La presentación del volumen Sara González, una explosiva ternura en la Feria Internacional del Libro constituyó un homenaje a la trovadora y tuvo como escenario la sala Nicolás Guillén de La Cabaña, sede principal del evento de las letras.
Este texto ha sido publicado por Ediciones La Memoria del Centro Cultural Pablo de la Torriente Brau, cuyo director, el poeta y cineasta Víctor Casaus, tuvo a su cargo la presentación del mismo y lo acompañaba Diana Balboa, artista de la plástica y compañera de Sara en la vida, quien junto a Olga Marta Pérez, Sigfredo Ariel, Mayra A. Martínez y Reynaldo González -que lo prologó- realizaron la compilación de los textos e imágenes que componen este libro.
Casaus explicó que esta compilación reúne un grupo de importantes entrevistas realizadas a la trovadora, así como los recuerdos y valoraciones de muchos amigos y colegas. Completan este inventario que evoca y reverencia la vida de la inolvidable cantautora, fotos y obras pictóricas entre ellas muchas caricaturas de Sara.
“La
historia de Sara dentro del Movimiento de la Nueva Trova, está, por supuesto,
desde los momentos iniciales, desde el Grupo de Experimentación Sonora del
ICAIC, del cual fue fundadora junto a Silvio, Pablo y Noel y a los otros
músicos enormes que estuvieron allí, liderados por Leo Brouwer que fue el
director de ese grupo con el propósito de ayudar a sobrevivir a la Nueva Trova,
aquella nueva oleada importantísima de la cultura cubana que aparecía y que no
era bien vista en aquellos momentos en
los medios del país”.
Seguidamente recordó la impronta que dejó Sara en el GES, tanto con sus propios temas como con los que habían sido compuestos por Silvio, Pablo y Noel y que ella hizo suyos a través de su extraordinario cantar.
“Esta es una fiesta de la amistad para nosotros; presentar este libro es tener a Sara aquí apresada en estas páginas por unos momentos”, aseguró Casaus.
Diana Balboa, profundamente conmovida, agradeció al reconocido artista de la plástica Eduardo Abela, quien se encontraba presente, por la caricatura que este realizó en un muro del Patio de la Gorda y que ilustra la cubierta de Sara González, una explosiva ternura, lo cual consideró un acierto al igual que la edición del libro.
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