Cuba reitera su compromiso con la nueva etapa del ALBA Cultural


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Cuba reitera su compromiso con la nueva etapa del ALBA Cultural

DESARROLLO DEL PROYECTO GRANNACIONAL ALBA CULTURAL DESDE LA IV REUNIÓN DE MINISTROS DE CULTURA DE LOS PAÍSES DEL ALBA-TCP (*)

I.- La Cultura en el ALBA-TCP

La I Cumbre del ALBA (La Habana, 14 de diciembre de 2004) consignó en su Declaración la “Defensa de la cultura latinoamericana y caribeña y de la identidad de los pueblos de la región, con particular respeto y fomento de las culturas autóctonas e indígenas”. El Acuerdo para la Aplicación del ALBA entonces suscrito fija “el desarrollo de planes culturales conjuntos que tengan en cuenta las características particulares de las distintas regiones y la identidad cultural de los dos pueblos”, que entonces fundaron nuestra Alianza.

En el ámbito de la II Cumbre (La Habana, 27 y 28 de abril de 2005), la Ayuda Memoria firmada por los Ministros de Cultura de Venezuela y Cuba recoge, como principal acuerdo, constituir una empresa mixta de industrias culturales. La misma surge del Convenio Cultural suscrito por los Presidentes de ambos países (La Habana, 3 de febrero de 2006), que crea el Fondo Cultural del ALBA como sociedad mercantil que, con su inscripción en el Registro Comercial correspondiente, comenzó sus operaciones (Caracas, 22 de enero de 2007).

Inspirados en los principios fundacionales y los mandatos culturales del ALBA, animados por la adhesión de Bolivia -y el enriquecimiento que representó su propuesta de Tratado de Comercio de los Pueblos- (III Cumbre; La Habana, 28 y 29 de abril de 2006), y por la incorporación de Nicaragua (IV Cumbre; Managua, 11 de enero de 2007), y especialmente estimulados por el reciente surgimiento del Fondo Cultural del ALBA, se dan cita los Ministros de Cultura del ALBA en su Primera Reunión. (Caracas, 24 de marzo de 2007).

Significativamente, tuvo la participación de los cuatro países miembros -antes citados- y de cuatro países amigos -Antigua y Barbuda, Dominica, Ecuador y San Vicente y las Granadinas-, que progresivamente integraron la Alianza, que hoy cuenta también con Santa Lucía. Tras un fructífero intercambio, los mismos firman un Acuerdo de Intenciones y, a propuesta de Venezuela, otorgan a Cuba la coordinación internacional de las acciones culturales emprendidas en el ámbito del ALBA, encomienda que hemos cumplido desde entonces.

(*) Informe presentado por el Ministerio de Cultura de la República de Cuba, país Coordinador internacional del Proyecto ALBA Cultural

Particular importancia para nuestro quehacer tuvo la V Cumbre (Tintorero, 28 y 29 de abril de 2007), la que entre los primeros Proyectos y Empresas Grannacionales aprobó al Fondo Cultural del ALBA y a las Casas del ALBA, así como la VI Cumbre (Caracas, 26 de enero de 2008), que aprueba el Proyecto Grannacional ALBA Cultural, y da cuenta en su Declaración Política que “…se decidió aprobar el Plan Estratégico del ALBA Cultural, valorando su trascendencia como proyecto de impacto social que contribuirá a catalizar los procesos de transformación y unidad en nuestra región”, consideración que hemos también hoy de tomar en cuenta para fijar nuestro rumbo futuro.

