Hace 41 años los hechos ocurridos en la Embajada del Perú, dieron lugar a una de las más valientes respuestas del pueblo de Cuba a la contrarrevolución interna y externa: la Marcha del Pueblo combatiente.
Como antecedentes a dicha Marcha hay que rememorar que el 20 de enero de 1977, asumía la presidencia de los Estados Unidos, el demócrata James Carter (1977-1981), cuya administración trató de aplicar para Cuba una política basada en los Informes Linowitz.(1)
A partir de ello se dieron algunos pasos positivos como la firma de un acuerdo sobre derecho de pesca y límites marítimos; el intercambio de información sobre actividades terroristas, al igual que tuvo lugar la visita a Cuba del presidente de la Comisión de Exteriores del Senado norteamericano Frank Church, portavoz del mejoramiento de las relaciones bilaterales.
Asimismo, se llevó a cabo las aperturas de las Oficinasde Intereses entre La Habana y Washington.
Sin embargo, la extrema derecha norteamericana no declinó sus actividades reaccionarias contra la Isla; en continuas declaraciones exponían que Cuba debía romper sus relaciones con la Unión Soviética, como consecuencia de la supuesta presencia de aviones espías Mig-23, transportadores de armas atómicas, en suelo antillano.
Así las cosas, la contrarrevolución interna comenzó a actuar estimulada desde los Estados Unidos. La emigración ilegal fue alentada más que nunca; se asaltaron varios embajadas por parte de elementos delincuentes y antisociales, hasta que el primero de abril de 1980, un grupo de tales grupos penetró por la fuerza en la Embajada del Perú, tras asesinar al custodio Pedro Ortiz Cabrera.
A continuación, el gobierno cubano reclamó la devolución de los asesinos, petición a la cual se negó el del Perú Fue entonces que Cuba decidió retirarle la custodia a dicha sede diplomática, lo que motivó que miles de antisociales y contrarrevolucionarios penetraran en ella.
El 28 de abril de 1980, el gobierno de Cuba decidió abrir el puerto de El Mariel, con el objetivo de que los dueños de embarcaciones que lo desearan pudieran venir y transportar a las personas que quisieran marcharse hacia territorio norteamericano. Más de 120 mil personas emigraron por esa vía marítima.
El repudio del pueblo cubano no se hizo esperar ante tales acciones de la contrarrevolución interna, bajo el auspicio de vecino del Norte. La histórica marcha del Pueblo Combatiente patentizó, una vez más, el apoyo a la Revolución de los humildes, por los humildes y para los humildes.
(1) Informes Linowitz: En 1974, Sol Linowitzpresidió una comisión integrada por antiguos ejecutivos del gobierno, académicos y connotados empresarios, financiada por la Fundación Rockefeller y Clark, con el objetivo de realizar un detallado estudio sobre América Latina y formular recomendaciones. El primero de esos informes correspondientes al citado año, planteaba que: Continuar la política de aislamiento a Cuba, afecta en forma significativa los intereses de los Estados Unidos (…) además de recomendar poner fin al bloqueo económico y restablecer relaciones con Cuba. Con el gobierno de Carter, se pretendió reafirmar tal política.
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