Liderado por Felipe Dulzaides, Centro Bahía es un Proyecto de Desarrollo Local surgido en el municipio capitalino de Regla, cuya primera acción, de carácter arquitectónico, él la sitúa en el rescate del inmueble del siglo XVIII que ocupa su taller, una edificación de incuestionables valores patrimoniales ubicada en la calle Santuario número 21.
Durante dos días se estará desarrollando allí el I Encuentro de Actores Culturales, evento que ha sido incluido dentro del programa de la Experiencia 1, primera de las tres etapas en que está estructurada la 14 Bienal de La Habana.
Acerca de este nuevo sueño que lo impulsa hablamos con el artista visual, quien heredó de su padre no solo el nombre, sino también el espíritu abierto y la libertad creativa con que aquel descolló en el jazz.
_¿Cuáles son los objetivos que persigue el proyecto y quiénes lo integran?
“Centro Bahía es un proyecto que, primero que todo, es una colaboración; es un taller de creación colectiva interdisciplinaria que tiene la intensión de interactuar con varios aspectos del contexto donde está emplazado.
Sería bien largo tratar de dilucidar todos estos aspectos, pero la intención es clara en el sentido de que queremos interactuar con el contexto a partir de las investigaciones que hacemos y del desarrollo de las ideas que van surgiendo. Es un camino de diálogo y de participación en el momento ya de ejecutar los proyectos de la comunidad.
Por ahí es por donde va lo que estamos explorando porque, realmente, un proyecto de arte no tiene un rumbo, un objetivo completamente definido; es una exploración, un viaje a lo desconocido, la intención de un hacer”.
_¿Con qué propósitos han convocado a este evento?
“El evento es una especie de plataforma para crear una situación en la que podamos todos conocernos, intercambiar ideas, conocer a ciencia cierta determinados proyectos que tienen que ver con el área, los cuales van a ser presentados por las personas que los dirigen; crear un ambiente agradable de conversación, de diálogo, de conocimiento. Y no creemos que realmente se logre algo con eso. Ya reunirnos, que estemos todos ahí, es un logro.
Ahora, las posibles colaboraciones que surjan y lo que surja de ahí, hasta ahí, es un territorio desconocido. Lo importante es que nos reunamos, algo que está basado en una necesidad del territorio de que los artistas, los creadores, las personas que atienden las instituciones hallemos un lugar para encontrarnos y hablar”.
_¿Qué rol desempeña el arte dentro de este proyecto interdisciplinario?
“El arte está dentro del proyecto de una forma más bien implícita, no explícita. Estamos realmente abordando problemáticas y como, por supuesto, dentro del equipo hay un artista, hay un arquitecto, hay historiadores de arte, hay sociólogos, se intercambian las distintas experiencias y vamos realizando intervenciones que no tienen una dirección única, sino que van en distintas direcciones. Es un proyecto que invita además a la colaboración.
Por ejemplo, estamos presentando un video desarrollado con una bailarina de Danza Contemporánea de Cuba, Laura Ríos, una joven muy talentosa, en el cual he colaborado con una obra.
También estamos haciendo una película con el gran Juan Carlos Alón, un pionero del cine artesanal independiente cubano que tiene una obra muy sólida en la fotografía y en este tipo de cine que es con revelado a mano.
La película es sobre las casas de madera que hay en Regla, donde existe el mayor número de ese tipo de construcción en La Habana. Estamos haciendo un censo de ellas, las estamos fotografiando y a partir de ahí vamos a hacer una película que será un retrato de estos inmuebles que poco a poco van desapareciendo, porque el mantenimiento de la madera es muy difícil y entonces la gente construye con mampostería por dentro”.
_¿Cómo valoras su presentación dentro de la 14 Bienal de La Habana?
“Esta es la primera vez que participo no de manera individual, sino dentro de un proyecto en equipo que es Centro Bahía. Es una iniciativa de mi taller, pero es un equipo de trabajo interdisciplinario.
Para mí es una oportunidad para desarrollar un nuevo proyecto que va más allá de la Bienal. La Bienal nos sirve como una oportunidad para hacer algunas acciones y dialogar con el público local a través de ellas y de un programa que estamos realizando con la comunidad de esa área y con los artistas y las personas interesadas en la cultura en Regla.
También es una oportunidad para que la gente venga a Regla, no solo a visitar la iglesia o algún familiar, sino también a disfrutar de la cultura, del arte, de la experiencia, porque Regla es un contexto extremadamente rico en muchos aspectos y ese contexto rico es lo que estamos explorando, aprendiendo de él, reflexionando y dialogando con él a partir de las acciones, las intervenciones que realizamos”.
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