Un concierto que incluirá a la cantante Omara Portuondo y la Orquesta Sinfónica de Matanzas en el céntrico parque La Libertad, inaugurará hoy en esta ciudad el II Encuentro Internacional Danzonero Miguel Failde in Memoriam.
En la gala nocturna se presentará la Orquesta que lleva el nombre del homenajeado, dirigida por su tataranieto Ethiel, y tendrá por sede el céntrico parque La Libertad de esta urbe, distante 100 kilómetros al este de La Habana.
La jornada de este jueves incluirá una rueda de prensa, las presentaciones de las parejas en competencia y del jurado, y la apertura de la exposición Aires de cubanía, consistente en abanicos decorados por artistas de las artes plásticas.
Previsto hasta el 2 de abril, el Encuentro está organizado por la dirección provincial de Cultura de Matanzas, el Instituto Cubano de la Música, y el Consejo Nacional de Casas de Cultura.
El contexto del evento permitirá efectuar clases magistrales, conciertos, intercambios de directores de orquestas y de piquetes típicos, talleres de baile, así como competencia bailable y concurso de composición.
Un foro teórico abordará los temas: El Danzón, antología de un género; El Danzón en el contexto de la música popular contemporánea: y Vigencia del género. Estudios de consumo.
Completarán la relación: Hitos en la promoción del danzón y sus variantes; Compositores e intérpretes del género; Presencia del Danzón y sus variantes en Latinoamérica, y Del danzón al mambo. Elementos de renovación y continuidad.
Compositores, musicólogos, investigadores, intérpretes y bailadores, asistirán a la cita que evocará también los 150 años del natalicio del músico Aniceto Díaz, creador del danzonete; y el centenario de Dámaso Pérez Prado, el Rey del mambo.
Las Alturas de Simpson, de la autoría de Failde (1852-1921), fue la primera obra de este ritmo tocada en público el 1 de enero de 1879 y estrenada en el antiguo Liceo Artístico y Literario, actual sala de conciertos José White de esta villa.
Además de dirigir, Failde tocaba el contrabajo y la viola, interpretaba piezas en el piano, y estudiosos de su obra le atribuyen unos 144 danzones, además de otras composiciones.
También daba clases de música en su casa y participaba, junto a otros amigos, en la edición de un semanario literario que llevaba por nombre Ideas Nuevas, proveniente de encuentros que sostenía con intelectuales en una imprenta.
Al danzón se le ha reconocido históricamente como expresión de identidad de la mayor de las Antillas, elemento destacado del capital cultural del país, y desde el 2013 fue declarado Patrimonio Inmaterial de la Nación Cubana.