Versatilidad, colorido, impacto visual, fuerza escénica y montajes coreográficos innovadores caracterizan el quehacer artístico de la joven compañía danzaria Havana Queens.
Conocida por el público cubano gracias a su participación en video clips de reconocidas agrupaciones musicales como los Van Van o Buena Fe, Havana Queens apuesta por un desplazamiento artístico representativo de un amplio espectro que va desde lo tradicional hasta lo más contemporáneo. El reto consiste en reflejar el devenir danzario y musical en Cuba, tomando, a su vez, lo más auténtico de las tendencias y formas de hacer dentro del ámbito internacional.
En una nación como la nuestra, donde se respira baile y música en cada rincón, no resulta sencillo encontrar ese “sello distintivo y único”: el talento es profuso y, como reconoce la directora y fundadora de la agrupación, Rosario García, “no puede negarse, en el medio artístico, la competencia existe”.
¿Cómo y cuándo decides crear la Compañía Havana Queens?
En 2009 me gradué de Danza Contemporánea en el ISA y pasé a integrar el Ballet de la Televisión Cubana, con Christie Domínguez. Al año y medio decidí fundar la compañía Havana Queens porque tenía otras inquietudes, otra manera de moverme, y quería expresar un poco más lo que yo sentía, mi forma de bailar, de pensar, mis conceptos… El Ballet de la TV ya tenía un sello y un estilo; me alejé un poquito de eso, pero sin perder todo lo que había aprendido allí.
Tenía mucha confianza en Christie Domínguez y me senté con ella, le presenté el proyecto, le expliqué en qué consistía, por qué quería hacerlo y le pedí su apoyo. A la maestra le encantó y me garantizó su ayuda. Para comenzar, me dio a escoger siete bailarinas de su compañía para la fundación de Havana Queens.
Empecé un 2 de abril de 2012. Además de la maestra Christie Domínguez me ayudaron muchísimas personas, sobre todo mis profesores del ISA: María del Carmen Mena, que me asesoró artísticamente; Noel Bonilla, que es dramaturgo y guionista; coreógrafos como Osnel Delgado, que en aquel momento era de Danza Contemporánea de Cuba; Eduardo Blanco, del Ballet Nacional y Eduardo Rosillo, del Ballet de la TV Cubana.
Existen numerosas compañías danzarias en el país de indiscutible calidad, avaladas por reconocimientos nacionales y fuera de nuestras fronteras. En este complejo panorama, ¿qué distingue a Havana Queens?
Desde el principio me propuse que las mujeres fueran lo más versátiles posible y que en la escena el público se impresionara por su capacidad de bailar diferentes estilos danzarios. La idea era empezar, por ejemplo, con una obra contemporánea y luego saltar a un flamenco para después caer en lo clásico.
Más tarde me di cuenta de que para realizar el espectáculo con mayor profundidad y exigencia necesitaba hombres. Entonces fui complementando con ellos dentro del espectáculo, aunque la fuerza histriónica siempre la tienen las mujeres, sin perder la sensualidad, la candidez y la belleza. Nuestro show empieza desde lo más tradicional, hasta lo más postmoderno y recorre todos los estilos posibles que ellos puedan transmitir y que yo pueda enseñar también. Me empapo mucho de otras generaciones, bebo de diferentes tendencias y técnicas e invito a coreógrafos internacionales que le puedan dar belly dance, hip hop, corrientes que aquí en Cuba no tienen mucho auge.
La agrupación se ha dado a conocer en Cuba, fundamentalmente, a través de sus apariciones en video clips de importantes músicos cubanos. ¿Cómo se ha producido esta incursión de Havana Queens dentro del audiovisual y sus colaboraciones con destacadas figuras del panorama sonoro en la Isla?
Cuando empezamos nos preguntamos de qué forma podríamos insertarnos en los medios para darnos a conocer a nivel nacional. En ese momento estaba en auge el tema de los Van Van, Un año después (La Costurera) y contactamos con Formell para producir el video. Estábamos buscando un realizador que supiera trabajar con la coreografía en un clip, porque no todos saben cómo efectuar el trabajo coreográfico. Encontramos a Ian Padrón, que era capaz de hacerlo, y fue el primer realizador que tuvimos. La experiencia resultó muy positiva porque La Costurera fue el video más popular de música bailable ese año.
Luego de que nos identificaran las personas que bailan ese tipo de música, que es casi toda Cuba, queríamos llegar a un público más universitario, y quién mejor que Buena Fe para trabajar con nosotros. Israel nos dio su CD y nos dijo que escogiéramos el tema que quisiéramos para el video. Fueron largos trabajos de mesa con Roclan como coreógrafo y Ian Padrón nuevamente en la realización. De ahí salió La culpa, que implicó una labor intensa, porque queríamos que la coreografía fuera realmente la protagonista, no como usualmente se hace en los clips a través de cortinas y más cortinas. Los bailarines eran lo más importante, porque narraban la historia.
