Con la proyección del documental Evocación, de Lourdes Prieto, el 41 Festival Internacional del Nuevo Cine Latinoamericano rinde tributo hoy al Instituto Cubano del Arte e Industria Cinematográficos (Icaic) para celebrar los 60 años de su fundación.
El audiovisual de 57 minutos registra los primeros años del Icaic a través de la vida y obra de una de sus figuras más carismáticas: el promotor y director de relaciones internacionales Saúl Yelín.
La institución quedó constituida en la primera ley revolucionaria en el ámbito cultural (la #169) firmada en 1959 por el líder cubano Fidel Castro, junto a otras autoridades del momento.
Aquella norma define el carácter, estrategia y propósitos que caracterizarían a la realización cinematográfica en este país, a partir del presupuesto de que “el cine es un arte”.
El artículo primero de la ley dejaba en claro el propósito de “organizar, establecer y desarrollar la Industria Cinematográfica, atendiendo a criterios artísticos enmarcados en la tradición cultural cubana y en los fines de la Revolución”.
El Icaic propició la formación y consolidación de profesionales del cine relevantes para el continente y buscó exhibir obras de la cinematografía internacional con el objetivo de elevar los referentes culturales de los espectadores: el pueblo en general.
Gracias al esfuerzo de la entidad, un sistema de Unidades Móviles llevó el cine de forma gratuita a los lugares más intricados y distantes del país, para que fuese accesible a todos.
Las acciones que ameritan destaque serían múltiples, habría que elaborar para ello una serie; pero el documental de Prieto introduce bien en las bases, el inicio de una institución clave para el desarrollo del séptimo arte en Cuba y el continente.
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