Con una propuesta diferente, pero que en cierta medida podía vislumbrarse en exposiciones suyas en La Habana, como Tierra de nadie, realizada en Galería Galiano hace tres años u Out Safari, una de las colaterales de la XII Bienal de La Habana de 2015, Gabriel Sánchez Toledo (Cabaiguán, 1979) exhibe desde este jueves sus obras en el Centro de Desarrollo de las Artes Visuales.
Desarraigo nombró a la muestra abierta al público hasta el 21 de mayo próximo, en el tercer nivel del CDAV; en la cual el artista, reconocido como uno de los paisajistas más peculiares del país, se libera totalmente de cualquier vestigio figurativo para sumergirse en la abstracción.
Siempre alimentado por una nostalgia, evidente ahora desde el título, Sánchez Toledo arma composiciones también abstractas con una treintena de piezas de mediano formato incorporadas a la exposición, con las que logra crear un ambiente capaz de despertar determinados estados de ánimo.
También son novedosos en esta nueva aparición del artista el empleo de la cartulina como soporte y la utilización de un montaje carente de marcos, en el que las obras se sostienen sobre la pared solo con pins.
Tal economía de elementos da total protagonismo al color, a la composición, al gesto pictórico, a lo más esencial de la pintura como forma de expresión, de la cual este artista ha venido demostrando un dominio en ascenso.
Con el aliento de su madre, la paisajista Ania Toledo, Gabriel Sánchez Toledo se graduó de Pintura en la Escuela de Arte Samuel Feijóo de Villa Clara. Fuera de Cuba, ha realizado exposiciones colectivas y personales en Alemania, España y los Estados Unidos. Obras suyas aparecen en importantes colecciones dentro y fuera del país.
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