En estos años se ha mantenido como guía ese Plan Estratégico, inicialmente concebido para un trienio, cuyo seguimiento y evaluación se ha producido en las tres Reuniones de Ministros realizadas (Caracas, 29 de mayo de 2009; Roseau, 16 de junio de 2010; Santa Cruz de la Sierra, 20 de julio de 2011), y a lo que también ayudaron los dos Encuentros organizados en ocasión de asistir a las Reuniones de Ministros de América Latina y el Caribe (Quito, 13 de abril de 2010; Paramaribo, 15 de marzo de 2013). Muy útiles para su implementación y cumplimiento resultaron las Mesas Técnicas de Coordinadores Nacionales del ALBA Cultural (Caracas, 8 y 9 de junio de 2009) y el Encuentro-Taller sostenido entre ellos (Caracas, 28 y 29 de mayo de 2010).

Fue importante que la VII Cumbre (Cochabamba, 16 y 17 de octubre de 2009), instruyera al naciente Consejo Social incorporar al sector Cultura a sus áreas de competencia. Ya en el II Consejo Social (La Habana, 11 de diciembre de 2009) fue presentado y adoptado el informe de gestión del ALBA Cultural y del Fondo Cultural del ALBA. En consecuencia, la VIII Cumbre (La Habana, 13 y 14 de diciembre de 2009) recogió en su Declaración Final: “Ratificar la continuidad del Proyecto Grannacional ALBA Cultural y el fortalecimiento de la Empresa Grannacional Fondo Cultural del ALBA para continuar defendiendo la identidad y la diversidad cultural de nuestros pueblos y favoreciendo el desarrollo cultural, como herramienta básica del proceso de construcción de la unidad latinoamericana y caribeña”, de plena vigencia.

En este sentido, han sido importantes y conservan particular validez en esta hora de “relanzamiento” del ALBA Cultural, los acuerdos derivados del III y IV Consejos (Cochabamba, 19 de marzo de 2011; La Habana, 17 de mayo de 2013). Destacan entre ellos, los que nos llaman a “Evaluar y reimpulsar (…) el Proyecto Grannacional ALBA Cultural con acciones de probado impacto sociocultural que estimulen el desarrollo de procesos culturales y de transformación social concentrando los esfuerzos y recursos disponibles en aquellas tareas de mayor repercusión en nuestros pueblos”; así como a “Continuar el desarrollo y la ampliación de la Empresa Fondo Cultural del ALBA, articulando cuanto antes (…) la participación activa de todos los países miembros en su quehacer”.

II.- Acciones desarrolladas en cumplimiento del Plan Estratégico

Del amplio Plan Estratégico y sus cinco Programas -con los que hemos debido encarar los desafíos inherentes a la globalización, construyendo alternativas antihegemónicas que subviertan sus efectos indeseables sobre las culturas-, durante estos años fueron identificadas y diseñadas aquellas acciones que resultaban de mayor impacto e interés para los países. Su ejecución y aportes fueron evaluados en las Reuniones de Ministros de Cultura precedentes y también objeto de análisis en el marco del Consejo Social. No todo lo que nos propusimos logró la conducción eficaz de su gestor, y en no pocas ocasiones faltó la respuesta imprescindible por parte de sus protagonistas naturales; en otros casos, no estuvieron disponibles los recursos necesarios o no existieron las condiciones exigidas para transferirlos y poder rendir cuenta de su empleo.

El estímulo a la creación artística y literaria tuvo en los Premios ALBA Nuestra América Primera Copia (de cine en construcción) y ALBA Narrativa (de novela, para autores hasta 40 años) dos importantes expresiones, las que han contado con una amplia divulgación, participación y repercusión en la región. Las seis ediciones del Premio de cine en construcción han favorecido la culminación de 20 filmes de ocho países, con éxito de público y crítica, conquistando numerosos premios en festivales internacionales.

En las cinco ediciones de ALBA Narrativa, se han reconocido diez notables novelas, entre los más de cien manuscritos recepcionados cada año, los que han procedido de dieciocho países. En ambos concursos, convocados para obras en español e inglés, no se ha logrado aún la participación deseada de cineastas y escritores de habla inglesa. Por su parte, el Premio ALBA de Discografía distinguió seis excelentes fonogramas en su única edición; sin embargo, se consideró aconsejable rediseñar sus bases, tarea que no aportó un resultado que permitiera su relanzamiento. Merece reconocerse la meritoria labor de los prestigiosos jurados internacionales que actuaron en estos tres concursos, motivados por su apego a la cultura y lo que el ALBA representa.

