El miércoles 14 de septiembre, a las cinco de la tarde, se inaugurará en el Centro Hispano-Americano de Cultura  la exposición colectiva Estoy en blanco, que, curada por Chrislie Pérez, está integrada por obras de artistas contemporáneos.

Los creadores que intervienen en la muestra son Lidzie Alvisa, Douglas Arguelles, Adriana Arronte, Luis E. Camejo, Gabriel Cisneros, Ariamna Contino, Adonis Ferro, Diana Fonseca, Dania González Sanabria, Donis Llago, Marcel Márquez, Kmilo Morales, Pedro de Oraá, Orlando Pérez Almanza, Linet Sánchez, Jose A. Vincench, Jorge Wellesley, Plastic Guajiras y The-Merger.

El blanco es una noción difícil de ubicar; a nivel simbólico tiene diversas implicaciones. Puede ser entendido como expresión del todo o lo absoluto, de unidad. En el lenguaje bélico es signo de rendición o, más ampliamente, de paz, como la paloma de la concordia, por lo que se ha emparentado también con la tranquilidad.

Debido a su relación con la luz, en muchas ocasiones, el pensamiento religioso lo ha asociado con lo divino, y, de esta forma, hace referencia a la pureza y la verdad. Sin embargo, también es sinónimo de vacío o encarnación del concepto de “la nada”. En los últimos tiempos, algunos artistas han querido abordar esta idea de “lo blanco”, explorando y explotando sus diferentes significaciones. La muestra pretende agrupar inquietudes comunes de estos creadores.

Como institución adscrita a la Oficina del Historiador de la Ciudad de La Habana, el Centro Hispano-Americano de Cultura reabrió sus puertas el 10 de mayo de 2004. Tiene por sede un majestuoso palacio ubicado en la primera cuadra del malecón habanero tradicional, conocido por  el nombre de  "Casa de las Cariátides", en clara alusión a las singulares columnas que asoman al balcón de su fachada principal.

La institución orienta su línea de trabajo hacia la exaltación de los valores de la cultura cubana, formada en la heredad de otras muchas, como la ibérica y la africana.