Regionalismos argentinos de la provincia de San Juan
Mi amigo argentino Óscar Mielnichuk me envió un nuevo vocabulario, esta vez el Diccionario de regionalismos de San Juan, que tiene unas 370 páginas, y sus autores son César Eduardo Quiroga Salcedo y Graciela García de Ruckschloss, por cierto, apellido bien extraño.
La provincia argentina de San Juan tiene una superficie de casi noventa y dos mil kilómetros cuadrados, y se le puede comparar al tamaño de Portugal; sin embargo, solamente tiene unos seiscientos ochenta y dos mil habitantes. Limita con otras tres provincias de su país: al norte y al este, con La Rioja; al sureste, con San Luis; al sur, con Mendoza, y al oeste, con Chile.
En la provincia de San Juan fue donde nació ese patricio argentino llamado Domingo Faustino Sarmiento (1811-1888), autor de varias obras, entre ellas Facundo, y quien llegó a ser presidente de la nación. Sarmiento contaba con un ayudante joven, cubano, a quien apreciaba mucho, Ramón Roa (1844-1912), el abuelo de nuestro Canciller de la Dignidad, Raúl Roa. El ayudante de Sarmiento, cuando supo que el 10 de octubre de 1868 se había dado el grito de independencia en Cuba, optó por renunciar a su importante puesto y llegarse hasta su isla amada para incorporarse a la lucha. Llegó a tener un cargo en el Gobierno de la República en Armas.
Son muchas las voces y locuciones que integran el patrimonio lingüístico de la provincia de San Juan, y varias de ellas nada tienen que ver como se habla ni en otras zonas argentinas ni en otros países hispanoparlantes cercanos.
Ahora voy a comentar, de ellas, las relacionadas con el cuerpo humano y con las enfermedades:
- Apunarse: Se dice de ‘indisponerse el cuerpo por la altura’. Sucede cuando una persona sube a lo alto de cualquier montaña o llega a alguna localidad que esté en las alturas.
- A la ‘placenta de la mujer’ se le conoce de dos maneras: las pares o los pares.
- Quisquido o quisquida es el calificativo que se dice de la ‘persona que padece estreñimiento’.
- Con la voz costado se nombra a la ‘pulmonía’.
- A la ‘bronconeumonía’ se le denomina puntada o puntada de costado.
- Con la frase morir de bienestar se quiere decir ‘morir repentinamente, sin haber padecido enfermedad alguna’.
- Con el vocablo pupo se identifica al ‘ombligo’.
- La voz churretera equivale a ‘diarrea’.
- Se le nombra frisiura al infarto cardiaco.
- Con el vocablo insulso se denomina a algo imprevisto, como ‘accidente, enfermedad repentina, entre estas el infarto’.
- Atraso se le llama al ‘fallecimiento de algún familiar’, y con la locución andar o estar de atraso, se alude a la ‘situación de pérdida de un familiar y también de un amigo o vecino muy estimado’.
- Tiene un nombre muy original la ‘apendicitis’, es: Indigestión cerrada.
- Y la ‘acidez estomacal’ lleva por nombre vinagrera.
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Algo acerca de la voz burocracia
Uno de los significados del vocablo burocracia es ‘administración deficiente a causa del papeleo, la rigidez y las formalidades superfluas’. Según se asegura, uno de los lugares más célebres por su culto a la burocracia, es la Santa Sede. Se dice que en cierta ocasión, un periodista preguntó al papa Juan XXlll (1881-1963) cuánta gente trabajaba en realidad en el Vaticano. El papa, malentendiendo el inocente sentido de la pregunta, respondió con sinceridad: “Calculo que menos de la mitad”.
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