Para celebrar el Día Internacional de los Museos en este 18 de mayo del 2016, el Consejo Internacional de Museos (ICOM) convocó a la comunidad encargada de enriquecer, documentar, investigar y comunicar los más diversos bienes muebles del patrimonio cultural de una localidad, región o país, a repensar el vínculo que mantienen estas instituciones con el paisaje cultural en el que se insertan y del cual, de alguna manera, forman parte indisoluble. Más allá de la naturaleza de sus colecciones, de la significación del documento arqueológico, histórico, artístico, científico, etnológico o antropológico, los museos son sujetos de un texto cultural cuya dimensión desborda no solo el inmueble que le sirve de contenedor sino también los más distantes espacios geográficos.
En Cuba, tanto la red de museos del Ministerio de Cultura, como aquellos que organizan su actividad bajo la dirección de otros organismos, crearon un sistema de acciones para conmemorar esta trigésima octava edición del Día Internacional de los Museos, con la particularidad de que esta vez celebra la Isla el 90 cumpleaños del Comandante en Jefe, Fidel Castro Ruz. De ahí que la Vicepresidencia de Museos del Consejo Nacional de Patrimonio Cultural centrara su fiesta en la exposición Gracias por todo, Fidel, en el capitalino Museo de la Revolución.
Con la presencia de un público dedicado al cuidado y protección del patrimonio cultural en Cuba y en compañía de Julián González, ministro de Cultura y José Ramón Fernández, asesor del Presidente de los Consejos de Estado y de ministros, entre otros. Gladys Collazo, presidenta del Consejo Nacional de Patrimonio Cultural, inauguró la muestra expositiva agradeciendo a los colaboradores que desde diferentes centros la hicieron posible, en tanto Gracias por todo, Fidel reúne un conjunto de objetos y documentos vinculados directamente al Comandante en Jefe, exponentes históricos que se encuentran al cuidado y protección de varias instituciones del país y que aparecen en esta exposición acompañados de textos poéticos de Carilda Oliver Labra, Nancy Morejón, Eduardo Saborit y Raúl Gómez García, incluyendo 33 fotografías de Raúl Abreu Acuña.
El visitante a esta exposición podrá dialogar, en el Salón Dorado del Museo de la Revolución, con objetos de encomiable valía como la cuna de Fidel Castro Ruz, perteneciente a la colección del Sitio Histórico de Birán en Holguín; una copia del certifico de su nacimiento solicitada por su padre, Ángel Casto, el 1ro de abril de 1944 y el carnet que acompañó la líder revolucionario durante su encarcelamiento en el Presidio Modelo en Isla de Pinos, de la colección de la Oficina de Asuntos Históricos.
Para animar la presentación, el Coro Nacional de Cuba, bajo la dirección de la maestra Digna Guerra, presentó la obra Alma Llanera, y Corina Mestre Vilaboy y Alden Knight sumaron al homenaje fragmentos de poemas de Carilda Oliver Labra y Nicolás Guillén.
Por el Día Internacional de los Museos fueron reconocidos por su contribución a la museología el doctor Antonio Tope Montero, jefe del Departamento Técnico Metodológico del Centro Provincial de Patrimonio en la ciudad de Holguín; el máster David Soler Marchan, museólogo, profesor e investigador del Patrimonio Cultural y subdirector del Centro Provincial de Patrimonio Cultural en Cienfuegos; Gladys Rodríguez Ferrero, museóloga, investigadora y escritora del Consejo Nacional de Patrimonio Cultural; el licenciado César Martín García, director del Parque Nacional La Demajagua, en Granma y José Rolando La Rosa Cabrera, director del Museo Municipal de Colón, en Matanzas.
El Museo de la Revolución tiene por sede el ecléctico edificio construido para Palacio Presidencial en los primeros años de la República Neocolonial, una institución inmersa en un paisaje cultural de suma riqueza. Basta señalar que frente a estos edificios se encuentran dos signos cuya historicidad responden a la defensa de La Habana Colonial en el siglo XVIII, y a la Conquista del Socialismo en Cuba con la Victoria de Girón en 1961. Ambas posturas, signo de patriotismo en diferentes instantes de la Historia de Cuba, laten, en el primero de los casos, en un conservado fragmento de la Muralla que delimitaba el área intramuros de extramuros de La Habana; el segundo, en el tanque “SAU-100 soviético, con el cual Fidel logró impactos directos sobre el buque Hosuton equipado por la Agencia Central del Imperialismo Yanqui (CIA) para la invasión mercenaria por Girón en abril de 1961”.
Pero el diálogo del Museo de la Revolución con el paisaje cultural cifrado en la ciudad parece no encontrar límites. En el borde de los municipios Habana Vieja y Centro Habana, poseen los cubanos un patrimonio de connotada diversidad; un texto accesible a los más heterogéneos de los públicos por encontrar expresión en los más diversos lenguajes. Arquitectónicamente, en dirección al Museo de la Revolución desde el Parque Central José Martí, encontrará el transeúnte en la calle Ignacio Agramonte no. 257, el Museo de los Bomberos en la República de Cuba, construcción colonial que en su sala principal exhibe el “Carro Bomba Raimundo Cabrera”, signo de modernidad tecnológica adquirido por don Raimundo Cabrera Bosch a la compañía inglesa Mary Weather, artefacto recibido en la antigua estación de Villanueva por la Banda Municipal en 1894; mientras en su fondo, en la calle Avenida de Bélgica, sobresale el moderno Edificio Bacardí, paradigma del Decó cubano. Entre esas calles, apenas una cuadra después, el Museo Nacional de Bellas Artes con su colección cubana.
Para cerrar este trabajo, en el 121 aniversario de su caída, dos testigos de la memoria vinculados a Martí en el paisaje cultural que acompaña al Museo de la Revolución: En el vestíbulo del inmueble, la muestra expositiva Fe, esculturas en metal del artista de las artes plásticas Kamyl Bullaudy; fuera del edificio, en una callejuela que conduce a La Habana Vieja, la Iglesia del Santo Ángel Custodio, donde el 12 de febrero de 1853 el presbítero don Tomás Sala y Figuerola bautizó “solemnemente” a nuestro José Julián Martí Pérez.
Felicidades a todos aquellos que en vínculo con los museos miran con agudeza el entorno cultural del que forman parte. Felicidades a quienes ponen en valor el patrimonio cultural de la nación.
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