“Cronófago” de Soledad Benages a telón abierto


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El Festival Internacional de Poesía tuvo entre otras novedades, la presentación de un poemario titulado Cronófago, de la autoría de la poetisa valenciana Soledad Benages Amorós.

El libro en su contraportada se encarga de explicar el título: “El Reloj Corpus es un reloj escultural grande a nivel de suelo afuera de la Biblioteca Taylor en el Colegio Corpus Cristi, Cambridge, Inglaterra. Fue concebido y fundado por John C. Taylor.  

“Taylor llama a esta bestia El Cronófago, insecto metálico, similar a un saltamontes o langosta, devorador del tiempo, es decir, ?come tiempo?.

“Oficialmente develado al público en 2008, por el físico de Cambridge Stephen Hawking”.

La autora vibra con el cambio perpetuo de la vida, cuando el tiempo nos hace envejecer y morir, y encuentra en la poesía, la palabra esencial y la vía más plausible para expresar emociones que la llevan desde un principio a la evocación más pura desde y bajo el sol de la infancia.

Se encarga de entregarnos, con nítida sencillez, su existencia al paso del tiempo, porque como diría nuestro José Ángel Buesa, en su Balada del loco amor: No, nada llega tarde, porque todas las cosas tienen su tiempo justo, como el trigo y las rosas”, cita que junto a otras, presenta la poetisa al inicio del poemario.

Comienza la autora con estos versos:

Está lloviendo serenamente

entre el recuerdo.

almendros, olivos, tierra seca

beben la vida.

 

Así, gota a gota

creció la infancia acunada

por voces sin tiempo,

conducida por manos firmes y rudas.

calles de tierra –barro-

sonidos nítidos, olores de vida recién creada.

Fue sumamente interesante leer este cuaderno, donde el tiempo es un personaje principal. El tiempo avanza con meteórica rapidez. El tiempo traza la vida, la muestra y la destruye; y así afloran las soledades, las heridas, el desconcierto, el dolor, el miedo y siempre los sueños desbordados de deseo insatisfecho para después, el renacer, a pesar del desamor.

El gran teatro que es la existencia humana y esa cita de Jaime Gil de Biedma: “No volveré a ser joven”, parecen trazarle la estrategia poética al poemario cuando afirma: “Pero ha pasado el tiempo y la verdad desagradable asoma, envejecer, morir, es el único argumento de la obra”.

Antonio Machado, Pedro Salinas, Miguel de Unamuno y el Indio Naborí, dejan -entre otros- a través de citas, una atmósfera poética como un sustrato cadencioso en las creaciones de la autora.

Aunque el libro no viene foliado, consta de una treintena de poemas, algunos titulados y todos muy bien estructurados a partir de “un envoltorio de ausencias que encorseta la tristeza”.

En esa indagación angustiosa del tiempo que pasa, descubre la poeta, la necesidad de amar, recuerda a aquella adolescente de trenzas cortadas que fue, junto a la sensación de “asilarse definitivamente en los muros desolados del hogar” y ese breve poema estremecedor:

Perdida hacia el infinito,

la mirada resplandece,

joven ansia de pasión

en unos ojos verdes.

 

Y en este anhelo adolescente

el paso del tiempo

solo se ve

en las arrugas de la piel.

Entra el poemario en un mar de confesiones, que invita al lector a la más íntima complicidad: “En la nada me muevo”, nos dice este ser sin rumbo, que sueña de la nada, hasta un día en que:

Sobre la nieve cayó

la rosa más bella.

La mano que la lanzó nunca supo que era

la última esperanza

de la diosa primavera.

En la base del texto, una indetenible soledad en juego con el nombre de la autora, esa mujer que se hace aflorar en el verso, demacrada y triste que transita angustiosa cuando:

“Una luz amanece

pero ella siempre de espaldas,

ignora su existencia

con los ojos ciegos a su vida.

Desgarrado lirismo el de esta poetisa de l´Alcora (Municipio de la Comunidad Valenciana, España. Perteneciente a la provincia de Castellón, en la comarca del Alcalatén y capital de la misma).   Licenciada en Filología Hispánica, con estudios avanzados de Pedagogía y Ciencias de la Educación, y profesora de Lengua y Literatura castellana, destacada también en teatro, en educación y Programas de atención a la Diversidad.

Me contó que era Coordinadora del Grupo de Poesía Poetas sin sofá y del Colectivo de Literatura Verba manent, de sus tertulias, recitales, encuentros, talleres y actividades para difundir la poesía y acercarla a todo tipo de público.

“Escribo mi poesía en castellano y, con mucha menor frecuencia, en catalán.

“He participado en muchas antologías y libros colectivos nacionales e internacionales, revistas de Literatura, de Didáctica y de Poesía”.

Fue muy interesante conocer que ha asistido a diversos encuentros de Poesía en varios lugares de España, en Chile y Bolivia; y en Cuba ha participado en tertulias, talleres y peñas organizadas en La Habana, Cienfuegos y en otras plazas de nuestro territorio nacional.

Para el Festival de Poesía de este año, preparó especialmente, Cronófago, 50 ejemplares debidamente numerados y firmados.

Ha publicado otros textos, y en la actualidad están en imprenta dos libros de su autoría e inéditos y dos poemarios.

Dice su verso con exquisita proyección de voz y especial cadencia que atrapó al auditorio.

Llegó a Cuba, Soledad Benages y dejó con su interesante lectura una huella en el mundo poético de mi Isla, una Isla que, como he dicho, ha visitado en varias ocasiones, pero que siempre la recibe con el intenso calor del trópico y la tierna complacencia de sus gentes.

“No quiero que te vayas”, como diría Pedro Salinas. Tu verso va más allá de la vida que tratas de mostrar, tu verso que navega sumido en el dolor, que expresa tus miedos, y que apenas respiras bien cuando rememoras a nuestro Indio Naborí, sientes que aunque te rodean aullidos de lobos y fantasmas sigilosos, tu casa está levantada con firmeza y cimentada en la lucha y en la esperanza:

Quiero caminar, sin anclajes, ni lastres

esos los dejo para ti

siempre liviana

y abriendo la puerta solo al índigo del horizonte.

 

Quiero dejar anidar la sencillez del pan

y ser inflexible, como guardián del tesoro

con parásitos de sepulcros

que pretenden adueñarse de la luz.

Agradecemos la presencia de Soledad en nuestros predios poéticos. Agradecemos su verso libre al ritmo de las más íntimas emociones, con el más puro lirismo en la palabra clara y precisa, esencial en el tiempo, retadora y sagaz.

Cronófago de Soledad Benages se terminó de imprimir el 13 de mayo de 2016, con ilustraciones de Leonor Seguí Nebot.

Al final del poemario:

Vida

Fruto de un vientre

que escribió otro guión

para tu película.

Aplausos y flores para la poetisa valenciana visitante.

Las cortinas, querida poeta, están abiertas siempre para ti.

Será un honor tenerte de vuelta y disfrutar tus textos en la riqueza indiscutible de tu voz.


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