El Museo Virtual de América Latina y el Caribe ha mantenido su vitalidad en la WEB; actualmente exhibe más de 84 mil piezas de diversas colecciones y museos de la región. Sin embargo, no todos nuestros países se han apropiado de esta extraordinaria herramienta para socializar su patrimonio, y algunos de los representados no lo enriquecen con sistematicidad. En el empeño de construir un Atlas Musical de Latinoamérica y el Caribe, se diseñó un Portal WEB (en español e inglés) para alojar la Cartografía de la Música Tradicional de la región, requerida ahora de la participación de musicólogos y otros especialistas de cada uno de los países. Para ambas tareas, se notificó oportunamente a los Coordinadores nacionales del ALBA Cultural la necesidad de contar con un “punto focal”, quien debe interactuar con la responsable de cada uno de estos significativos proyectos.

Las Casas del ALBA Cultural han ocupado la atención de varios países. La Habana muestra una rica experiencia en los cinco años de vida de esta emblemática institución. Bolivia y Venezuela acometen los trabajos para su creación en inmuebles ya asignados en La Paz y Barinas. Otros países han considerado su creación, mas no se cuenta hoy con proyectos específicos.

Se llevó adelante la coproducción del filme Día de Fiesta, en el que se enrolaron seis equipos nacionales, a partir de la historia seleccionada de cada país, mediante concurso; la complejidad propia del proyecto y diversas situaciones presentadas han conllevado a que aún se mantengan tareas en ejecución, que aspiramos pronto puedan concluir. Con el propósito de avanzar hacia una Red de Distribución y Exhibición Audiovisual, se adquirieron y entregaron a seis países modernas pantallas, que progresivamente han incorporado a su labor de extensión cultural; la programación corre a cargo de cada país, y debe verse favorecida por una entrega de filmes, que se gesta.

Los planes de producción editorial y discográfico no han resultado viables mediante los modos que se concibieron, a lo que se sumaron las dificultades para su comercialización a precios justos, pues los costos de transportación internacional y los aranceles conspiran contra ello. Estas mismas limitaciones inciden en la distribución de estos y otros bienes culturales, lo cual frustró el desarrollo de las redes de productores independientes que nos propusimos crear, siendo lamentable la pérdida de lo logrado por la Red Fonográfica ALBA.

Iguales causas conllevaron a descontinuar las Colecciones de Reproducciones de Arte -tras la exitosa carpeta Maestros- y la impresión de la Revista Arte Sur, cuyos dos números (el segundo en español e inglés) alcanzaron notable impacto, como ya viene logrando su reciente versión digital en la WEB; la misma asumirá en lo adelante la continuidad del Premio ALBA de Crítica y Teoría del Arte (con solo una edición), así como la adecuación y fortalecimiento de su Consejo Editorial internacional. Todas estas experiencias ratifican la prioridad otorgada a la distribución por la II Reunión de Ministros, tarea esencial asignada al Fondo Cultural del ALBA, que la mantiene hoy, mas su avance requiere una mayor implicación de los países.

Las acciones orientadas a favorecer la formación de los recursos humanos que la creación y la gestión cultural demandan, apenas iniciaron el programa solicitado por Dominica y San Vicente y las Granadinas, interrumpido por la discontinuidad de recursos. Importantes acuerdos alcanzados con la Escuela Internacional de Cine y Televisión de San Antonio de los Baños no lograron materializarse por igual razón, y sólo ahora se iniciará la beca obtenida por un joven sanvicentino. Se propiciaron intercambios en función del desarrollo de la enseñanza de las artes, particularmente en el nivel universitario, entre Cuba, Ecuador y Venezuela. Fueron estimulantes los Talleres de Jóvenes Escritores.

