Miguel Díaz-Canel Bermúdez, presidente de los Consejos de Estado y de Ministros, convocó a ir a las esencias para defender la identidad durante el trabajo en comisiones de la Asamblea Nacional del Poder Popular, que dedicó un panel al análisis del cumplimento de la Política Cultural en la programación de la radio y la televisión.

De los debates, centrados en la necesidad del ejercicio de la crítica artística y literaria como orientadora de valores y gustos estéticos en la población, salieron a relucir una serie de dificultades y errores que hoy se cometen en las programaciones que rige el Instituto Cubano de Radio y Televisión (Icrt). Al respecto, el mandatario cubano puntualizó en su breve intervención que existen incoherencias porque no se ha ahondado en la identidad.

“Tenemos que ir a las esencias porque es la única forma de destruir las plataformas conquistadoras del imperio. Defender nuestra identidad, que todos los involucrados en la formación del público tengan internamente un comportamiento culto y elevado en materia de valores, y eso, solo se puede lograr cuando la persona se identifica con su identidad. Solo si se tiene sensibilidad, se actúa con coherencia”, aseguró Díaz-Canel. 

Los diputados en la Comisión de Cultura, Educación y Ciencia, expusieron sus principales inconformidades respecto al tema. Digna Guerra, representante de La Habana presentó su inquietud sobre la poca presencia de los coros en las parrillas de la televisión y la radio, aun cuando Cuba cuenta con una gran riqueza en esta variante musical. La directora del coro Entre voces considera que se pueden explotar las agrupaciones corales de Cuba con presentaciones en vivo en estos espacios, y proyección de la amplia discografía que poseen.

Enrique Ernesto Parra, diputado por la provincia de Las Tunas, habló de cómo el teatro está invisibilizado en la televisión. “El trabajo conjunto del Consejo Nacional de Artes Escénicas y el Ministerio de Cultura ha posicionado el teatro dentro del espectro cultural nacional; pero esta tarea no debe quedar ahí, y debemos recuperarlo también en las pantallas, con los espacios que antes existían de teleteatro”.

Parra se refirió a las fisuras que hoy existen en la programación infantil, que podrían aplacarse con el catálogo fabuloso de teatro para niños que se está haciendo en todo el país. “Ahí se pudiera encontrar una opción para la programación y hacer una televisión inteligente para los niños y niñas”.

Los presentes en la sala dialogaron sobre el papel de los medios de difusión en la lucha contra la banalidad y el mal gusto; la necesidad de formar guionistas en el país; la escasez de espacios informativos dedicados a divulgar las actividades culturales que se realizan y la poca visibilidad que tiene el trabajo de los artistas aficionados.

Sobre las necesidades, Yuri Valdés, diputado por La Habana se refirió a que es hora de crear un espacio noticioso propio de la ciencia, que visibilice el trabajo de este sector en la sociedad. “La concepción no puede ser de un espacio informativo; el enfoque va más allá, que sea más que un espacio de noticias y que se encargue de posicionar a la ciencia, la innovación y la gestión del conocimiento”.

Jorge Gómez, director del grupo Moncada, reconoció que la TV y la radio son medios cada vez más caros, pues en breve tiempo las tecnologías se hacen obsoletas, y mantener esta industria constituye un reto para el país por las condiciones económicas actuales.

“Nuestra televisión es muy deficiente, pero muy superior a la de grandes centros de poder. El reto no es solo hacer una buena televisión, sino que esta sea tan seductora que le gane al paquete, a YouTube, a los datos móviles, en fin, a Internet”, argumentó el músico cubano.

El diputado agasajó la buena intención por parte de los directivos de hacer programas de gran factura. Considera que hay talento suficiente en los creadores y si las grandes figuras de la cultura se integraran, los resultados fueran mayores.

“¿Qué hacemos para mostrar la cultura en las pantallas y que la gente no apague la tv? Tenemos la música, el ballet, el cine, festivales de coros; no estamos indefensos, nuestra cultura puede competir con muchas del mundo, ganándoles incluso. Cuba tiene música suficiente para superar la cultura hegemónica, pero hay que tener en cuenta que la industria cultural no es solo para insertarse en un mercado, sino para influir en el propio país”, aseguró el también presidente del Premio Cubadisco.

Nereyda López Labrada, diputada por Granma y secretaria general del Sindicato de los Trabajadores de la Cultura, reconoció que el trabajo referente a los recursos humanos encargado de la toma de decisiones debe de estar enfocado en buscar cuadros proactivos, con alto nivel de escucha, diálogo inteligente y de participación con los trabajadores.

La dirigente sindical acentuó que no puede faltar la creatividad y el rigor en el cumplimiento de la política cultural, seguir perfeccionando los errores, y a pesar de las carencias, buscar en el capital humano las innovaciones. “Hoy en el Icrt hay mejores condiciones; hemos trabajado de una manera más unida y coherente”.

Por su parte, el intelectual cubano Abel Prieto alertó que es necesario buscar alternativas y pensar cómo lograr y ser desde la cultura la continuidad que necesita el proceso revolucionario cubano, a la que tanto exhorta el presidente Díaz-Canel. Habló también de las vicisitudes que se han tenido para homogenizar la política cultural de todas las entidades que pertenecen al Ministerio de Cultura.

A decir del intelectual: “Siento que no logramos lo que podíamos haber logrado. La idea de formar lo que llamamos el espectador crítico no se ha cumplido (…) Hemos invisibilizado muchas cosas valiosas, porque no hemos sido coherentes. Hoy en el mundo actual, con una crisis cultural muy profunda, es más importante el reflejo de lo que se hace. En los momentos actuales necesitamos coherencia en el frente cultural y descolonizador”.

El también presidente de la Sociedad Cultural José Martí habló de las experiencias de cuando buscaban agrupaciones de primer nivel de Cuba para colocarlas en las programaciones de la radio y la tv. “Cuando se promueven las cosas buenas, influyen en el gusto y la gente comienza a consumir cosas buenas”.

Según el diputado, existe una fuerte contradicción entre hacer una televisión elitista y quedarse sin espectadores, o hacer una populista al estilo de Hollywood. “Díaz-Canel dejó un camino a seguir en el campo cultural durante el IX Congreso de la Uneac y por esa línea es que hay que transitar. El método no es quitar todas las películas estadounidenses de la pantalla, sino enseñarle a la gente a ver e identificar el buen cine”.

Exhortó a nutrirse del Noticiero Cultural para confeccionar los espacios informativos. “La cultura transforma, saca lo mejor del ser humano y le da a la gente el instrumental crítico para enfrentarse a los desafíos que se tienen delante. Tenemos que conciliar nuestras políticas, trabajar unidos para defender la revolución. Hay que preservar el proyecto de Fidel y de Martí: formar personas cultas para ser libres; sin cultura no hay libertad posible”, reiteró Abel Prieto.

Una vez concluidas las intervenciones, Alfonso Noya, director del Icrt, aseguró que se continuará trabajando en las recomendaciones, para brindar al público cubano una programación mucho más atractiva, acorde a las producciones que se hacen en los territorios. “La unidad es una necesidad, no podemos lograr una buena programación si no está el talento de nuestros artistas. Tenemos que intencionar la programación para ser facilitadores y aportadores a la política cultural”.