Este domingo concluyó, en el céntrico y capitalino Pabellón Cuba, la XVIII Feria de Arte en La Rampa, donde miles de personas concurrieron desde el pasado 6 de julio para no solo disfrutar de las disímiles artesanías artísticas que allí se ofertaron, sino también divertirse, en un ambiente sano y culto, a través de las presentaciones de destacados exponentes de la cultura cubana.
El Fondo Cubano de Bienes Culturales (FCBC), la Asociación Hermanos Saíz (AHS) y numerosas instituciones del Ministerio de Cultura, principales organizadores de este encuentro anual, acometieron variados esfuerzos por sostenerlo entre las principales atracciones del período estival. En honor a la verdad, a pesar de las dificultades y adversidades ya lógicas ante la programación de cualquier eventualidad artística, estas entidades han logrado consolidar ese espacio que, sin duda, hace honor a su signo principal: la Feria de la Cultura Cubana.
Como tradicionalmente lo ha conseguido, Arte en La Rampa 2017 cumplió un extenso y variopinto programa semanal de promoción artística, paralelo a las muestras artesanales en exhibición, con la presentación de prestigiosas figuras de la música, la danza, el teatro, las artes plásticas, la moda, la literatura, el cine, la creación para niños y muchas otras manifestaciones, en espectáculos que convirtieron a la popular esquina de 23 y N, en El Vedado, en uno de los puntos preferidos, durante este cálido verano, por los jóvenes y por los que ya peinan canas.
En los horarios establecidos para cada espectáculo —de martes a viernes, de 2:00 p.m. a 8:00 p.m.; y sábados y domingos, de 10:00 a.m. a 8:00 p.m.—, se apreció la concurrencia de familias completas, que igualmente pudieron adquirir, en la medida de las posibilidades de sus bolsillos, numerosos productos gastronómicos y algunos que otros artículos confeccionados por las hábiles manos de selectos creadores cubanos, en su mayoría pertenecientes a la Asociación Cubana de Artesanos Artistas (Acaa).
A la tremenda festividad de promoción cultural contribuyeron —tal provechosa costumbre— Artex, con sus útiles productos, en su generalidad de uso doméstico y escolar; la Empresa de Grabaciones y Ediciones Musicales, con presentaciones de discos de alta demanda; el Consejo Nacional de las Artes Plásticas y Génesis Galería, en coordinación con el FCBC, con la venta de reproducciones de obras de célebres artistas cubanos; la Casa de las Américas y el Instituto Cubano del Libro, con novedosas ediciones de libros y revistas; el Instituto Cubano de Radio y Televisión, con su destacada participación en el sitio Encuentro con…, instalado en el Salón de Mayo, y las conversaciones en La Pérgola; y el Instituto Cubano del Arte e Industria Cinematográficos (Icaic) con diversas propuestas relacionadas con el séptimo arte; amén de las ofertas de los artesanos artistas —el plato fuerte de esta convocatoria del FCBC— con productos de altos valores estéticos y utilitarios, tales como calzados, vestuarios, bisuterías, adornos, lámparas y muchísimas opciones más.
El jazz, el danzón, la canción romántica y el son, además de otros géneros del pentagrama musical de la nación, estuvieron en Arte en La Rampa, la cual en esta edición estuvo dedicada a la trova y al Festival Mundial de la Juventud y los Estudiantes, y fue escenario de la celebración del Día de los Niños, y del Día de la Rebeldía Nacional, el 26 de julio. En homenaje al aniversario 91 del natalicio del líder histórico de la Revolución cubana, Fidel Castro Ruz, igualmente se realizó una amplia y diversa programación especial.
Como expresa el viejo refrán popular “lo que sucede conviene”, la apertura del evento tuvo que posponerse debido a las serias afectaciones en los techos del Pabellón Cuba, por las intensas lluvias del mes de junio, situación que movilizó no solo a sus organizadores, sino también a otros organismos del Estado, con el apoyo del Partido, para que en breve tiempo los trabajadores de la Empresa Eseo, del Ministerio de Cultura, emprendieran las labores de reparación en la cubierta de la instalación, y así crear óptimas condiciones en la ubicación de los más de cien stands de los artesanos y artistas, y las empresas culturales, y garantizar la oferta permanente de bienes y servicios durante los dos meses de duración de la Feria.
Tal como lo vaticinó Arturo Valdés, director del FCBC, la XVIII Feria de Arte en La Rampa fue acogida en un escenario mucho más elegante. En tanto el lugar quedó listo para albergar en sus espacios a otros importantes encuentros de la cultura cubana, entre estos la venidera Feria Internacional del Libro.
Particular destaque merecen las convocatorias a eventos similares en el resto de la nación, en las que las respectivas filiales del FCBC desarrollaron semejantes presentaciones de acuerdo con sus características específicas.
Al término de Arte en La Rampa a sus organizadores les queda la satisfacción de haberle ofrecido al pueblo, durante este verano, una valiosa oportunidad para el disfrute y el esparcimiento espiritual.
Punlicado: 3 de septiembre de 2017.
(Tomado del periódico Trabajadores)
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