Probablemente —después de La Habana— la ciudad cubana de Artemisa fue una de las urbes que en el siglo pasado gozó de un importante desarrollo cultural, como pocas en la Isla, a pesar de no contar con un gran comercio como otras poblaciones.

Ubicada en el occidente del país, Artemisa vio nacer importantes proyectos arquitectónicos que sobreviven hasta hoy. A lo mejor para el visitante de estos tiempos se trata de construcciones de poco valor, pero en su época significaron mucho.

Según el historiador Daniel Suárez, conocedor de cuánto enredo político o cultural ocurrió en esta zona, “los efectos de la reconcentración de Valeriano Weyler fueron muy fuertes. Las fuerzas mambisas hicieron mucho hincapié en los bombardeos a Artemisa y todo quedó devastado”.

Pero — explica el analista— en realidad Artemisa viene a ser centro de atención de la intelectualidad cubana, a partir del inicio de la República.

“Hay personas que no les gusta escuchar esto: pero la ocupación militar norteamericana se ocupó un poco de los problemas de higiene, alimentación, medicina, escuela… ¡Ah!, que lo hicieron con el interés de congraciarse con los cubanos para ganar preferencia, es verdad. Pero se hizo un poco”.

“A partir de 1902 —con todo lo que se pueda decir que se frustraron los ideales de independencia— sí hubo un movimiento intelectual fuerte en Artemisa”.

“Empezaron a llegar las imprentas, se escribieron periódicos y paralelo a ello se construyeron grandes espacios para la diversión”.

Cuenta el investigador que fueron muchos los científicos, escritores y periodistas de muchísimos lugares del mundo que, atraídos por la llamativa arquitectura de la ciudad y la fuerza del grupo intelectual llamado Proa, pisaron suelo artemiseño.

Entre esas figuras de talla universal están cuatro Premios Nobel, curiosamente todos escritores: los chilenos Gabriela Mistral y Pablo Neruda, el guatemalteco Miguel Ángel Asturias y el norteamericano Ernest Hemingway.

En los últimos tiempos otras personalidades decidieron dejar su huella por esta ciudad. Destaca la excelsa bailarina Alicia Alonso quien ha visitado este pueblo en más de cinco oportunidades para inaugurar exposiciones o un conocido jardín que lleva su nombre, idea del coleccionista Idalio Mederos.

Más allá de la cercanía con La Habana o las bondades que ofrece la naturaleza en este punto de la geografía cubana, Artemisa sigue sumando adeptos. Alejada del bullicio y el flash, la ciudad con nombre de diosa griega, atrapa al extraño.