Un fuerte centellear de imágenes acompañado por el sonido inolvidable que se produce en los pasillos y en las aulas de la más centenaria de las escuelas de arte del continente, sirvieron de colofón al Taller de Creatividad y Video (1) que se desarrolló, por estos días, en conjunto entre estudiantes cubanos y australianos de visita en la Academia Nacional de Bellas Artes San Alejandro.
Una vez más, la Cátedra de Gráfica y Arte Digital (GAD) asumió el reto de la experimentación y del trabajo mancomunado con la realización de un ejercicio a treinta y dos manos, entre todos los participantes del taller. El trabajo en grupo, la risa, el recuerdo grabado en fragmentos de minutos, la valentía y la osadía de construir maquetas representativas, la utilización de símbolos y metáforas para diluir el fuerte contraste que producen las imágenes citadas de la realidad, la idea de subjetivar el discurso para hacerlo más sutil y atemporal, fueron los recursos conceptuales y expresivos que marcaron la producción de un video documental realizado en tan solo tres días de trabajo.
La meta, como siempre, estuvo alta. Para los autrales —estudiantes de fotografía, video y diseño—, el reto más fuerte estuvo en el tiempo y en la improvisación; para los cubanos —estudiantes de primero a tercero de GAD—, acostumbrados a realizar ejercicios extremos de corta duración, donde la creatividad y la efectividad se imponen contra las soluciones efectistas o tecnológicas, el desafío estuvo más ceñido a romper la barrera de la incomunicación con la utilización de códigos visuales comunes. Para ambos, el trabajo en grupos fue determinante.
Como suele suceder en estos talleres, los profesores actuaron como moderadores y guías, dejando el peso del proceso a los seis grupos de estudiantes que coordinaron y estructuraron desde el storyboard hasta el montaje y la edición del documental. Desarrollar la individualidad de cada estudiante, la creatividad y la originalidad —y defenderla—, es una de las máximas que persigue este tipo de ejercicio, y se logró.
Los estudiantes superaron las expectativas iniciales y demostraron, en su trabajo, que siempre hay muchas más cosas que los unen que aquellas que los separan. El laboratorio, una suerte de casa grande, vibró de alegría y de espíritu creativo. Hoy, ocho jóvenes australianos y doce cubanos están más unidos que antes: son autores de una obra audiovisual marcada por la experimentación, la libertad creativa y la intercomunicación. Han celebrado juntos; San Alejandro se viste de gala.
Nota
(1)El Taller de Creatividad y Video es un proyecto de intercambio académico desarrollado entre la Escuela de Artes Visuales de Sidney, Australia, y la Academia Nacional de Bellas Artes San Alejandro de La Habana, y que se desarrolló del 21 al 25 de septiembre de 2015, como parte de las actividades celebratorias que con motivo al trienio preparatorio por el Bicentenario de nuestra Academia, se realizan.
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