ver a los noveles que llegan y que en muchos casos traen propuestas bellísimas y originales.

¡Esto es bueno para todo el mundo!

Publicado: 10 de diciembre de 2017.