Convocado por la prestigiosa escritora Aitana Alberti, el espacio Fe de Vida: Imagen y Palabras, del Centro Cultural Dulce María Loynaz, en esta capital, abordó este julio el tema: "La izquierda divina (Gauche divine) de los años 60 en Barcelona”.
Ilustrado con la proyección de un Power point, dicho tema estuvo a cargo de la Doctora en Filosofía y Letras Mercedes Mazquiarán de Rodríguez, Profesora Emérita de la Hofstra University y Profesora Adjunta de Idioma Español en esa Universidad estadounidense.
La Gauche Divine fue un movimiento de intelectuales y artistas de izquierda que se extendió por la Barcelona de los años sesenta y comienzos de los setenta. El grupo estuvo ligado al movimiento cinematográfico denominado Escuela de Barcelona. El escritor y periodista Joan de Sagarra fue quien bautizó al grupo con el nombre de Gauche Divine en las páginas del periódico Tele/eXprés, en octubre de 1969, a raíz de la fiesta de presentación deTusquets Editores en el Price.
La mayoría de sus miembros provenía de la alta burguesía de la capital catalana. Entre ellos se encontraban escritores y poetas como Félix de Azúa, José María Carandell, Ana María Moix, Terenci Moix, Jaime Gil de Biedma, José Agustín Goytisolo y Rosa Regàs; arquitectos y diseñadores como Óscar Tusquets, Ricardo Bofill, Oriol Bohigas y Elsa Peretti; cantantes como Guillermina Motta, Raimon y Serrat, fotógrafos como Colita o Xavier Miserachs y Oriol Maspons; modelos como Teresa Gimpera o Isabel Gil Moreno de Mora...
Así, y a través de un viaje (en proyección audiovisual) de casi dos horas a la Barcelona de los años sesenta, junto a un grupo de jóvenes de esa ciudad, cada uno de los asistentes a Fe de Vida, pudo confirmar, una vez más, sobre la valía de aquellos, su talento y sinceras y abiertas acciones en la búsqueda de reivindicaciones socio-políticas, dentro de un contexto eminentemente cultural.
Al respecto la doctora Mazquiarán de Rodríguez, destacó que La izquierda divina (Gauche divine) de los años 60 en Barcelona, “debe ser vista como un fenómeno socio-cultural durante una década que convulsionó a las sociedades europeas y de Estados Unidos. Estos hicieron contracultura, al proclamar absoluta libertad sexual, transgredir costumbres y modos de actuar. Su legado más importante radica en la creatividad que les animaba, centrando sus esfuerzos y aspiraciones en la modernización de la cultura, y en su empeño de crear una vanguardia cultural”.
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