Diversas formas de interpretar el paisaje desde la pintura confluyen por estos días en la exposición colectiva El Guardabosque, abierta al público en la galería del Centro Provincial de Artes Plásticas y Diseño, en Luz y Oficios, La Habana Vieja.
Seis artistas que desde hace años trabajan esta modalidad se reunieron ocasionalmente para el mencionado proyecto: Alfredo Mendoza, Kamilo Morales, Leonel Valdés, Jassiel Valenzuela, Sanlly Viera y Eddy Maikel Sotomayor, quien además ha fungido como coordinador de la muestra.
Excepto la obra de Sanlly Viera, que representa el interior de un aeropuerto -posible punto de llegada o partida para la exploración- el resto de la docena de piezas seleccionadas resultan fragmentos de un paisaje que se nos propone desde la subjetividad de cada uno de los artistas.
Así el díptico Antes del silencio, de Alfredo Mendoza, trata de reflejar un estado mental surgido desde la libertad que le permite al subconsciente durante el proceso de creación; Eddy Maikel nos adentra en el ambiente campestre natural y Jassiel Valenzuela asume un discurso más didáctico.
Llama la atención por su sobria monocromía y trabajo con las texturas el tríptico de gran formato (S/T) de Kamilo Morales, en el que representa un jardín japonés zen.
La pieza forma parte de una serie que, atraído por la cultura nipona, el artista trabaja desde el pasado año y en la que están presentes influencias de su formación como grabador, entre ellas la síntesis, el ya referido empleo de las texturas y cierta acentuación en el contraste de las luces y las sombras.
Brindarnos la paz que puede ofrecer la naturaleza a través del paisaje o remitirnos, por contraste, al dinamismo y las contradicciones de la vida urbana, es parte del propósito de El Guardabosque, proyecto que tal vez solo marque el inicio de un trabajo conjunto para este grupo de jóvenes artistas.
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