Las Becas ALBA de Investigación Cultural resultaron eficaz incentivo para que estudiosos, particularmente jóvenes, abordaran con rigor y compromiso relevantes temas acerca de nuestras culturas; en sus dos convocatorias resultaron seleccionados catorce aspirantes de ocho países, algunos aún en plena ejecución de sus proyectos, a los que se brinda adecuado seguimiento. El importante acuerdo de los Ministros de avanzar hacia un Sistema de Información Cultural del ALBA (SIC-ALBA), dio lugar a la elaboración de una interesante propuesta metodológica y a un sostenido empeño en trabajar con los “puntos focales” que debían nombrar los países.

Particular análisis concitan los Premios ALBA de las Letras y de las Artes, en reconocimiento a la obra de toda la vida, que en sus seis ediciones distinguió a doce verdaderos paradigmas de intelectual y de artista, quienes al aceptar su Premio ALBA -conferido por jurados internacionales conformados cada año- honran y visibilizan de modo notable nuestra Alianza y su vocación humanista. Sin embargo, su última edición no recibió nominaciones, hecho que determinó aplazar una nueva convocatoria hasta contar con nuestras consideraciones.

El compromiso explícito del Plan Estratégico de favorecer y apoyar la labor de la Red En Defensa de la Humanidad, integrada por intelectuales, artistas y líderes sociales, propició la realización de importantes acciones, las que hemos de continuar acompañando, dado su relevante papel internacional y la vigencia de su agenda en el mundo que se ha configurado.

Desde el ALBA Cultural se favoreció la presencia de delegaciones en significativos eventos de diverso carácter, destacándose la de artistas de cinco países en el reciente Encuentro Mundial de Títeres, que por primera vez se desarrolló en la región. Se ha logrado el necesario posicionamiento político en foros multilaterales asociados a la Cultura, en coordinación con la Secretaría Ejecutiva del ALBA-TCP; ello ha permitido exponer nuestras posiciones y realizaciones en los ámbitos de la CELAC, la UNASUR y el SICA, favoreciendo la cooperación y la identificación de posibles sinergias, que apuntan a la construcción de la unidad en la diversidad.

Cada vez es más relevante la posibilidad que ofrece la WEB para el cumplimiento de nuestros objetivos. Varias de las acciones referidas tienen su expresión o sustrato de realización mediante esta vía, que debemos potenciar. Notorio papel como medio informativo, así como soporte y punto de encuentro de numerosos proyectos, desempeña el Portal Culturas de Nuestra América, afanado en hacerse cada vez más representativo y diverso, así como en asegurar su actualización e inmediatez, mostrando los intereses y sucesos propios de cada país, lo que hace imprescindible contar con corresponsales o enlaces nacionales, como se ha procurado desde su fundación, lo que elevará aun más la estimulante cifra de visitantes que recibe actualmente.

III.- Financiación del Plan Estratégico del ALBA Cultural

Cuando en la VI Cumbre (Caracas, 26 de enero de 2008) se firmó el Acta fundacional del Banco del ALBA, también quedó adoptado el documento que sustentaba la creación del ALBA Cultural, donde quedó establecido el carácter de las relaciones entre ambas instancias que nacían en la Alianza, presente en nuestra labor junto a los cinco equipos gerenciales que han conducido al Banco desde que la V Cumbre Extraordinaria (Cumaná, 16 y 17 de abril de 2009) acordara otorgar los recursos financieros, mediante el Banco del ALBA, para la ejecución del Plan Estratégico del ALBA Cultural.

