El testimonio visual de un creador, su sensibilidad y el compromiso que establece con el público, es la estructura traducido en formas, de toda aquella sensación que, en una dulce fragancia el alma nutre. Un discurso que se muestra descifrable para todos. Ideas plasmadas en obras, como en un intento de recrear eventos de la sociedad, sus infortunios y angustias. Práctica que opera dada la crisis existencial de estos tiempos, pues es allí donde asisten las turbacionErnesto Rancaño, persiguiendo una realidad que motiva la búsqueda de un refugio para su hacer. es de
Un camino hacia las fisuras de la sociedad emprende en cada obra; primeros pasos al dominio de todo aquello que lo lleva a experimentar como suyos, los males ajenos. De ahí las zonas donde las ausencias exploran como fuente argumental el intimismo, dado el estado de indagación con que se adentra en temas que muestran un plano sugestivo. Entonces, su imaginero comienza a poblarse de símbolos vivenciales, que les confieren mayor sensibilidad a sus personajes. En tanto considera el empleo de íconos y las imbricaciones entre soluciones o manipulaciones relacionadas con la figura humana y su desnudo, un regazo donde las disímiles posibilidades del juicio visual, es vista como una filosofía de la representación que se interesa por establecer lazos entre el arte y el mundo, o entre la obra y su referencia.
Existe, además, una trasmutación conceptual de los elementos que se imbrican en las escenas, con el objetivo de perfilar los contornos de un universo lleno de dolor, hecho a la medida de las carencias, en tanto, intenta otorgarle nuevos sentidos, como reflejo de lo aparentar. Motivo para que el artista cuestione, desde los tensores de la auto-referencialidad o no, la idea de lo anónimo. Entonces sobreviven efectos o signos que limitan las ansias y establecen un cerco a la voluntad, causa para revelar espacios secretos. Fenómenos que han abierto una brecha cada vez más accesible para descargar sentimientos como la maldad, el olvido, el desamor. De esta manera, reinventa soluciones siguiendo el instinto cuya exploración última nos resulta ineludible, pues pasan por el tamiz de una realidad.
Caminos andados, el meticuloso oficio y su imaginario convergen al exponer los conflictos, con los que cada ser dialoga en la vida. Las sorpresas que acompañan el viaje a través de la memoria; como suerte de tránsito a otra realidad; dan cabida a que Rancaño, irrumpa en diferentes manifestaciones con piezas que conquistan zonas en donde opera el desasosiego, la incertidumbre, el dolor. Pero también se dan cita el placer, la contemplación y el espíritu de temáticas que han venido a renovar la alocución.
Sus escenarios escapan de lugares comunes, y dan abrigo a conflictos existenciales en donde lo seguro se torna ilusión, un espejismo que busca circunstancias, y espacios de tiempo para proyectar sentidos estéticos. Recuerdos que asisten a escenarios variables y a fabulaciones bajo los códigos de lo que pudiera ser transitivo a nivel de las emociones. Hechos que penetran en la mente de quienes perciben la multiplicidad de pasajes, por los que transitan el hacer de este artista, pues trasciende entre la pintura, la escultura, el grabado, la fotografía y la instalación, siempre bajo el núcleo de un eje temático que guarda como el más preciado tesoro: la sensibilidad, la fuerza ilustrativa de las piezas y la transgresión de las figuras humanas.
Asistimos entonces, a la caracterización de contextos que ponen a relieve desbordantes emociones. Imágenes que, en un proceso de asociación visual, dan solución mediante la intervención de objetos que se complementan con el cuerpo humano y que iluminan el diseño compositivo.
El universo femenino, sus complejidades y sensualidad, se regodean en las bien logradas imágenes poéticas. Figuras agredidas por elementos externos imposibilitados en su función primera, en tanto forma, color y toda apariencia es distorsionada o fundida con otra.
Cuerpos con cierta desnudez, asaltados por elementos de una realidad objetual atestada de espinas, anzuelos, bisturíes, tijeras, garras, pistolas, navajas, clavos, llaves, lupas, empleados como recursos contestarios, y que activan mecanismo quizás dormidos. Objetos como respuesta a la crisis de valores y la no correspondencia entre forma y función, pues siguen sus propios preceptos y van en busca de nuevas significaciones y voluntades.
Sus obras son como ensayo. Una especie de modelos de interpretación y consumo, una interpretación o descripción de la naturaleza humana, desde su perspectiva. Acuciosa investigación que no se limita a una situación dada, sino que amplia considerablemente la visión de lo que tiene ante sí, de modo que pueda conocer a la perfección los componentes y protagonistas de la misma, desde la simple y a veces reveladora observación empírica.
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