La Habana.- La Catedral del helado, primera versión teatral de El lobo, el bosque y el hombre nuevo, de Senel Paz, subirá hoy a la escena de la Sala Adolfo Llauradó, interpretada por el joven Manuel Alejandro Rivera, dirigido por Sarah María Cruz.
Hace 24 años, cuando se estrenó, dos antes que Tomás Gutiérrez Alea (Titón) filmara su hoy mítica película Fresa y Chocolate, Manuel Alejandro tenía un año; La Catedral del helado, después, fue la primera obra de teatro que vió y desde entonces fue su sueño interpretarla.
Sarah María paseó con éxito este monólogo, con el actor Joel Angelino, por más de 14 países.
Entre los varios premios que mereció figura el Grand Prix de puesta en escena en el Festival Internacional de Teatro de Lugano, Suiza.
La directora del grupo Teatro del Sol, declaró a la AIN, que su versión estará en cartelera todo este mes de martes a jueves, a las 8:30 p.m., en su versión original, como un homenaje a Titón, a su escritor y porque el tema que aborda tiene total vigencia.
Manuel Alejandro y Sarah María llevan un buen tiempo preparando esa puesta, con largos y detallados ensayos, para lograr los matices y complejidades de los dos personajes protagónicos.
Ellos son David, joven campesino militante de la juventud comunista, que estudia en la Universidad de La Habana, y Diego, homosexual, sensible, devoto de la cultura cubana.
El joven intérprete declara que este empeño le resulta un gran reto porque es un monólogo de más de 60 minutos, sobre el cual su directora lo tiene todo pautado, como un bordado o un tejido, con una línea a seguir en los personajes en la que hay que creer y estar muy seguro en el escenario.
Teatro del Sol, mínimo colectivo de creadores que encabeza Sarah María Cruz, tiene entre sus esenciales propósitos llevar a escena clásicos de la escena cubana contemporánea, como Mi socio Manolo, de Eugenio Hernández Espinosa u obras del repertorio internacional que sean cercanas o aborden temas vinculados con la realidad nacional.
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