En consecuencia, la II Reunión de Ministros de Cultura acordó el Contrato entre el Banco del ALBA y el Fondo Cultural del ALBA, al que confirió la condición de Ente Ejecutor del Proyecto ALBA Cultural, y como tal ha ejercido desde la suscripción del mismo (Caracas, 9 de junio de 2009). Otro Contrato fue suscrito entre ambas entidades en ocasión de la IV Reunión de Ministros, el cual ha amparado -mediante Addenda- las acciones hasta el presente, en que tiene lugar un proceso de conciliación, cuya complejidad y extensión ha demandado sostenido esfuerzo de ambos equipos, que debe concluir próximamente.

El mismo es condición necesaria para la suscripción del nuevo Contrato, que recogerá las experiencias de los anteriores, evaluadas con rigor por ambas partes, dada su alta incidencia en nuestro quehacer, de manera que podamos contar con un instrumento más explícito y ágil, que establezca un tratamiento expedito tanto para los procesos de solicitud y asignación de los recursos requeridos, como para los inherentes a la ejecución y rendición de cuenta del debido empleo de los mismos, a partir del Plan y Presupuesto que deberán quedar definidos tras nuestros acuerdos, los que serán parte consustancial del Contrato en preparación por el Banco y el Fondo Cultural del ALBA.

Los trabajos de conciliación aportaban como cifra provisional, hasta el 31 de julio de 2014, la ejecución de 3.882,6 M USD, del total de 6.520,1 M USD conferidos; por tanto, en ese momento el saldo estimado era de 2.637,6 M USD. Estas cifras se modificarán por operaciones en curso, y serán definitivas al concluirse la conciliación, fijando entonces los recursos para el nuevo período. A propuesta del Banco del ALBA, se ha considerado estructurar el Presupuesto en base a cinco líneas estratégicas, concentrando en ellas el amplio espectro de financiamientos que caracterizó al Proyecto, inducido por la vastedad de acciones contempladas en el Plan Estratégico y sus Programas.

Consideramos oportuno hacer llegar a las autoridades del Banco del ALBA y del Fondo Cultural del ALBA nuestro reconocimiento por las tareas que conjuntamente acometen, e instarlas a proseguir hasta su culminación en breve plazo, y a dar inicio a una etapa superior de nuestras relaciones en aras de cumplir los objetivos comunes que nos animan.

IV.- Fondo Cultural del ALBA

Tras siete años de labor, esta Empresa mantiene como accionistas a las correspondientes entidades de Venezuela y de Cuba que le dieron origen, si bien permanentemente ha estado abierta a la incorporación de otros nuevos, a partir del interés que muestre un país miembro del ALBA-TCP. Sin embargo, esta realidad no ha limitado su proyección ni disminuye su responsabilidad de estar atenta y brindar respuestas a los requerimientos que, en el ámbito de sus líneas de negocio, presenten nuestros países, como se deriva de su carácter Grannacional.

Desde su concepción, quedó establecido que sus ganancias se revertirán en sus propios proyectos culturales, y así ha sido desde que su gestión logró un saldo económico favorable -que ha venido incrementándose-, refrendando que su eficiencia está comprometida con la cultura y no con el lucro. Sus dos últimas Asambleas de Accionistas han acordado internacionalizar más su quehacer, en primer lugar en la región, para lo cual se han evaluado algunos destinos, aun más allá de los países del ALBA y de su necesaria participación activa, a la que llamó el IV Consejo Social, identificando sus intereses, y también interlocutores para el Fondo, tanto del sector público como privado.

A sus iniciales perfiles, asociados a la producción y distribución de bienes culturales, la Empresa ha incorporado con creciente éxito la contratación de artistas, mediante su agencia Presencia, al igual que el turismo cultural, a través de la agencia Paradiso. Su participación en ferias del libro, de artesanías y de otras expresiones culturales, debe facilitar progresivamente que a ellas lleguen, de manera significativa y visible, nuestras producciones nacionales, que muchas veces no acceden por adolecer de recursos para enviar una representación o por no disponer de un espacio expositivo. Su gestión en el reciente I Mercado de Industrias Culturales del Sur (MICSUR), evidenció sus notables perspectivas y los desafíos para llegar a ejercer un liderazgo regional.