Hoy ya tenemos más de 20 videos con diferentes realizadores: Joseph Ross, Charles Cabrera, Omar Leyva, Henri Soto y muchísimos más que nos han contactado directamente a partir del auge con estos clips. También hemos trabajado con muchos artistas internacionales y otros cubanos como Sexto sentido, Paulito FG, Elito Revé, Taira, Laritza Bacallao, son muchos.
Lo más reciente que hicimos en video clips fue Honky Tonk Woman, un homenaje a los Rolling Stones junto a músicos importantísimos del país como Alexander Abreu, Sexto Sentido, Luna Manzanares, con una disquera alemana cuyo interés era reflejar la Cuba de la actualidad.
A los bailarines les gusta mucho hacer clips; es una experiencia diferente a lo que se realiza en teatro y en shows nocturnos. El trabajo con la cámara, la gestualidad y los primeros planos nos ayudan a desarrollarnos profesionalmente.
Havana Queens cuenta con poco más de dos años de fundada. Sin embargo, en este corto tiempo, junto a su incursión en el video clip, ha protagonizado diversos espectáculos en los más importantes teatros de La Habana…
Sí, nuestra primera obra, llamada AnDanzas de Mujer, estaba concebida por cuadros: un cuadro folclórico, uno contemporáneo, otro de ballet clásico… Decidí invitar a los mejores referentes de cada estilo para que vinieran a montar a la Compañía. El espectáculo se estrenó en los teatros de la capital Miramar y Mella.
Después hicimos un programa-concierto de mezclas junto a músicos con los que estábamos trabajando esas coreografías: Ernesto y David Blanco, Buena Fe, Buenavista Social Club… fue una presentación variada que tuvimos que repetir porque funcionó y gustó muchísimo. Con los conciertos que hicimos junto a Buena Fe en su producción Dial también el público salió muy satisfecho. En general, las temporadas teatrales han sido de gran aceptación. Además del Mella y Miramar, nos hemos presentado en el Teatro Karl Marx,
el Nacional de Cuba y el Lázaro Peña.
Tenemos nuestras presentaciones diarias en el Havana Gourmet, el 2do piso del Centro Asturiano, donde nos visitan de todas partes del mundo. Allí estamos presentando nuestro espectáculo Bridge (Puente), que empieza con lo más tradicional y termina en la música más fresca y actual. Incluye danzón, cha cha cha, el Kímbara Kimbara de Celia Cruz, mambo, conga, pero no deja de tener a Qva Libre, la versión de Idilio por Leoni Torres, a Buena Fe, los éxitos cubanos actuales de música popular bailable, etc. Contamos, además, con la Orquesta de Havana Queens, que nos acompaña en vivo todo el tiempo.
Las giras internacionales las comenzamos ahora en abril, porque la compañía quería darse a conocer primero aquí, como es lógico. Para nosotros era lo más importante.
¿Cómo has afrontado el liderazgo de Havana Queens siendo tan joven?
Al principio fue muy difícil y aún lo sigue siendo, pero poco a poco vas encontrando los mecanismos y la manera de llegar a los bailarines, que son muchos, todos profesionales y varios mayores que yo. Tengo algunos régisseurs, ensayadoras y coreógrafos que me duplican la edad. Entonces, cómo llegar a esas personas, cómo llegar a las otras que tienen 18 años, cómo llegar a los bailarines de 30… para mí ha sido un reto enorme. He metido la pata millones de veces, me he llamado a capítulo, pero con el tiempo la experiencia me ha dado la manera de ir llegando a cada uno de ellos. Me falta muchísimo por aprender, pero creo que ya voy por el camino. El desafío más grande lo enfrenté a partir del momento en que asumí la coreografía, la dirección general, el vestuario, el diseño de luces y todo lo que tiene que ver con la producción del espectáculo Bridge.
También existen muchas compañías buenas nacionales que se empapan todos los días de actualidad y es un reto enorme podernos mantener en la preferencia del público y que lleguemos a los teatros y las personas pidan de nuevo otra temporada.
¿Qué proyectos conciben realizar durante el presente año?
Lo más inmediato es continuar en el Havana Gourmet y en el resto de los lugares donde trabajamos: Varadero, el Hotel Cohíba…
Con los videoclips tenemos un proyecto de pop que filmamos ahora con Isis Flores, algo que no habíamos desarrollado y en lo que vamos a incursionar.
En el ámbito internacional, haremos próximamente una gira por Turquía, con la mitad de los bailarines, que llevará un espectáculo bien tradicional. En octubre se va el resto de la compañía para uno de los grandes teatros de Zurich, a representar el espectáculo Bridge, donde incursionamos con el break dance y los callejeros. Vamos a desarrollar por primera vez esa experiencia para demostrar que en Cuba también se baila break dance, que hay hippies, repas, rastas, etc. Es la otra cara de Cuba, más allá de lo tradicional que ya se conoce del tabaco, el café y el manisero.
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