La edición 51 del Festival Nacional de la Trova Pepe Sánchez se celebró en su sede habitual, Santiago de Cuba, entre el 18 y el 22 de marzo.

El mayor y más antiguo evento de la música cubana comenzó a convocarse desde el año 1964, como homenaje al precursor de la Trova y creador del bolero, el trovador José (Pepe) Sánchez, nacido el 19 de marzo de 1856 en el barrio de Los Hoyos, en Santiago de Cuba.

El día 19, aniversario de su natalicio y de otros grandes de la trova santiaguera, los participantes en el evento recorrieron el Cementerio Santa Ifigenia depositando ofrendas florales ante las tumbas de destacados compositores e intérpretes de la trova de la Isla.

La primera corona de rosas fue para El Maestro, Apóstol de la independencia y Héroe Nacional de Cuba, José Martí; allí el musicógrafo y periodista Lino Betancourt, en emotivas palabras, significó que José Martí es el poeta cubano cuyos versos han sido más llevados al pentagrama, tanto por trovadores de la primera generación como por los actuales; y dijo que la primera musicalización de los Versos sencillos fue realizada en 1910 por el eminente trovador Sindo Garay. A continuación, el joven trovador Eduardo Sosa interpretó unos versos del Apóstol musicalizados por él. Seguidamente comenzó el recorrido por las tumbas que guardan los restos de Pepe Bandera, Compay Segundo, Miguel Matamoros, Ñico Saquito, Pepe Sánchez y otros grandes trovadores santiagueros, donde se ofrendaron rosas y cantaron canciones.

En horas de la tarde, ante un numeroso público congregado en la Casa de la Trova Pepe Sánchez, se presentó el libro La Trova y el Bolero, de Lino Betancourt Molina. El momento fue amenizado por el afamado dúo Las Bayamesas. La noche anterior el Festival había quedado inaugurado oficialmente en el Parque Céspedes, con la actuación de trovadores y el Septeto Santiaguero.

El tradicional coloquio acerca de la trova y la música cubana en general se estuvo efectuando en la Sala Tritón de la filial de la UNEAC, con disertaciones y ponencias sobre nuestra música donde se destacó una audición comentada de los primeros boleros que se grabaron en el mundo, a cargo del historiador de la trova cubana Lino Betancourt.
Ese mismo día expusieron, entre otros, intelectuales de la talla del poeta y escritor Félix Contreras y el periodista Rafael Lam. Antes, se inauguró una exposición realizada por el fotorreportero Pepe Cárdenas.

Durante estos días se presentó un espectáculo trovadoresco en las escuelas, parques, fábricas y en la cárcel de la provincia. Desde horas tempranas las calles de la hospitalaria urbe se vieron colmadas de agrupaciones que interpretaron boleros y sones, dando un realce especial al Festival que culminó en la Plaza de Marte —un sitio histórico de la trova santiaguera— con la actuación de prominentes cultores del género.