La fortaleza que para la labor cultural del ALBA representa contar con esta Empresa, como reconocieron los Ministros en su Primera Reunión, debe conducirnos al compromiso de desarrollarla y hacerla cada vez más eficiente, y más de todos. Su incursión en operaciones comerciales mediante el SUCRE (28 de marzo de 2011) continuará ampliándose en sus negocios con los países signatarios. Deberemos conceder alta prioridad a su inserción efectiva en el Espacio Económico del ALBA-TCP (ECOALBA-TCP), y en su proceso de complementación con la Zona Económica de PETROCARIBE (ZEP). Su relación con el Banco del ALBA, tanto mediante las posibilidades que el Plan Estratégico del ALBA Cultural brinda a su gestión, como a través de nuevas formas de relación crediticia de mutuo interés, está llamada a recorrer nuevos caminos.

V.- Ante una nueva etapa del ALBA Cultural

La fisonomía política de América Latina y el Caribe se muestra muy diferente y mucho más nítida que cuando los Presidentes Comandantes Hugo Chávez y Fidel Castro fundaron el ALBA, como alternativa a los peligros que se cernían entonces, y aún persisten con veladas formas, sobre la región. En este nuevo contexto, y ya próxima a cumplir diez años de incesante quehacer a favor de los pueblos de Nuestra América, el ALBA se plantea multiplicar sus logros en todos los terrenos, en los que la Cultura ha llegado a ocupar cada vez un lugar más importante, desde el que ha de brindar superiores aportes en lo adelante.

La responsabilidad de corresponder a la confianza depositada en Cuba para ejercer la coordinación internacional de las acciones culturales en el ámbito de nuestra Alianza, hemos procurado cumplirla en todos estos años. Parte importante de este quehacer ha estado dirigido a facilitar el avance de cada acción emprendida y propiciar la participación de todos los miembros en las mismas, dotándolos de la información y las convocatorias oportunamente, más los niveles de respuesta e integración a las mismas han sido diversos, en lo que seguramente influyeron múltiples causas, las que deben ser identificadas y superadas de cara al futuro. Siempre acompañamos al Fondo Cultural del ALBA en su gestión empresarial, así como en su labor como Ente Ejecutor de nuestro Proyecto, tanto con los países como con el Banco del ALBA.

La peculiar situación de celebrar esta Reunión de Ministros a tres años de la anterior, amplio período en que múltiples hechos y circunstancias hubiesen merecido oportuna consideración entre nosotros, condiciona de cierta manera que nuestro ejercicio de evaluación se concentre en aquellos ejes estratégicos para nuestra cooperación y complementariedad futuras, en aras de la transformación y del desarrollo sostenible de nuestras sociedades, y para la integración y unidad de todos los miembros y de la región. En este sentido, la experiencia muestra la necesidad de conjugar legítimos intereses nacionales con las tareas comunes, y vincular los recursos disponibles -propios y resultantes de la cooperación, incluidos los que el Banco del ALBA aporta- a una recia voluntad política, indispensable para alcanzar los propósitos que nos fijemos.

Se ha hecho evidente que, para cumplir nuestra misión, cada vez necesitamos conocernos mejor y mantener mayor comunicación; hemos de compartir criterios y experiencias. Es posible intercambiar y acercar nuestros marcos regulatorios referentes a múltiples temas del quehacer cultural; también concertar nuestras posiciones -cuando ello resulte relevante- ante asuntos de interés que se ventilan en diferentes foros multilaterales. Ante tan promisoria labor, Cuba reitera su compromiso con la nueva etapa del ALBA Cultural, y su convicción de que sólo la participación efectiva de todos nuestros países y la marcha unida nos permitirán conquistar el futuro posible al que aspiramos.
 


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