“El arte de Frida Kahlo es una cinta de seda alrededor de una bomba”
André Breton
“Mis cuadros están bien pintados, no con ligereza, sino con paciencia. Mi pintura lleva en sí el mensaje del dolor. Creo que por lo menos interesa a algunas personas”.
Frida Kahlo
Frida Kahlo es, sin lugar a duda, una de las más grandes artistas visuales mexicanas y del continente del pasado siglo. Su personalidad compleja, a veces recogida, a veces exuberante, llena de pasión y de vida, también de sufrimientos físicos y morales, auténtica y serena, marcó una época del arte de su país.
La obra pictórica de esa bella mujer es única e irrepetible, surrealista genuina, sin saber nada de la teoría que fundamentaba esa denominación, es decir, surrealista neta, fue todo lo mexicana que podía ser. Enigmática, fascinante, onírica, inquietante, es una obra que supera cualquier clasificación. Retratista extraordinaria, se cuenta que Picasso dijo de ella que ni él, ni Derain, ni el propio Rivera podían pintar rostros como los que gestaba Frida, con lo cual expresó un elogio incomparable; hay que ver cómo te observan los personajes retratados por Frida, muchas veces ella misma, pues el autorretrato fue uno de sus temas principales.
Su vida, irreverente, espontánea, independiente a veces, apasionada siempre, atenazada y marcada por el sufrimiento perenne producto de un accidente que le destrozó la columna vertebral en su juventud (antes había enfermado de poliomelitis) y la llenó de dolores, quirófanos e inmovilidad, se ensimismó en su arte autodidacta e íntimo. La convalecencia del accidente propició que Frida comenzara a sumergirse de manera absoluta en la pintura.
Octavio Paz dijo de su obra que era pura “poesía explosiva”, una frase que, en boca de aquel gran poeta y pensador sobre arte mexicano, es de una gran connotación. Ella fue admirada también por otros grandes de la pintura y la cultura de su tiempo como Picasso, Breton, Kandinsky y Duchamp.
Fue amiga personal del revolucionario ruso León Trotski, exilado en México gracias a la determinación hospitalaria del presidente Lázaro Cárdenas, aunque más tarde Frida renegó no solo de su persona, sino de sus ideas. Esta experiencia queda, en mi opinión, como una mácula de orden moral en su vida, por demás inclinada a apoyar causas justas de diverso orden. Conoció a Julio Antonio Mella y a Tina Modotti, y a través de ellos conoció a Diego Rivera, con el cual contraería matrimonio. Mella y Tina también la aproximaron a las reuniones del Partido Comunista de México.
Ahora circula por Internet la noticia de que se publicará un libro, de tirada limitada, en que aparecen 34 dibujos de Frida, de cerca de los doscientos que se consideran esparcidos por colecciones privadas e institucionales. Se trata de bocetos y dibujos con “ensoñaciones surrealistas”, como se dice en el artículo que contiene la noticia. Sin duda, una buena nueva para los admiradores de esta artista que se cuentan en legiones por todo el mundo. Cuando en 1984 su obra fue declarada Monumento Artístico de México (lo que en Cuba es sinónimo de obra de valor patrimonial), ya habían salido del país decenas de estas piezas regaladas o vendidas por la artista. La cantante pop Madonna fue una de las primeras por despertar una elevada fiebre comercial por las pinturas de Frida, aunque ya estaba muy bien cotizada en el primer nivel del mercado internacional de arte. Desde que exhibió por primera vez en Nueva York, en 1938, en la galería de Julien Levy, con texto para el catálogo de André Breton, su obra despertó un creciente interés. El MOMA de nueva York, el Instituto de Arte Contemporáneo de Boston y el Museo de Arte de Filadelfia acogieron sus piezas.
La vida y la obra de la pintora mexicana ha inspirado numerosas películas, obras de teatro, novelas, biografías y excelentes ensayos de interpretación escritos por relevantes pensadores y críticos de arte de todo el orbe. Nació un 7 de julio de 1907, en Coyoacán, México D.F, y murió el 13 de julio de 1954, de bronconeumonía, muy joven, a la edad de cuarenta y siete años.
Frida Kahlo fue una artista excepcional y su obra quedará para la posteridad como un legado de misterioso embrujo, surrealista, visceral y angustioso, pero pleno de belleza.
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