El venidero miércoles 29 de diciembre, se conmemoran 90 años  del debut escénico de Alicia Alonso, por tal motivo, y en homenaje al aniversario 101 de su natalicio, se realizará en el Teatro del Museo Nacional de Bellas Artes un conversatorio sobre el libro El arte coreográfico de Alicia Alonso, de la autoría del doctor Pedro Simón, que recién ha publicado Ediciones Cumbres de Madrid.

El debut de la bailarina tuvo lugar  el 29 de diciembre de 1931, como parte del elenco del célebre ballet La Bella Durmiente, en el Teatro Auditorium de La Habana, hoy teatro Amadeo Roldán; la futura leyenda del ballet universal contaba solo con 11 años.

El arte coreográfico de Alicia Alonso se presentó recientemente en el Teatro Valle  Inclán de la capital española, como parte del XXII Salón Internacional del Libro Teatral.

Este libro cuenta, en sus más de 800 páginas, con valiosas ilustraciones y las consideraciones de cerca de 30 destacados  expertos y críticos que revisan y evalúan un segmento apreciable del universo coreográfico, fruto del talento, inspiración y experiencia de la Maestra.

En el conversatorio intervendrán los periodistas y críticos Pedro de la Hoz y Yuris Nórido, que profundizarán en el título y en la admirable obra de la prima ballerina assolutta.

Los organizadores del encuentro han anunciado que  se obsequiaran ejemplares del volumen a los autores de los trabajos que lo integran, y a la par a un  grupo de personalidades de la cultura.

Como una manera de socializar la meritoria información que contiene este texto de consulta, se donarán algunos ejemplares también a importantes bibliotecas de la Isla.

La relevancia de  este nuevo libro del investigador, profesor, crítico y escritor  Pedro Simón, es que por vez primera se compilan datos, análisis, apreciaciones e informaciones acerca de la vasta creación coreográfica de Alicia Alonso y, además de sus sólidas condiciones como bailarina y directora del Ballet Nacional de Cuba.

Esta conmemoración ha sido organizada por el Ballet Nacional de Cuba, con la colaboración del Museo Nacional de la Danza, y otras instituciones culturales de la capital como justa evocación a la eterna bailarina cubana.