Sesenta y dos años, se expresan y escriben fácilmente más, todo lo que han traído consigo para el pueblo de un Archipiélago antillano han sido y continúan siendo prueba fehaciente de un espíritu y dignidad indoblegables a toda prueba al limitar desde hace más de un siglo, y casi en frontera separada por pocas millas de mar y costas, al imperio económico, político y militar más poderoso del mundo. No obstante, a ello, y como bien expresara nuestro José Martí:

“Otros van para ahora y para luego, que es como se debe ver en las cosas de los pueblos, para quienes lo presente no es más que la manera de ir al porvenir”. (1)

Tal pareciera que a partir de cada prócer, héroe, mártir, combatiente clandestino existiese en cada ciudadano de este pueblo una fuerza genética revitalizadora, producto de una cultura secular riquísima en tradiciones e identidad. Sobre ella hay que puntualizar el ser un factor de unidad de nuestros valores patrios, una forma de enfrentar los hegemonismos, agresiones armadas, las acciones unilaterales –como es el criminal bloqueo económico, comercial y financiero, impuesto por cada una de las administraciones de Estados Unidos desde hace más de sesenta años–, y ser un elemento de preservación de nuestra integridad nacional.

Los cambios en el mundo hasta la fecha han sido y son otros, si con ellos incluimos la existencia de una pandemia que azota a todos los países del orbe y cuyas víctimas ya se cuentan por millones, en especial, aquellas que están de todo tipo de apoyo o de ayuda material o que padecen de hambre y de enfermedades de todo tipo.

Igualmente, en el actual contexto internacional en el que vivimos predominan tres vocablos: prepotencia, terrorismo y expansión o lo que es igual, el lenguaje de la guerra y, con él, el de las armas de destrucción y de exterminio masivo. Un contexto en el que la palabra y la posición de este pequeño Archipiélago caribeño deben y tienen que imponerse con mucha más fuerza y energía. Tarea nada fácil para los representantes de nuestra diplomacia revolucionaria encargados de la divulgación de la labor de Cuba en relación con su política exterior y de su convicción por el logro de vínculos más amplios y estrechos con las diversas redes de la sociedad civil existentes en el mundo.

Así, si la joven Revolución de Enero de 1959 liderada por Fidel y su programa martiano triunfó, a pesar de la existencia de un terrible régimen dictatorial –el mejor armado del continente–, habría que atribuírselo también a las enseñanzas y experiencias históricas que le antecedieron en tiempos de guerra, y de paz durante cortos períodos, y a los posteriores al triunfo con una serie de medidas en beneficio del pueblo, al igual que otras que obligaron –y que continúan obligando–, al estado y pueblo revolucionario a mantenerse en estado de alerta por la seguridad nacional.

A continuación, algunas noticias publicadas a los pocos meses del triunfo del Ejército Rebelde y de su máximo líder Fidel Castro Ruz, en los periódicos Hoy y Revolución (2) (luego, diario Granma), que así lo afirman:

Periódico Revolución, 13 de diciembre de 1960

Llevarán el nombre de Círculos Infantiles

“La Revolución continúa su avance. Ahora se anunció la creación de Círculos Infantiles.

“El Gobierno Revolucionario, preocupado por brindar a las familias cuantas comodidades sean imaginables, pondrá a funcionar, en breve, los Círculos Infantiles, cuya organización ha sido confiada a la Federación de Mujeres Cubanas, y que serán dedicados al cuidado de los niños de uno a seis años, según se anunció en el Ministerio del Trabajo. Tendrán derecho a ese beneficio todas las madres que trabajen fuera de sus casas, las que podrán estar seguras de que sus niños reciben durante el tiempo en que ellas están ocupadas, las atenciones que demandan los niños de esa edad. Los pequeños que estén al cuidado del personal especializado de los Círculos Infantiles, recibirán alimentación abundante y balanceada, educación pre-escolar y asistencia médica, lo que permitirá el correcto desarrollo de los futuros hombres y mujeres de la patria. A cada niño se le brindará amoroso cuidado y juguetes adecuados para su edad en ese período de formación. Será condición indispensable la que los niños permanezcan en el Círculo sólo el tiempo en que el trabajo de las madres les impida su atención, ya que se requiere que el niño no se desvincule del calor materno. Las madres que necesiten de los servicios de los Círculos Infantiles, podrán lograrlo mediante una pequeña cuota mensual, que fluctuará de acuerdo con el ingreso familiar.

