Inocencia: La responsabilidad de poner por primera vez rostro a esta zona de la historia


inocencia-la-responsabilidad-de-poner-por-primera-vez-rostro-a-esta-zona-de-la-historia
Fotos: Cortesía de la autora.

Este es el reto mayor de Inocencia, tercer largometraje del realizador cubano Alejandro Gil, que compite en esta categoría en el 40 Festival Internacional del Nuevo Cine Latinoamericano.

Inocencia está basada en una de las páginas más crueles de la Historia de Cuba: el fusilamiento de ocho estudiantes de Medicina acaecido el 27 de noviembre de 1871, a manos del gobierno colonial español en la Isla, acusados de profanar la tumba del español Gonzalo Castañón; una segunda narración rescata del olvido  la búsqueda de los cuerpos de las víctimas realizada 16 años después por Fermín Valdés Domínguez, quien fue juzgado junto a sus amigos y condenado a seis meses de prisión.

Este segundo tema, en especial, es muy poco conocido, a pesar de tener tan honda significación para la justa valoración de la figura del gran amigo de José Martí.

En conferencia de prensa, celebrada en la sala Taganana del Hotel Nacional, el director junto a parte de su equipo técnico y de actores ofreció detalles del proceso de escritura del guión, del casting y del rodaje, pero sobre todo, reflexionó sobre la utilidad en términos ideológicos de un filme que persigue humanizar a las víctimas, contemporaneizarlos de manera que los jóvenes cubanos de hoy puedan sentirse en algún modo identificados.

Gil catalogó de impresionante la acogida del público del Festival hacia Inocencia, pues todas las presentaciones han sido a sala llena, «muchos han visto la película de pie y los aplausos en varias ocasiones han arrancado antes de los créditos.

Seguidamente declaró que esta película trata de saldar una deuda con el acontecimiento más terrible y sensible del siglo XIX cubano, y además llamar la atención sobre aspectos que subyacen en la trama y que tienen que ver con presupuestos ideológicos y conceptuales que dialogan con la contemporaneidad; añadió que otra de las pretensiones de la cinta es redimensionar el carácter simbólico de la fecha porque «creo que hay un desbalance entre la conmemoración que hacemos anualmente y los presupuestos humanos reales de esta fecha desde el horror del suceso».

Amílcar Salatti, guionista del filme, explicó que se apoyó en el documental de igual nombre realizado hace algunos años por Alejandro Gil, y que en el caso de la historia relacionada con Fermín Valdés Domínguez tuvo que estudiar mucho y también aprovechó el desconocimiento que sobre su vinculación al hecho existe, «que es una ventaja para la película», aseguró.

Danilo León, productor ejecutivo de la cinta, reiteró el agradecimiento al apoyo recibido por la Oficina del Historiador de la Ciudad y en particular por el doctor  Eusebio Leal, gracias al cual se pudo filmar en varias de las instituciones del Centro Histórico, otrora viviendas y ahora museos.

Luis Manuel es el actor que encarna a Anacleto Bermúdez, uno de los personajes protagónicos del filme; él es el joven estudiante que se erige en líder del grupo. A propósito de la utilidad comunicativa de la mirada en los actores, consideró: «Yo creo que la mirada es un resultado de lo que uno está sintiendo. Si uno se compromete con la historia y busca puntos de contacto con su vida para entregar al personaje, la mirada va a comunicar cosas que son reales y verdaderas».

El personaje de Fermín Valdés Domínguez es defendido por Yasmany Guerrero, quien relató: «A Fermín lo sacamos de los libros; era “un tipo de mecha corta”, muy apasionado y sin mucha paciencia; leí que retó a duelo a alguien; era mucho más que lo que se conoce de él, como amigo de Martí (…) Siempre estuvo atado a la historia de sus hermanos y a la búsqueda de sus restos».

El director advirtió que la labor de reconstrucción de la época fue muy difícil, pero que se logró conservar el espíritu romántico de la misma; aclaró que la visualidad, la fotografía y la música tenían que ver con la progresión emotiva de la película que va de la sonrisa y la ingenuidad inicial, pasa por la preocupación al ser encarcelados los estudiantes y llega finalmente al punto de no retorno, que desencadena el segmento más crítico desde el punto de vista emotivo.

En cuanto a los elementos de técnica cinematográfica Gil dijo que de conjunto con Ángel Alderete, director de fotografía, se habían propuesto que la cinta tuviera una contemporaneidad desde el punto de vista de la concepción de los encuadres y de la percepción de la cámara, entre otros.

Sobre el trabajo de la dirección de arte, en manos de Aramís Balebona, expresó que fue arduo para lograr que el público sintiera verosimilitud en lo que estaba viendo, «porque a veces en estas producciones hay un subrayado mayor sobre la historia que sobre el acontecer humano de esa historia y ahí es donde nosotros íbamos a la contraria, queríamos subrayar lo humano desde la imagen y del comportamiento gestual de los actores».

Magda Rosa Galván y Juan Antonio Leyva son los compositores de la música original de Inocencia; Leyva comentó en el encuentro que para acompañar a la progresión emotiva que mencionaba Alejandro, la música tenía que tener un primer momento de sonoridad juvenil y que ya en la segunda parte se fuera oscureciendo en la medida en que se acentuaba el drama de la muerte.

Completan el elenco de Inocencia actores de la talla de Héctor Noas, Fernando Hechavarría y Osvaldo Doimeadiós, que comparten las escenas con actores jóvenes muy talentosos. De la dirección de actores el realizador manifestó: «Creo que toda generación de actores necesita el trabajo del director; por muy consagrados que sean no les gusta sentirse solos en una escena, quieren sentirse dirigidos».


0 comentarios

Deje un comentario



v5.1 ©2019
Desarrollado por Cubarte