Cuando el arte no suma noviembres


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Con Rocío García más de uno ha cometido el mismo error: tratar de encasillarla. Para muchos espectadores y, hasta para algunos críticos, la artista que este domingo anda de cumpleaños constituye uno de los principales paradigmas del arte homoerótico en el país.

Mucho debe esa etiqueta a las exposiciones Geishas o Estampas de la vida que fluye que hiciera en 1997 en el Centro Cultural 23 y 12; y Hombres, machos marineros, realizada dos años más tarde en Galería Habana.

Sin embargo, aunque ha admitido cierta inclinación hacia la teoría freudiana que achaca a una sexualidad frustrada la génesis de muchas pugnas, lo erótico le resulta un elemento más consustancial al ser humano, a partir del cual pueden surgir conflictos sociales, políticos, sicológicos, etc.

En realidad, es el poder, en sus más diversas variantes, el leitmotiv presente en la obra de esta pintora, según nos lo corroborara el pasado año en entrevista concedida en vísperas de la inauguración de su exposición Beliki Tuman en Villa Manuela, durante la XIII Bienal de La Habana:

“Yo relaciono los conflictos humanos con el uso y abuso del poder. Cualquier tipo de poder, ya sea en lo sexual, en lo social, en lo político, en lo mental, en lo sicológico. Cómo el ser humano se deja afectar; a veces porque lo disfruta o porque no puede hacer otra cosa y nos pasamos la vida luchando por un poder en las relaciones humanas”.

Del “poder” ha hecho poco uso en la Academia San Alejandro, de la que egresó a mediados de los años 70 y donde imparte la asignatura de Pintura desde que en 1983 volviera de la entonces Unión Soviética con una maestría en Bellas Artes.

De ello dan fe quienes más que sus alumnos, han sido sus discípulos. Sobre todo, los que en 2008 integraron el proyecto pedagógico Nuevos Fieras que ella encabezó: jóvenes artistas hoy día agradecidos del modo en que los encausó sin tiranías e incentivó el talento. Los que no dejan de aprender de su incesante búsqueda.

En esa indagación constante que signa el trabajo de Rocío García radica la imposibilidad de adjudicarle cualquier etiqueta sustentable. Ella se renueva y mantiene joven su arte, por muchos noviembres que transcurran.


1 comentarios

Nery
10 de Mayo de 2021 a las 13:36

Hermosos!!!

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