“Con la finalidad de recolectar fondos, será inaugurado en los jardines el Capitolio Nacional, 17 de diciembre del año en curso al 7 de enero de 1961, inclusive, la Feria de los Círculos Infantiles, que ofrecerá incentivo para niños y adultos.

“Contará la feria con: circo, marionetas, bailes infantiles, un certamen de reinado para niñas y otros mil motivos de distracción. El dinero que se recaude ayudará a la instauración, a través de la Isla, de estos establecimientos que, bajo el nombre de Círculos Infantiles, vienen a resolver el problema de miles de madres que se ven imposibilitadas de trabajar porque no tienen con quien dejar a su hijo.

“El Gobierno Revolucionario, preocupado por brindar a las familias cuantas comodidades sean imaginables, pondrá a funcionar, en breve, los Círculos Infantiles, cuya organización ha sido confiada a la Federación de Mujeres Cubanas, y que serán dedicados al cuidado de los niños de uno a seis años, según se anunció en el Ministerio del Trabajo. Tendrán derecho a ese beneficio todas las 14 madres que trabajen fuera de sus casas, las que podrán estar seguras de que sus niños reciben durante el tiempo en que ellas están ocupadas, las atenciones que demandan los niños de esa edad. Los pequeños que estén al cuidado del personal especializado de los Círculos Infantiles, recibirán alimentación abundante y balanceada, educación pre-escolar y asistencia médica, lo que permitirá el correcto desarrollo de los futuros hombres y mujeres de la patria. A cada niño se le brindará amoroso cuidado y juguetes adecuados para su edad en ese período de formación.

“Será condición indispensable la que los niños permanezcan en el Círculo sólo el tiempo en que el trabajo de las madres les impida su atención, ya que se requiere que el niño no se desvincule del calor materno.

“Las madres que necesiten de los servicios de los Círculos Infantiles, podrán lograrlo mediante una pequeña cuota mensual, que fluctuará de acuerdo con el ingreso familiar.

“Con la finalidad de recolectar fondos, será inaugurado en los jardines el Capitolio Nacional, 17 de diciembre del año en curso al 7 de enero de 1961, inclusive, la Feria de los Círculos Infantiles, que ofrecerá incentivo para niños y adultos. Contará la feria con: circo, marionetas, bailes infantiles, un certamen de reinado para niñas y otros mil motivos de distracción. El dinero que se recaude ayudará a la instauración, a través de la Isla, de estos establecimientos que, bajo el nombre de Círculos Infantiles, vienen a resolver el problema de miles de madres que se ven imposibilitadas de trabajar porque no tienen con quien dejar a su hijo”.

Nuevo acto terrorista contra la Revolución

“Poco después de las siete y media de la noche del sábado 31 se produjo un nuevo acto terrorista, con el inicio de un incendio intencional por la segunda planta de la tienda La Época, situada en Galiano, Neptuno y San Nicolás, La Habana, donde las llamas destruyeron totalmente las cuatro plantas del establecimiento y el sótano, prolongándose hasta las cinco de la tarde del domingo primero, hora en que lograron los bomberos extinguir los últimos focos.

“En el curso de las investigaciones se procedió al arresto de doce empleados del establecimiento, ya que debajo de las mesas de trabajo de algunos de estos se halló fósforo vivo, y otros trabajaban en lugares donde no tenía acceso el público, y donde también se originaron focos de llamas, tales como los almacenes situados en la cuarta y quinta planta (...)

“El incendio del establecimiento La Época no tiene otra explicación. Es el odio neroniano, el odio selvático del imperialismo y de las oligarquías que se han desatado contra el pueblo, contra nuestro pueblo, que construye su patria liberada y está dispuesto a defender su justa obra a toda costa. “Pero no lograrán los poderes imperiales sus objetivos siniestros; no logrará hacer retroceder a nuestro pueblo; no lograrán detener el avance incontenible de nuestra Revolución, que es ejemplo y esperanza para los pueblos de América. Por el contrario, ante cada nuevo hecho de barbarie imperial, crece la conciencia revolucionaria; se hace más firme la actitud de nuestro pueblo; se fortifica el espíritu de lucha de los trabajadores, de los campesinos, de los jóvenes, de los patriotas.

