Félix Benjamín Caignet, bien calificado por los críticos como Padre de la Novela Radial de Cuba, nació y creció hasta su adolescencia entre haciendas y cafetales al ser descendiente de una familia franco-haitiana acaudalada, perteneciente a la provincia oriental de Santiago de Cuba.

Según confesó años después, durante una entrevista televisiva que se le realizara, desde muy pequeño se nutrió de las historias y acontecimientos cotidianos de los pobladores de su querida provincia –algunos reales como antepasados y otros ficticios--, y de sus creencias religiosas, para más tarde lograr trasladarlas hasta llegar a hacerlas imprescindibles en su escriturao narrativa radial.

Fue así cómo todo ese contexto casi mágico, en ocasiones impensable, pero creado a partir de personajes con determinados valores humanos, y repleto de contradicciones, fueron forjando con el tiempo una serie de hilos de transmisión psicológica y social, ante un público siempre vulnerable y propenso al logro de aspiraciones y deseos.

Es en 1914 en que se inicia en el mundo periodístico y realiza reportajes en los tribunales del antiguo Poder Judicial de Santiago de Cuba, mientras aprovecha su tiempo para publicar en la prensa de géneros literarios diversos como poemas, cuentos infantiles e historietas. Cada uno de ellos aparecidos en medios de difusión como El diario de Cuba, El Fígaro, la revista Bohemia y El Sol.

En lo que respecta a la Radio, su indiscutible talento profesional le convoca a crear un personaje que hace época, el detective chino Chan Li Po.

Sus inicios en la radio santiaguera lo definen como el gran creador de un personaje que hizo época en la señal radiofónica: el detective chino Chan Li Po, considerado hoy el primer personaje del género policíaco radiado en Cuba y transmitido en 1934 por la emisora CMKC.

Asimismo y, entre sus más significativos aportes al desarrollo de la narrativa radial estuvo la introducción que efectúa en los guiones de un narrador –voz en off--, como elemento esencial de las radionovelas que aún perdura en este continente. Elemento que utilizó con antelación durante una serie infantil (Chilín y Bebita), también creada por él.

Mas, el reconocido calificativo de Padre de la Novela Radial de Cuba, se le concede no sólo por sus patrocinadores teniendo en cuenta sus méritos profesionales y artísticos, sino también y en lo esencial por el pueblo, el crítico más sabio y sagaz de la Cultura nacional y juez primordial de sus legítimos valores humanos. Y esto ocurre en 1948.

En ese año se inicia por vez primera la difusión de una novela a nivel nacional y latinoamericano, El derecho de nacer, la que irrumpe en cada hogar cubano y de este otro lado del mundo con un altísimo rating de radiodifusión; algo que para muchos patrocinadores y dueños de emisoras llegó a ser algo inexplicable. Incluso, aún hoy.

El derecho de nacer –se estrena el primero de abril de 1948 por la CMQ; es llevado a largometraje en 1952 y, seguidamente, por prestigiosas productoras extranjeras--, constituye para muchos, por su estilo narrativo, un indudable paradigma de la comunicación de todos los tiempos; en específico, por la forma en que llega a nutrir la sensibilidad de cada espectador.

Según algunos críticos, el pilar fundamental de El derecho de nacer –la radionovela más exitosa de todos los tiempos--, se basa en la “excelente utilización del lenguaje metafórico, para llegar a la sensibilidad del público”, y “ser una invención colectiva del pueblo de La Habana”.

Del talento creativo y artístico de Félix B. Caignet también surgieron otras obras: Aladino y la lámpara maravillosa (1941); El precio de una vida (1944); El ladrón de Bagdad (1946); Peor que las víboras (1946); Ángeles de la calle (1948); Pobre juventud (1957); La madre de todos (1958). Amistad con Hy Pero nació, quedaron inconclusas, cuando el 25 de mayo de 1975 dejó de existir físicamente.

Félix B. Caignet también se destacó como compositor de populares canciones y boleros, entre ellos se incluyen: Te Odio (interpretada por la afamada Rita Montaner); Mentira, Carabalí, Montañas de Oriente, Quiero Besarte, En Silencio, Frutas del Caney– esta última, una de las más emblemáticas, interpretada por el Trío Matamoros--, además de la canción infantil El ratoncito Miguel.

Félix Benjamín Caignet: poeta, periodista, escritor, compositor, cantante, actor y, ante todo, uno de los principales baluartes de la Cultura nacional, y de haber tenido el derecho de nacer como Padre de la Novela Radial de Cuba.