Con motivo del cumpleaños 60 del Taller Experimental de Gráfica de La Habana, el periodista Alexis Triana, en su programa A la hora de Lola del canal CrearTV, invitó a la artista plástica Diana Balboa. Ella, como parte de los creadores del Taller, accedió amablemente a conversar sobre la historia del grabado en Cuba y qué parte de esta historia corresponde a su vida artística.

Rememoró la historia del taller fundado, en julio de 1962 con la aprobación del entonces Ministro de Industria Ernesto “Che” Guevara, por un grupo de artistas plásticos entre los que mencionó a Rafael Zarza y Alfredo Sosabravo. La maquinaria utilizada desde sus inicios pertenecía a la antigua Compañía Litográfica de La Habana y aún se mantienen en uso, aunque es importante explicar que el grabado y sus técnicas han evolucionado junto a las tecnologías, y en este lugar conviven las maneras de hacer más antiguas con las más actuales. El taller se encuentra sitiado actualmente en el Callejón del Chorro en La Habana Vieja.

En su caso personal, Diana cuenta que llega al Taller en el año 1969 con 24 años de edad y la reciben Roger Aguilar y Juan Boza, artistas plásticos que trabajaban allí en esa época. Desde su llegada, sintió a aquel lugar como un refugio, una matriz que la acogió y apoyó su carrera como artista de la plástica en Cuba.

La entrevistada describió el espacio como un centro de creación para profesionales, un lugar donde se busca y se hace arte y en el que el turismo es un invitado a conocer el arte del grabado cubano, alejados siempre de la mediocridad que en ocasiones se encuentra en este ámbito.

Culmina la entrevista comentando que el campo del grabado siempre ha estado estrechamente vinculado con la música y la trova, y en este sentido cuenta una anécdota sobre Sara González la cual se sentía altamente identificada con el modelo de trabajo que existía en el Taller:  

“(…) a pesar de que las artes visuales suelen ser un trabajo individual, el Taller se convierte en una colaboración colectiva en la que el trabajo en equipo es esencial para el éxito, situación esta con la que Sara se sentía muy identificada por su trabajo como músico, además de la sinceridad y espiritualidad que en el Taller Experimental de Grafica se respira”