Al ser interrogado sobre lo que significa Cuba para el bailarín, maestro de danzas folclóricas y coreógrafo Ulises Ezequiel Mora Valina expresó: a simple vista parece una pregunta fácil de responder, sin embargo, sintetizar un sentimiento de pertenencia de toda mi vida resulta un poco difícil.
Mora Valina, residente en Roma, Italia, es presidente del proyecto internacional Timbalaye, encargado de promover la Cultura Cubana, y uno de los participantes en el 1er Festival Cultural de Cubanos Residentes en el Exterior que tendrá lugar de manera virtual del 7 al 9 de julio próximo de manera online.
Según el artista, Cuba está siempre presente en el niño que lleva dentro o en el joven que tuvo el privilegio de recibir las herramientas necesarias para descubrir caminos, reinventarse y entregar a través de la danza y su rumba el amor, la pasión y la esperanza de un hombre agradecido con su historia.
En su trabajo como artista y promotor de la cultura cubana, expresó que tuvo como guía las enseñanzas de Fernando Ortiz al decir: “la cultura no es un ornamento”.
Cuba para mi es el elemento, que, junto con mi cubanía, me hace capaz de conectar con otras culturas y de trasmitir mensajes de solidaridad gracias a sus enormes enseñanzas que no cesan y que me llegan aún estando fuera de ella, comentó.
Hoy, con más de 20 años residiendo fuera de ella, puedo reiterar que Cuba es para mí: mi raíz, mi identidad, mi pasado, mi presente y mi futuro.
Cuba es el más genuino sentido de pertenencia que yo puedo sentir. Cuba es más que cuatro letras, mucho más que un caimán descansando entre las olas del mar. Cuba es mi luz de cada mañana, el desorden de mi cuerpo cuando retumba el tambor y la cadencia con la que bailo un son.
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