Yo tengo una percepción histórica de lo que significa la Revolución Cubana, para mí. Una de las grandes frases, la expresó Francisco Vicente Aguilera cuando dijo: “Nada tengo, mientras no tenga Patria”. Era un hombre que le entregó todo a la causa de la Revolución.

Los principios enarbolados por Céspedes y Agramonte, son los principios que dieron origen a esta Revolución. Estados Unidos siempre ha estado en el proyecto de anexar a Cuba o en el proyecto de gobernarla o dominarla y, desdichadamente, todos estos proyectos responden a una larga estela de circunstancias, en las que Estados Unidos ha estado pretendiendo destruir las bases de la independencia de Cuba y las bases esenciales de la autodeterminación cubana.  

Cualquier episodio de esta naturaleza es una operación montada desde fuera, con el fin de destruir los valores históricos de la nación cubana y hacer retroceder al pueblo cubano, a un estadio terrible, como lo fue el capitalismo de la República burguesa.

De modo, que el sentimiento que me embarga a mí, es la necesidad de que comprendamos mejor nuestra historia, que estudiemos más a fondo las raíces de la identidad cubana y que tengamos el valor suficiente para defender los principios de una Revolución que nos ha devuelto el ser nacional, cualquier otro error que pueda cometerse puede ser discutido.

Lo que no se puede permitir, de ninguna manera, es que los Estados Unidos vuelvan a gobernar o a intervenir en los asuntos internos de la nación, esto creo que es muy importante porque tiene que ver con la cultura que es el estandarte que garantiza nuestra libertad, nuestra identidad, que incluye valores históricos y sociales.

El pueblo puede encontrarse en circunstancias, en la que puede sentirse confundido, por lo que hay que seguir profundizando en la cultura cubana, en las raíces de nuestra historia, para entender que no podemos permitir que, desdichadamente, ocurran acontecimientos en los que se ponga en juego la libertad y la soberanía de Cuba.