Como apertura de su programación en el actual año, la Galería Artis 718 del Fondo Cubano de Bienes Culturales pone a la consideración del público desde este jueves Lo que no te mata te fortalece, una exposición personal de Glenda Salazar (Holguín, 1982), la cual incluye obras de cuatro de las series en que ha venido trabajando durante los últimos tiempos esta cultora del llamado arte naturaleza.
Reciben al visitante algunas de las fotografías de las que dan título a la muestra: imágenes de flores, en cuyos pétalos la artista ha dispuesto verbos como crece, piensa, decide; lo cual las hace trascender el aspecto pasivo de las ilustraciones botánicas, al dotarlas de una voz propia y enfática, en gesto que se ha catalogado de un feminismo descolonizador.
Aparecen también en la muestra piezas de la serie Renovación, integrada por pinturas de especímenes por ella recolectados tras el paso del huracán Irma, diferenciados también de los que aparecen en los libros científicos por las imperfecciones resultantes de los daños que les han causado los fuertes vientos y lluvias. Huellas dejadas en ellos por la inclemencia del meteoro, del que la autora ha dicho gusta destacar no solo los perjuicios, sino también el beneficio que reporta la desaparición de los individuos más débiles para dejar espacio a otros nuevos de mayor robustez.
La serie titulada Relevo fue incluida asimismo en la exposición, con una docena de dibujos de especies endémicas cubanas, en su mayoría de variedades de la palma, como las llamadas barrigonas, yarey y de la sierra.
Estos trabajos formaron parte de un proyecto iniciado por la artista en 2015 cuando, de forma oculta en la correspondencia, envió a amigos cubanos que residían fuera de la Isla semillas de algunas de dichas plantas para que fueran sembradas donde vivían, en una suerte de “reterrorialización” del territorio extranjero.
Le siguió la creación de los mencionados dibujos de estas especies, exhibidos ya en la pasada Bienal de La Habana con la intención, según la autora, de aproximar al espectador a ejemplares de nuestra vegetación en peligro de extinción.
La cuarta serie incluida en la exposición es la que lleva por nombre Intercambio. La misma está compuesta por fotografías en las que aparecen, a modo de testimonio visual, las personas que encontraron aquellas piedras intervenidas por la artista con marcas o palabras y dejadas en distintos puntos de la ciudad.
Sobre el particular, la artista ha escrito: “Una constante en mi obra es la comunicación, las relaciones que establecemos con el medio y sus estructuras, el texto es fundamental, la palabra clara y precisa que genera una relación que se establece con el público, tanto el que visita la galería como los que encuentran las obras in situ”.
Abierta al público hasta el venidero 17 de febrero, la exposición ha sido dedicada por la autora a su abuelita Matilde, fallecida en diciembre pasado.
Graduada de la Universidad de las Artes, donde se desempeña como profesora, Glenda Salazar ha participado en numerosas exposiciones dentro y fuera del país. Obtuvo el 2do Premio en el Concurso Post- it de 2013 y tomado parte en varios talleres en el extranjero.
Deje un comentario