“Esa es la vida Octavio”, homenaje a un nombre imprescindible del cine cubano


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“Esa es la vida Octavio” constituye el sentido homenaje que el  reconocido actor y director Patricio Wood le hace a un nombre imprescindible en la historia del cine cubano: Octavio Cortázar, un intelectual de la segunda mitad del siglo pasado, que encontró en ese “arte maravilloso que es el cine” una de sus grandes pasiones en la vida.

Realizador de algunas ediciones del Noticiero ICAIC Latinaomericano, fundador del ICAIC y de la Escuela Internacional de Cine y Televisión de San Antonio de los Baños, director de la Casa Productora de Documentales Hurón Azul, de la UNEAC, y autor de una treintena de filmes afloran en una larga lista de notables resultados.

El documental se propone revelar el devenir de su protagonista desde el surgimiento de su vocación, su formación y su desarrollo profesional, durante casi 60 años de vida en el arte audiovisual.

La producción ganadora de la 2da convocatoria del Fondo de Fomento del Cine Cubano, en esa categoría, apoyo sin el cual no habría sido posible la realización de este sueño convertido en realidad.

Patricio Wood  reconocido actor y director (Foto Juan Carlos Borjas)

_¿Qué esencias sobre Octavio Cortázar revela este documental?

“Yo he insistido en la importancia que ha tenido para mí Octavio Cortázar, digo siempre que aunque la película El Brigadista hubiese quedado mal, nuestra amistad hubiera sido grandiosa, porque me abrió las puertas, en el plano emocional y afectivo, aprendí mucho. Me encantaba conversar con él, son de esos grandes amigos con los que puedes hacer grandes cosas y también no hacer nada y siempre salir ganando. Él se convirtió en mi maestro de cine y de la vida.

“Como me he dedicado a preconizar esto, a no dejar caer esa amistad, las personas me han ido confiando, sin yo proponérmelo, entrevistas inéditas, fotografías, la familia también me aportó muchos materiales. Este documental es hijo de la fe, no puedo verlo de otra manera.

“Traté de convertir  toda esa materia prima, que había llegado a mí, en un documental porque era la única manera que tenía de hacerlo perdurar, de hacerlo vivir. Es un trabajo fuerte, duro. Se trata de 60 años de vida artística.

“Un hombre que transitó toda la mitad del siglo pasado con una  actividad tremenda, con logros, con vicisitudes, dificultades. El documental trata de hacerle ese homenaje respetuoso  a un intelectual, un cineasta importante, de la etapa fundacional del cine cubano, un referente al cual se puede uno remitir  para aprender, cómo se formó el cine en esa etapa.

“Es una producción audiovisual biográfica, trata de parecerse a él, ya que lo conocí, y tengo mi interpretación de quien fue Octavio Cortázar, incorporo la ficción y creo que hay momentos felices, es decir, se fueron aunando ideas  que dieron al traste con un producto que es agradable, porque me interesa no aburrir nunca.

“Es un espectáculo que se reduce a 30 minutos, expone las cosas como fueron, eludiendo cualquier tipo de análisis, pretendo que el público sea quien saque sus propias conclusiones y participe en lecturas de diferente profundidad.

“Tuve algunos consejos importantes, hay consejos que lo ayudan mucho a uno, como no esconder nada, no ocultarle al público que estaba trabajando con materiales de archivo, revelarles que estas cosas eran viejas y defectuosas. Mi sobrino me dijo también que no dejara de expresar que este documental era muy importante para mí y es por eso, que yo también aparezco en pantalla”.

Cámaras cinematográficas de 8 mm (Foto Juan Carlos Borjas)

_En su opinión, ¿cuál fue el legado de Octavio Cortázar para el cine cubano?

“Si vamos a tipificar a Octavio Cortázar, diría que su obra es muy clara, muy diáfana, tenía un tino muy especial para descubrir los temas, independientemente de que era un hombre de rigor, estudiaba mucho, creo que su mayor logro es haber valorado en todo momento de su vida la formación.

“Tenía presente que estudiar era lo más importante, esta es una de las enseñanzas que nos deja para asumir el mundo del arte, de manera profesional. En el ICAIC  se decía que era el hombre que más sabía de cine norteamericano, lo cual era bastante decir.

“Otra de sus grandes virtudes, era el poder de la observación, una observación inteligente, estamos hablando de un hombre formado con una expectativa profunda que lograba expresar de una manera sencilla, ofrecía un punto de vista en el hallazgo de la verdad humana, además de conocer los rigores del espectáculo, sabía hacerlo de manera amena e interesante. Él logró aportarle al documental cubano esa visión humana, era capaz de revelar una filosofía en una frase.

“En los años 67 y 68, realiza una mirada al campesinado cubano, él se lanza a buscar esa realidad del hombre ligado a la naturaleza y encontró un campo precioso, virgen todavía en esos años, desde el punto de vista de la ruralidad.

“Daba la imagen de un intelectual, un profesor, pero era un hombre que no tenía ningún problema en enfangarse, en lanzarse a la ciénaga, a lo más intrincado de la Sierra Maestra, de buscar personas que nunca habían visto cine y exhibirles una película.

“Aunque estudió en la Universidad Carolina de Praga, cuando regresó lo primero que hizo fue irse a Guantánamo a buscar gente que no hubiese visto cine nunca, eso te habla de su personalidad, cualquiera que hubiera estudiado en Europa hubiera venido con otras ideas, pero a él lo impresionó el niño que nunca había visto cine o la persona que se arrastraba para llevarle un tributo a San Lázaro al Rincón, todo eso habla de un hombre, con una sensibilidad especial.

