Leer es crecer así dijo Martí y así lo repitió Fidel y nuestro pueblo lo hizo suyo, y desde un inicio, avanzó la Revolución Cubana inmersa por los caminos del Mundo.
Estaba demostrado, que para vencer, era necesario que nuestro pueblo creciera en conocimientos y con una educación muy especial. Desde el principio, sabíamos que no podía ser de otra forma. Conocimos muy bien las diferencias entre una educación esmerada y una instrucción adecuada. El pueblo y su dirección, trabajarían para eso. Entonces el libro cobró un nivel protagónico admirable.
Pues bien. Al cabo de tantos años, los que amamos el futuro sentimos las mismas cultas llamaradas.
Un verano extraordinariamente caluroso nos recibe impaciente. Los problemas de la vida, se recrudecen, pero seguimos pensando en la lectura, como una vía de escape y sanación.
Cuando era muy niña y leía algún texto, dedicaba mucho tiempo a pensar en muchas cosas que abrazaban mi vida. Creía siempre, que era el personaje que allí en el texto me hacía reír o llorar. Muchas veces me sucedía en las películas. Y eso me daba fuerzas, me abría horizontes y me llenaba de gozo para seguir adelante.
Hoy en día, recuerdo una vez más a Martí, cuando decía: ¡Qué tristeza, ver tanto y saber tan poco!
Por eso es importante saber y saber mucho, leer y leer mucho, y descubrir las bellezas de este mundo.
Los grandes hombres, viajaban con sus libros. Resultaban para ellos grandes compañías.
El leer nutre, porque leer es trabajar, decía el Maestro y agregaba la lectura estimula, enciende, aviva y aquella frase monumental: ¡Ah leer cuando se está sintiendo el golpeo de la llama en el cerebro, es como clavar un águila viva!
¡Qué bien me encuentro cuando hoy regalo libros de mi propia biblioteca a mis vecinos más jóvenes! ¡No hay nada como regalar un libro! Nuestro país hace grandes esfuerzos llevándole las Ferias del Libro a la familia cubana! Y qué decir de las ediciones, que se ponen al servicio de nuestro pueblo.
Recuerdo que al yo cumplir un mandato de Fidel, de llevar el libro a lo más recóndito de las provincias orientales, observé con qué devoción nuestro pueblo recibía en sus manos, aquella edición del Ingenioso Hidalgo de la Imprenta Nacional. Muchos tenían que aprender a leer, pero aquello representaba, una verdadera entrega de amor y sabiduría de la Revolución Cubana. Una de esas cosas, casi imposibles de entender, pero que marcan y definen la historia de nuestra gesta heroica.
¡Vamos todos a leer! ¡No es posible vivir sin hacerlo!
¡Ser Culto es el único modo de ser libre!
¿Cómo vamos a defender nuestros derechos si no somos capaces de conocerlos bien?
Martí decía, que respetar es un derecho a vencer y que odiar es quitarse los derechos.
Hoy más que nunca, aquello de leer es crecer, se impone.
Este verano, es propicio para leer y crecer una vez más, El que sabe más vale más, y ese crecimiento lo da la lectura en primera instancia.
¡Para Martí, la educación debe ir donde va la vida!
En plazas, calles, plazoletas, encontrará querido lector su libro preferido.
Ahí los tienen todos los estudiantes cubanos, que Martí calificara como baluartes de la libertad.
¡A leer! Vamos a aprovechar este verano y a pesar de tantas dificultades, dedicar un tiempo a la lectura, siempre muy importante, no solo para crecer, sino para amar y bien unidos, vencer.
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