“Interrumpiendo las tradicionales fiestas de fin de año en la noche del sábado, cientos de mujeres y hombres del pueblo, de milicianos, acudieron a La Época para prestar su cooperación en el heroico esfuerzo por sofocar las llamas destructoras provocadas por los agentes del imperialismo.

“Y a lo largo de toda la ciudad, de toda Cuba, al conocerse la nueva infamia, también se alzaron miles y miles de voces para demandar paredón justiciero en el caso de estos miserables que destruyen sus centros de trabajo, y a los hombres y mujeres de nuestro pueblo”.

Periódico Revolución, 2 de enero de 1961, pp. 4 y 9

Despedida del Año de la Reforma Agraria y bienvenida del Año de la Educación

“Faltaban pocos minutos para que terminara el año 1960. En el polígono de Ciudad Libertad en Marianao esperaban el Nuevo Año miles de maestros e invitados extranjeros, la alegría es inmensa. “Un enorme letrero con el lema martiano, que es el slogan del Ministerio de Educación Revolucionario: “Ser cultos para ser libres”, colocado en la parte superior del frontis del antiguo edificio del cuartel de Columbia de la tiranía, convertido por la Revolución en la sede del Ministerio de Educación, indicaba a todos los presentes la meta suprema de este Gobierno.

“Cuando el reloj marcó la medianoche y doce cañonazos indicaban a todo el pueblo de La Habana que estaba naciendo el año 1961, las catorce mil personas que disfrutaban de una criolla y suculenta cena en sus mesas situadas en el campo deportivo de la Ciudad Libertad, admiraron un espectáculo maravilloso: “Centenares de blancas palomas, las palomas de la paz y de la felicidad del pueblo cubano, surcaron el aire volando en distintas direcciones en toda la extensión del amplio campo. Inmediatamente, el cielo se iluminó con los resplandores brillantes de las luces de bengala y las letras lumínicas colocadas en la parte superior del edificio del Ministerio indicadoras del inicio del Año de la Educación, que comenzaron a girar produciendo impresionantes círculos de fuego.

“Jóvenes cubanas, alegres y felices, lanzaban al aire y sobre el estrado donde estaba la mesa presidencial pétalos de flores que caían sobre los hombros de las personas que integraban la mesa, en su mayoría, delegados de los hermanos pueblos que se encuentran en nuestra patria presenciando el maravilloso proceso transformador de Cuba y que han expresado personal y colectivamente su apoyo decidido a la Revolución Cubana y sus propósitos de defenderla en todos los frentes, incluso en nuestra propia patria con las armas en la mano en caso que fuera agredida por el imperialismo.

“En medio de tanta alegría se escucharon las notas del Himno Nacional, cantado por la enorme multitud congregada para tan fausto acontecimiento, que enardeció hasta el máximo el patriotismo y a los gritos de “Cuba sí, yanquis no”, “Patria o Muerte, Venceremos”, millares de platos de cartón lanzados al aire lucían como diminutos discos voladores. Era el sentimiento, la expresión de fe y de seguridad de un pueblo que despedía alborozado el fecundo Año de la Reforma Agraria, para dar la bienvenida al Año de la Educación que nace promisor y dinámico, porque la Revolución trabaja con incontenible velocidad. “Cuando el compañero Fidel llegó a Ciudad Libertad acompañado del capitán Antonio Núñez Jiménez, una estruendosa ovación se oyó en aquel ámbito de alegría y de entusiasmo. Los vivas a Fidel y a la Revolución se sucedieron durante varios minutos. La banda de música interpretó la Marcha del 26 de Julio, coreada por todos y que cerró el público con un estruendoso ¡Viva Cuba libre!

“Los asistentes disfrutaron además de una gran cena, de un show artístico selecto, donde actuaron los mejores artistas de la radio y la televisión, provocando la admiración de los visitantes extranjeros.

“Cuando se anunció que hablaría Fidel, un inmenso silencio reinó en la Ciudad Libertad. Había expectación por oír al Primer Ministro porque todos esperaban, como sucedió, que además de referirse al Año de la Educación, saludar a los maestros cubanos y trazar el plan de trabajo docente para 1961, diría algo sobre la amenaza de invasión inminente por parte de los Estados Unidos a nuestro territorio.

“Así termina el año de 1960 y comienza el 1961”.

Notas:

(1)Carta al Director de El Avisador Cubano. Nueva York, 6 de julio de 1885. T. 1,  181.

(2)Tomado de compilación de periódicos de la Oficina de Asuntos Históricos del Consejo de Estado.