El hecho supone una verdadera contradicción, donde la teoría de la lógica aristotélica u otras teorías (lógica bivalente o plurivalente, etc.) no son suficientes para alcanzar un juicio claro y preciso del proceder del gobierno norteamericano.
Si bien, por una parte, se pretende apagar la luz de la estrella solitaria mediante un acérrimo bloqueo que se fundamenta, entre otras inventivas, en el criterio de que en esta nación no existe democracia, se oprime al pueblo y, en consecuencia, le impide oportunidades de desarrollo al mismo; por otra parte, se reconoce mediante el Grammy Latino a los talentos, los valores y la riqueza musical que nace en esta isla de “oscuros destinos”, según el parecer Republicano o Demócrata de ese país.
Han sido varios los nominados a los premios Grammy latinos de esta Cuba musical en el presente año, como Omara Portuondo con su disco Omara Siempre, y Alexander Abreu y Havana D´ Primera con el fonograma Cantor del Pueblo. Se agregan también para esta ocasión, la nominación a la reconocida intérprete del género Hip hop, Telmary, con su disco Fuerza Arará, y al trovador Diego Gutiérrez con Pa´lante el Mambo.
Sin lugar a dudas desde el Grammy Latino se puede interpretar, más allá de la gratificación al músico de forma individual, el reconocimiento a la innegable fuerza que esta nación tiene en su quehacer musical, a la formación que el Estado cubano realiza con sus jóvenes talentos; al valor y el esfuerzo de cada cubano que, representado en los nominados músicos, se expresa con altísimo orgullo y dignidad en su cotidiana vida, a pesar del asfixiante bloqueo económico que, en los más de 50 años de Revolución, ha pretendido derramar en el vacío la espiritualidad y la identidad de este unido pueblo.
El pasado miércoles 31 de octubre, en el espacio musical “El Patio del Baldovina” promovido por la revista cultural La Jiribilla, y que tiene lugar en el jardín de la Casa del Alba, Telmary expresó que al interpretar su música porta las raíces y la espiritualidad de los cubanos. Y es que en su Hip hop se muestra un ajiaco de rico sabor, porque está sazonado con la rumba, el son, el jazz, la picardía, y el saber decir con la gracia que la caracteriza “el día a día de esta bella isla”.
Fuerza Arará, disco nominado al Grammy Latino, se destaca por su originalidad y demuestra la madurez lograda en un estilo que, si bien le califican como música alternativa, la aceptación de su público le hace merecer del criterio de que esa música al estilo de la peculiar cantante, ya le es propio a Cuba.
Por su parte Diego Gutiérrez registra en su voz una obra de mucha frescura, revelando el disco Pa´lante el Mambo, el cual gana altura por su singularidad.
Quizás a la injustificada persistencia de mantener el bloqueo desde la perspectiva de la cultura le podamos hallar una lógica que es, únicamente, sujetable con la punta de los dedos. Y es que por muchos años Estados Unidos no ha querido que el genio salga de la “Lámpara Maravillosa”, pues una vez que se halle fuera, no le queda más remedio que entregarle el premio, entre otros merecidos, del Grammy Latino.
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