La Orquesta Sinfónica de Matanzas inició la temporada de conciertos otoño-invierno en la sala José White con tres selectas piezas de importantes compositores europeos, en esta ocasión bajo la batuta de la directora invitada Ivette Burgois Lozano.

La primera obra fue “Elegía para contrabajo y cuerdas”, del italiano Giovanni Bottessini, que contó con la actuación de la solista Indira Ramos Matalón. Esta intérprete logró sonoridad, proyección y un acertado timbre contrastante entre los tonos graves y agudos.

La segunda obra  “Totus in corde langueo”, del austriaco Franz Schubert, permitió disfrutar del amplio y brillante registro de la soprano Vanessa Herrera Alonso y de la perfecta ejecución de la clarinetista Yoelydis Valderrama  Peñate.

Finalmente, la tercera pieza, “Sinfonía Simple”, del británico Benjamín Britten, permitió a la orquesta desplegar sus dotes en la línea de las cuerdas junto a la segura dirección de Burgois, al pasear con elegancia y brío una textura compleja, que arrancó ovaciones a parte del público asistente a la sala de conciertos José White, de la Atenas de Cuba.