El largometraje Capablanca, dirigido por el realizador Manuel Herrera, comenzó su rodaje por estos días del año 1987, y fue estrenado al año siguiente constituyendo un homenaje al centenario del campeón mundial cubano de ajedrez José Raúl Capablanca.
El personaje histórico que Herrera seleccionó para su película, José Raúl Capablanca y Graupera (La Habana, 19 de noviembre de 1888 - Nueva York, 8 de marzo de 1942), es uno de los orgullos nacionales; fue este un niño precoz que desde los cuatro años aprendió la difícil técnica; a los cinco derrotaba a los adultos y a los trece años, dominó al campeón nacional cubano Juan Corzo con el resultado de 4 victorias, 3 derrotas, y 6 tablas, alcanzando el título de campeón de Cuba.
Fue el Tercer Campeón Mundial de la Historia del Ajedrez y por su gran record, de no haber perdido partida alguna a lo largo de 8 años de competitividad ajedrecística, se le llamó La Máquina de Ajedrez.
Con guion del propio director, el escritor cubano Eliseo Alberto Diego, y Dal Orlov, Capablanca fue una coproducción cubano-soviética, del Instituto Cubano del Arte e Industria Cinematográficos (ICAIC), y de Gorky Film Studios, y el equipo de realización estuvo compuesto por creadores de ambas naciones, al igual que el elenco.
En 1924, el ajedrecista había quedado en segundo lugar en el gran Torneo de Nueva York; al año siguiente, en el que se desarrolla el filme, es invitado al Torneo de Moscú a demostrar su nivel ante lo más selecto de la élite ajedrecística del momento.
Este año es muy significativo para el hombre que revolucionó el juego ciencia, porque marca un viraje en su carrera y en su vida, y además conoce en la URSS a Sasha, una bailarina del Bolshoi, con la que inicia un apasionado romance.
El Gran Maestro Ajedrecista en el Torneo de Moscú alcanzó solo el tercer puesto, y precisamente este suceso sirvió al equipo de guionistas como coyuntura dramatúrgica.
La producción corrió a cargo de Santiago Llapur y Nicolai Velmiski; la fotografía de Igor Klebanov; montaje de Giedrius Nagys; sonido de Germinal Hernández y Stanislav Gurin; edición de Justo Vega; música original del maestro Sergio Vitier García-Marruz, y la dirección artística fue de Luis Lacosta.
El reparto estuvo encabezado por el popular actor César Évora, en el papel de Capablanca, quien estuvo acompañado de primerísimas figuras como Eslinda Núñez, Beatriz Valdés, Adolfo Llauradó, Alejandro Lugo, Ramón Veloz y los histriones soviéticos Galina Beliáeva, Marina Yakovleva, Boris Nevzorov, entre otros.
Filmada en locaciones de La Habana, Moscú, y San Petersburgo, la cinta de 90 minutos de duración no fue bien recibida a su estreno por parte de la crítica cubana especializada en cine y en ajedrez; al respecto su director, Manuel Herrera: expresó:
«Sé que no hice una película perfecta. Recuerdo bien que nunca tuve ese propósito. Eso sí, me siento complacido de haber logrado una imagen digna de Capablanca y de haber hecho una película que resulta una fusión de la cultura cubana y la cultura rusa, sin que lleguen a sobresalir los rasgos de una u otra».
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