Entre anécdotas diversas, lectura de poemas y recuerdos de un carácter y de una personalidad que ha dejado huella imborrable en nuestras letras por su talento, inefable humor, sinceridad y, ante todo, por su cubanía. Eduardo Heras León, Guillermo Rodríguez Rivera, Virgilio López Lemus y Pablo Vargas, viejos amigos y colegas del inolvidable narrador (en especial del género policiaco) y poeta Luis Rogelio Nogueras (Wichy), conformaron el coloquio homenaje con motivo del aniversario 70 de su natalicio, efectuado en el Centro Cultural Dulce María Loynaz, en esta capital.
“Recuerdo una conferencia que impartimos Francisco López Sacha y yo en el Aula Magna de la Universidad Autónoma de México (UNAM), hace varios años. Tras nuestra presentación, me quedé estupefacto pues al mirar el auditorio pude ver, entre estudiantes y profesores, a Wichy. Lo ví sentado, frente a nosotros. Fue tal mi sorpresa, que le dije a Sacha, quien se hallaba sentado a mi lado: —Oye, ahí está Wichy. ¡Míralo! Está en aquella fila. Realmente en México, lo he visto varias veces, caminando delante de mí…Él siempre será un recuerdo vivo no sólo para mí, sino también para todos nosotros, escritores de aquella generación. Nuestra amistad la calificaría como un tesoro inagotable y un gran orgullo, y siempre me sentiré en deuda eterna con él. Nunca olvidaré que nuestros años de sufrimiento los pasamos —y gracias a él—, de forma pasajera gracias a su gran sentido del humor. Rememoro que juntos, iniciamos la redacción del guión (su primera versión) de la película cubana Clandestinos.
Llegaba Wichy a mi casa aproximadamente a las dos de la tarde y se iba a las once de la noche. Conversábamos unas diez horas y media y le dedicábamos al trabajo una media hora más o menos. Empezamos en diciembre de 1984 y, en una ocasión me comentó que sentía una pelotita bajo la axila —pensaba en un inicio era un golondrino—, sin embargo, esa llegó a ser la enfermedad que se lo llevó poco tiempo después. De todos nosotros fue el más inteligente, el más brillante, el más simpático. Era un hombre lleno de un humor impredecible.” (Eduardo Heras León).
“Esto lo escribí para Wichy. Querido Wichy: Hoy estás cumpliendo 70 años. Hoy 17 de noviembre del 2014, pero estoy segura que si estuvieras aquí, con nosotros, serían 40, o 50, o un poco menos: dirías que naciste en 1954 o quizás en 1960 y hasta menos, para confundir a tus biógrafos (según tú), quienes hoy no saben con exactitud en qué año naciste. Siempre pusiste un año diferente, no querías llegar a los cuarenta. ¿Por qué? ¿Una premonición, un ser eternamente joven con tu pelo rojo, tu camisa de mangas largas y tu andar seguro? Estoy segura que es por esto”. (Neyda Izquierdo Ramos, viuda de Wichy)
“(…) ¿Por qué la mayoría de los poetas cubanos nacidos desde 1946 –y quizás hasta 1959--, nos consideramos integrantes de una generación diferente de la de Luis Rogelio Hogueras (Wichy, Cabeza de zanahoria, 1944-1985)? Nacidos en la exacta Post-guerra comenzamos a mostrar nuestras capacidades creativas a partir de la década de 1970, sobre todo en la de 1980 y a abrirnos caminos en la búsqueda poética no coloquialista (…) sin renuncia del tono conversacional con alejamiento del subido ego de la corriente coloquialista. ¿Por qué miramos con tanta simpatía hacia la obra de Luis Rogelio Nogueras? Tal vez porque ya en ella se hallaba el embrión de lo que deseábamos hacer, del regreso a una más fuerte subjetividad, a la presencia del yo como sujeto lírico inalienable (…) Es, sin dudas, el poeta de Cuba que mejor ha logrado el concepto de poesía como juego, como imitación de la realidad (…) La polifonía de su escritura perdurará como valioso patrimonio de la Cultura cubana” (Virgilio López Lemus).
“Wichy tiene varias cuerdas: la conversacional, que todos le conocemos, y la del heroísmo intelectual. Él es cultor de las cunas intelectuales que él aprecia como fundacionales, como son los casos de César Vallejo, Edgar Allan Poe…él ve en esas figuras el llamado heroísmo intelectual. Y esto no implica que el poeta sea héroe, sino que exista un heroísmo específico de la creación. Algo que enfrenta el poeta como tarea épica, sin serlo (…) Su poesía alcanza la plenitud, aunque pudo haber hecho mucho más. Es una poesía completa (…) Me gusta el Wichy humorista, un intelectual muy fino, muy peculiar y propio en él. Y yo tuve la suerte de disfrutarlo en ese sentido. Trabajamos juntos en momentos muy difíciles, en especial, cuando escribimos –luego de muchos dimes y diretes--, la obra El cuarto círculo, la que ganó premio en 1976 en un concurso convocado por el Ministerio del Interior”. (Guillermo Rodríguez Rivera).
Entregan el Premio Literario Luis Rogelio Nogueras 2014
Con la obra Polvo de cementerio, el joven escritor cubano Carlos Manuel León Castillo (Colombo), fue reconocido con el Premio Literario Luis Rogelio Nogueras 2014, en entrega efectuada el Centro Cultural Dulce María Loynaz, en esta capital, con motivo del Aniversario 70 del Natalicio de ese inolvidable Escritor cubano.
Un jurado compuesto por los escritores Rafael Grillo, Modesto Caballero y María del Carmen Muzio, tras un exhaustivo análisis de 27 obras presentadas, fue el encargado de otorgar el premio “al valorar la recreación de la atmósfera, la caracterización del protagonista y un final sorpresivo”.
Igualmente fueron recomendados para su publicación los libros: Crimen sin castigo, de Rebeca Murgas (pseudónimo de Miss Riordan), de Santa Clara, provincia Villa Clara, “por su excelencia textual”; La muerte de Lucas, de Lázaro Alfonso Díaz Cala (pseudónimo de Watson), de La Habana y El quinto hombre, de Agustín García, de La Habana (pseudónimo Sicario), “por la originalidad de la trama novelesca”. El jurado decidió entregar Menciones a: Apocalipsis Now, de Ramón Bermúdez (pseudónimo Pire), de La Habana, “por la agilidad y tono burlón en el tratamiento del tema policial y a El segundo caso del señor Arcano, de Carlos Félix Alfonso Villasuso (pseudónimo de Rafael Claro), “por la creación de su personaje que linda entre lo detectivesco y lo literario”.
Con vista al Premio Literario Luis Rogelio Nogueras 2015, se convoca en el género de Literatura para niños y jóvenes.
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