Algo más cincuenta obras de Eugenio Rodríguez (La Habana, 1917-1968) se exhiben al público desde el pasado viernes en el Edificio de Arte Cubano del Museo Nacional de Bellas Artes, como homenaje al tempranamente desaparecido artista, en ocasión de cumplirse este 2017 cien años de su natalicio.
Aunque predominan los grabados, en la muestra titulada Juego de ángeles también figuran dibujos y esculturas, expresión esta última de cuya modernización en el país se le considera uno de los protagonistas indiscutibles, en la década de los años 40 del pasado siglo.
La selección, realizada por Roberto Cobas, especialista del MNBA, abarca casi un cuarto de siglo en el quehacer de Eugenio Rodríguez. Desde 1944, año en el que participó en la exposición colectiva Presencia de seis escultores, organizada por Guy Pérez Cisneros en el Liceo de La Habana; hasta 1968, el último de su fructífera vida.
En este período, destacó Cobas a la prensa, llegó a ser uno de los creadores más completos del país, demostrando un desarrollo ascendente de auto superación en su tránsito por la escultura, así como en los materiales que empleó, en perfecta sintonía con el contexto histórico que le tocó vivir.
Su estatura de artista, poco reconocida hasta el presente, también se evidenció en los años 50 y 60 del pasado siglo, a través de búsquedas formales que fueron plasmadas en las piezas correspondientes a esa etapa, subrayó el especialista del MNBA.
Asimismo, Eugenio Rodríguez hizo aportes a la plástica nacional en el grabado, al revitalizar el arte de la estampa con su maestría en la xilografía y la calcografía, técnica esta última muy poco usada por aquel entonces en el país.
Por su parte, los dibujos reunidos en la exposición datan casi todos de la década de los años 60 y están vinculados a su trabajo tridimensional. No obstante, delatan el oficio que como dibujante también alcanzó este artista, sobre todo al final de su existencia.
De acuerdo con lo expresado por Roberto Cobas, el título de la exposición, Juego de ángeles, “es una metáfora que indaga en la capacidad poética de Eugenio Rodríguez para otorgar una elegancia e iluminación a su trabajo artístico, que tal parece concebido con una fina espiritualidad muy particular”.
La muestra, que estará abierta al público hasta el 31 de julio próximo, concilia el homenaje a dicho artista con el propósito renovado del MNBA de realizar exposiciones dedicadas a la escultura cubana, por ser en el país una expresión imprescindible en el contexto de las artes visuales contemporáneas, merecedora de mayor visibilidad.
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