Luego aparecen sus ficciones, El Brigadista y Guardafronteras, con la estética de documentales. El Brigadista es un material al que tú te puedes remitir para encontrar una historia real, vivencial y yo fui testigo, en su casa, de la loma de guiones que tenía.

El guión salió de 70 entrevistas a brigadistas, por eso él tiene esa facilidad para conmover porque parte de la verdad, para llegar a una verdad artística. Es uno de los grandes documentalistas, no solo de Cuba, es reconocido en el mundo entero”.

_¿Este documental es una forma de hacerle justiciaa la obra de Octavio Cortázar?

“Hay tanto por hacer en aras de la justicia, siempre vamos a quedar ávidos, deseosos a la hora de qué hacer con su obra, que es lo más importante. El más grande compromiso es salvar y rescatar esa obra, en términos de restauración, de cuidados, se está trabajando en eso, pero todavía queda mucho por hacer.

“Octavio Cortázar es merecedor de un lugar importante en la documentalística cubana, y no estamos hablando de un quehacer más, estamos hablando de uno de los grandes valores de la cultura cubana, hace poco vi las cosas que se han convertido en patrimonio cultural, yo pienso que el documental cubano y en especial el noticiero ICAIC merecerían estar como patrimonio de la cultura nacional y entre los nombres más importantes de nuestra documentalística  está Octavio Cortázar, por tanto, hay que seguir haciendo por él.

_¿En qué proceso se encuentra la producción audiovisual y cuál sería el camino a recorrer una vez que esté lista?

“Estamos trabajando en la banda sonora, ya pasamos la edición. En este caso, para parecernos a la obra de Octavio Cortázar he tenido la tremenda suerte  de contar con la obra musical de Sergio Vitier, composiciones musicales destinadas a las obras de Octavio Cortázar, por tanto tienen el aliento, la estética, el deseo, el amor de Octavio, tienen el néctar octaviano. Su viuda me concedió los derechos para poder usar esas obras, eso me tiene contento.

“La Dirección de Fotografía  es compartida. Rigoberto Senarega me hizo toda la parte de ficciónm y David Ravelo las entrevistas. Santiago Llapur es el productor,  ha sido fundamentalísimo en este documental, enseguida que se enteró me dijo que lo iba a producir, ellos eran grandes amigos. Todo este año nos lo hemos pasado trabajando,  y quiero reconocer que ha sido un pilar fundamental, él es un veterano y un hombre importante para el cine cubano.

“La intención es dejar viva la memoria de Octavio Cortázar y, sobre todo,  generar una memoria útil, una recurrencia que pueda ser importante, desde el punto de vista de tener claro su ejemplo como cineasta y como persona.

“Aspiramos a que sea divulgado en todos los medios posibles y participar en todos los festivales que pueda y perdurar, tiene la finalidad de poderlo vender y, en ese sentido, estamos trabajando algunos rigores que para mí son nuevos, pero que implican compromisos con los detalles de la obra.

“Quisiera que el público en el que hiciera blanco el dardo, fuera el público joven, amante del cine cubano que respeta la cultura cubana y que busca la historia de los hacedores de nuestro arte”.

_¿Importancia del Fondo de Fomento para el estímulo de la creación audiovisual?

“El Fondo fue creado de manera reciente, precisamente para estimular la creación cinematográfica de los realizadores de todas las edades,  sin distinción, no es solo para jóvenes, los que son jóvenes son los proyectos, porque recibe proyectos inéditos.

“Este documental tuvo la tremenda suerte de participar y la satisfacción de haber sido seleccionado dentro de los trabajos del género.

“Te puedo decir que no si no hubiera existido el Fondo, quizás este documental no se hubiera hecho de la manera en que se hizo, desde el punto de vista de financiamiento. Considero que es una muy buena idea, de hecho ya se están materializando varios proyectos por esta vía, ha sido feliz, un resultado de mucho trabajo, de compañeros que han participado en este empeño revolucionario que llegó para quedarse.

“Debe irse perfeccionando, pero expresa una voluntad de desarrollo, de estímulo  a los artistas, a la creación, a mantener vivo el arte cinematográfico, el arte audiovisual, eso me parece loable, al igual que el compromiso con el que trabajan las personas allí, gente con mucho deseo de ayudar, de colaborar y además de estimular la libertad para la creación, lo que me parece muy importante.

_¿En el actual contexto, cuál es su valoración del cine cubano?

“En la actualidad, yo pienso que lo más loable y lo más grande que está pasando en el cine cubano es el deseo enorme que se mantiene de preservar el arte cinematográfico, de realizar, eso es una osadía, es titánico.

“No hablamos solo de Cuba y de sus posibilidades, hablamos de esta pandemia, de la realidad que vive el mundo. Es impresionante como se sigue aferrado a la realización cinematográfica, siempre digo que la historia del cine es la historia de una tecnología, sin eso el cine no progresa y, en ese sentido Cuba tiene un reto enorme, hoy en día es tan importante lograr un buen guión, como lograr un buen equipamiento.

“Por tanto, toda esa gente que está detrás de las cámaras, que está luchando por mantener vivo el mundo tecnológico que rodea y soporta la historia cinematográfica  es tan importante como los creadores, no se trata de si al cine cubano van a parar buenas ideas, se trata de si al cine cubano van a parar buenas intenciones, buenas personas y, si detrás de todo eso,van a parar buenas tecnologías”.


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