Un intercambio de experiencias con internacionalistas que cumplieron misión en Nicaragua durante el proceso revolucionario, desde 2006, y mucho antes, ocurrió en la Casa del Alba, coordinado con la Embajada de Nicaragua en Cuba.
Fueron historias entrañables de esas personas que se desempeñaron allá en el área educativa o brindando servicios de salud pública, reconocidas por el "sacrificio y el aporte de los internacionalistas cubanos y de otras latitudes del mundo que han hecho su contribución a la Revolución Popular Sandinista".
Con una bailarina, grupos musicales, videos alusivos a la experiencia y canciones de intérpretes de la Empresa Comercializadora de la Música y los Espectáculos “Ignacio Piñeiro” de Cuba también se celebró el evento. El señor Embajador de Nicaragua en la Isla, Alejandro José Solís Martínez, presentó además sus cartas credenciales durante el encuentro.
Nicaragua celebrará otro aniversario del triunfo de la Revolución Popular Sandinista, suceso que marcó el final de la dictadura somocista que gobernó al país por más de tres décadas. La Revolución Sandinista de 1979 tomó su nombre del movimiento guerrillero que lideró la lucha armada en contra del gobierno de la época, el Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN). El FSLN tomó el suyo de Augusto César Sandino, el patriota nicaragüense que a inicios del siglo XX recurrió a la guerra de guerrillas para luchar contra la intervención estadounidense en Nicaragua.
Fundado a inicios de la década de 1960 como una organización político-militar de izquierda, el FSLN fue uno de los muchos movimientos guerrilleros inspirados por la Revolución cubana que surgieron en el continente durante esa época. Ambas revoluciones encarnan con simbolismo el ideal de la lucha libertaria.
Médicos como Orelvis Martínez, gastroenterólogo del hospital Manuel Fajardo, compartieron sus anécdotas de colaboración con Nicaragua, que datan de hace 38 años: "Yo llegué en julio de 1984, o sea, todavía no se habían cumplido los primeros 5 años de la Revolución sandinista. Los salones de operaciones eran los propios camiones. Ahí atendíamos a los pacientes en esos hospitales improvisados de campaña que estaban sugiriendo una desatención histórica".
Así fue narrando su rol como médico de las fuerzas sandinistas de Jinotega en 1984, durante la guerra contra el pueblo y gobierno de la nación centroamericana. Midalvis, por su parte, es otra doctora que integró el panel y contó sus anécdotas: "Prácticamente no teníamos descanso, y hacíamos de todo para llegar a las casas situadas en los lugares más inhóspitos a las personas con discapacidad. Pero no solo éramos cubanos, la brigada estuvo integrada por más de 200 incluidos nicaragüenses. Fue una experiencia única que guardo como un recuerdo muy grato tratando de no solo atender los problemas médicos sino también los sociales. Aprendimos unos de otros. Me hizo mejor médico y mejor ser humano".
Emma Gilbert integró en 1979 el primer contingente Augusto César Sandino, como maestra. Participó en la realización de un censo para identificar a los niños y jóvenes que nunca habían acudido a una escuela en Nicaragua, construir centros de enseñanza y conformar el colectivo de profesionales involucrados en la Campaña de Alfabetización. Tendría en ese entonces 20 años.
La experiencia histórica de la revolución en Nicaragua es una de las enseñanzas más significativas para los movimientos sociales en el mundo y en particular para la izquierda, porque se rompió con los viejos esquemas de los partidos comunistas.
Se sentaron las bases de una nueva izquierda que logró establecer una relación dialéctica entre los instrumentos para una comprensión objetiva de la realidad nacional y la tradición de lucha del pueblo. Así, se lograban sintetizar las esperanzas y utopías en la acción y el pensamiento de Sandino.
El apoyo de Cuba resultó más notorio tras la derrota de las fuerzas enemigas y la llegada de profesionales cubanos a la nación centroamericana. No se puede olvidar que el control de Nicaragua siempre fue clave, tanto por el antecedente de la lucha de Sandino y otras expresiones de resistencia, como por su posición estratégica para la construcción de un canal interoceánico. Con la Revolución Sandinista finaliza el ciclo de las revoluciones armadas en América Latina, que se inició con la revolución mexicana de 1910 encabezada por Emiliano Zapata y Pancho Villa. Su legado está presente en la imagen de la entrada de los guerrilleros a Managua aquel 19 de julio de 1979 para tomarse el cielo por asalto.
La Revolución Cubana fue un tema casi invisibilizado en la Nicaragua de los Somoza hasta aproximadamente 1965, siete años después de la transformación social y política liderada por Fidel.
El 19 de julio desde una secundaria básica en Regla se celebrará el aniversario, desde Cuba, de liberación de Nicaragua.
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