De izquierda a dereha: Alberto Guerra Naranjo-1ra Mención, Emerio Medina-(Premio Iberoaméricano de cuento Julio Cortazar  y Ernesto Pérez Castillo- Mención

Fotos:Juan Caros Borjas

Cuba arrasa con resultados del Premio Iberoamericano de Cuento Julio Cortázar.

El narrador cubano Emerio Medina, resultó el ganador absoluto –por segunda ocasión— entre más de 1000 trabajos de escritores presentados en la edición XXI del Premio Iberoamericano de Cuento Julio Cortázar y del cual Cuba acaparó la mayoría de los lauros otorgados, según resultados dados a conocer en Casa de las Américas, entidad que, de conjunto al Instituto Cubano del Libro y la UNEAC, auspicia el certamen. El acto estuvo presidido por Miguel Barnet, presidente Honor de la UNEAC.

Un jurado compuesto por los escritores cubanos Emmanuel Tornés y Dazra Novak, junto al argentino Hernán Ronsino, valoró en la obra del holguinero Medina, El hombre que vino a leer, “una historia muy bien urdida acerca de la creación literaria, la lectura y las borrosas fronteras del texto narrativo de ficción… manejo eficaz del lenguaje. Y como secreto homenaje a Cortázar, el cuento, sin perder su autenticidad, acude a ciertos artilugios del gran fabulador argentino”.

Miguel Barnet-( Jurado ),Casa de las Américas

Se otorgó una primera mención que recayó en el también conocido narrador cubano Alberto Guerra Naranjo por el relato Picassos en el aire, justificado “por administrar con maestría una historia en zona de riesgo, con una escritura precisa, y una narración que apela a la repetición, a la muletilla para nombrar a aquello que no tiene nombre o tiene muchos nombres y por eso mismo es difícil de ser nombrado”.

Igualmente, en las menciones los criollos Yunier Riquenes con el cuento Los apostadores, Ronel González, autor de La noche bella no deja dormir y, Ernesto Pérez Castillo y su narración La paradoja de Gutenberg, distinguieron a nuestra patria junto al colombiano Odymar Varela con el cuento Los muertos son invisibles y, el peruano Rolando Alexander Rivera, creador de No más flores, capitán.

Resulta curiosa la cantidad de obras recibidas de todo el continente, incluso de latinoamericanos residentes en EU y Europa, lo que “nos permitió ver la labor del cuento en América Latina. Es interesante ver la cantidad de jóvenes que están escribiendo y que creen en este premio”, comentó el profesor universitario e investigador Emmanuel Tornés.  

Casa de las Américas se honra con la creación y existencia de este concurso hace 21 años ya, idea de la viuda de Cortázar Ugné Karvelis “para que los jóvenes escritores de Latinoamérica tuvieran un premio en la creación con su nombre y lo recordaran”, afirmó Basilia. Junto a ella estuvieron en ese empeño Barnet, la propia Basilia, su principal impulsora y Abel Prieto Jiménez,  entonces ministro de Cultura.  

Fue en este hogar latinoamericano donde el autor de Rayuela pisó por primera vez suelo cubano en 1963 y “le cambió, cambio profundo y radical, la forma de pensar y de ser, descubrió aquí su verdad”, según Jorge Fornet, director del Centro de Investigaciones Literarias de la institución y de la revista Casa. Leyó una carta de Cortázar a un amigo, testimonio que evoca las impresiones del escritor argentino a su llegada a La Habana.

En tanto Barnet realizó un acercamiento al cambio radical de Cortázar al llegar a Cuba, hasta  entonces influenciado por el canon europeo y la contribución de Ugné Karvelis – a quien conociera en nuestro país y más tarde fuera su esposa— a la toma de conciencia en su condición de latino. En el 2024 se estarán cumpliendo el aniversario 110 de su natalicio y el 40 de su desaparición física.