A los 65 años de fundado arriba este 24 de marzo el Instituto Cubano de Arte e Industria Cinematográficos, Icaic; institución creada apenas 82 días después del triunfo revolucionario de enero de 1959.

La hermosa historia protagonizada en estas décadas y, sobre todo, la contribución hecha a la cultura nacional, a la espiritualidad de los cubanos, han justificado con creces la temprana determinación, entonces avalada por el prestigio del grupo de fundadores que encabezó Alfredo Guevara.

De ello da fe la inscripción en el Registro Memoria del Mundo de la Unesco del Noticiero Icaic Latinoamericano y de la Colección de Carteles del Icaic, nacidos precisamente en aquellos años iniciales, plenos del ansia de desarrollar un cine verdaderamente nacional y un espectador con mayor poder de apreciación frente a producciones del séptimo arte de distintas partes del mundo.

La llegada de las nuevas tecnologías, así como las numerosas promociones de la Escuela Internacional de Cine y Televisión de San Antonio de los Baños, Eictv, y de la Facultad Arte de los Medios de Comunicación Audiovisual de la Universidad de las Artes, Famca, introdujeron un nuevo escenario al que, como organismo vivo, la institución ha ido adaptándose.

La de ser un reflejo de los tiempos que vive la nación ha sido la historia del Icaic, de ahí que resulte muy pertinente que, en las celebraciones por tan significativo aniversario, se haya vuelto la mirada a la feliz trayectoria, no solo en el recuento de una filmografía, sino en quienes la iniciaron y también en aquellos que a ese legado han dado continuidad.

Una “Fiesta por el cine cubano” es la que se vive por estos días. De aquel anterior al 24 de marzo de 1959, hasta el realizado por noveles productoras, un cine cuyas fortalezas residen en su historia y en la vocación de servir al país.